"Correr es como comer un bombón de chocolate"

Pregunta- ¿Corredora o Runner?

Respuesta- Mmmm me define más la palabra atleta, pero si hay que elegir, corredora.

P.- Desde luego está de moda. Ahora no hay un fin de semana que se precie sin un cross, una media maratón o una carrera por un fin solidario. ¿Qué tiene este deporte que nos ha vuelto a todos locos?

R.- Correr es como comer un bombón de chocolate, cuando lo pruebas repites. Te genera bienestar, satisfacción y mucha felicidad cuando lo haces por una buena causa.

P.- Un consejo para los que se quieran poner sus primeras zapatillas.

R.- Que se animen a utilizarlas con frecuencia; correr ayuda a liberarse y a salir de la rutina. Es salud. ¡Se sentirán fenomenal y no podrán parar!

P.- Confiese. ¿Se acostumbran los chicos cuando les pega una pasada?

R.- ¡Sí! no les queda otra, aunque sé que les da rabia (ríe), pero soy buena persona y cuando les paso, les animo.

P.- A pesar de su juventud, ha conocido ya la cara menos amable de este deporte con dos temporadas complicadas. ¿Qué es lo peor de una lesión?

R.- La impotencia de querer y no poder, la comedura de cabeza del por qué; ver a los demás seguir y tú en el pozo oscuro. Todos preguntándote por lo mismo, pareces que cambias de nombre y te llamas “lesión”.

P.- El otro día volvió en Atapuerca con una carrera de altura en la que terminó entre las mejores del panorama nacional e internacional. ¿Cómo se ve este año?

R.- Me veo fuerte y sobre todo con muchas ganas de volver a la continuidad del día a día y de participar con la selección española en alguna competición.

P.- ¿En qué deportistas encuentra inspiración?

R.- ¡Qué pregunta más fácil! Principalmente en mi paisano, Higuero, ‘el león de Aranda’, al que admiro desde pequeña y es el espejo del atletismo base arandino y de fuera de la comarca.

P.- Como mediofondista, ¿piensa en el medio o largo plazo?

R.- Yo diría que soy de corto plazo, pasito a pasito y suave, suavecito, disfrutando de cada entrenamiento y cada carrera. No me gusta pensar en el futuro prefiero estar con los pies en la tierra.

P.- ¿Qué es lo que hace cuando termina bien una carrera?

R.- Lo primero felicitar a mis compañeras, respirar tranquila, si me dejan, - ya sabes, a veces algunos cuando llegas a meta ya están con la alcachofa preparada-. También voy donde mi familia con cara de felicidad y nada, vuelta al ruedo, a rodar y a estirar.

P.- ¿Y cuándo termina mal?

R.- Lo mismo, pero me ya me cambia la cara, me entra cabreo y me quedo con la sensación esa…. De querer repetir lo que no me ha gustado.

P.- Para alcanzar la concentración un campeón como Nadal tiene todo un ritual (se echa el brazo hacia atrás y tira de la culera del pantalón, mientras bota la bola con la raqueta; se ajusta la hombrera derecha de la camiseta, repite el gesto la hombrera izquierda, se pasa el dorso de la mano por la frente; se toca la oreja izquierda, se pinza levemente el puente de la nariz y se toca la oreja derecha). ¿Alguna manía de Celia Antón?

R.- Cuando era pequeña mi padre siempre me ataba las zapatillas con muchos nudos antes de competir, y me decía: tranquila que no se te salen aunque te pisen. Ahora me las ato yo, pero siempre tengo ese recuerdo y sigo haciéndome muchos nudos. Llevo más nudos que zapatilla.

P.- ¿Es supersticiosa?

R.- Sí, un poco, si la carrera no me sale como esperaba o tengo malas sensaciones, el dorsal (si no me lo piden) y sus alfileres van a la basura, no los quiero ver ni en foto. Y si es al contrario, conservo el dorsal (si no me lo piden) y los alfileres los guardo para la siguiente competición.

P.- ¿En qué piensa cuando le entra un momento de flojera?

R.- Madre mía, dónde me he metido, quién me mandaría... esto es inhumano… pero de repente me viene a la mente todo el esfuerzo y sacrificio que conlleva y me digo: Celia ‘siempre fuertes’, es lo que te gusta y por eso lo has elegido y se me cargan las pilas rápidamente.

P.- Fue galardonada por ser la Mejor deportista de España en edad escolar por sus extraordinarias notas en Bachillerato. Será la envidia de sus amigas y sobre todo de sus madres (y padres).

R.- No me lo he cuestionado nunca, no quiero definirme a mí misma, pienso que todas las personas tienen su encanto y no hay envidias que valgan. El premio me hizo mucha ilusión tanto a mí como a mi familia.

P.- ¿Cómo se imagina su futuro profesional?

R.- Como soy de corto plazo, ni me lo imagino pero consultando mi espejito mágico me dice que me gustaría dedicarme durante unos años al atletismo hasta que pueda. Tengo claro que es un deporte minoritario del que es muy difícil vivir, por lo que estoy estudiando bioquímica. Y no sé, tal vez, me gustaría trabajar en un laboratorio científico o como profesora, pero como he dicho antes paso a paso. El tiempo lo dirá.

P.- ¿Cuánto lleva en Madrid y cómo le ha afectado el cambio?

R.- Este es mi cuarto año y siempre he querido venir a estudiar a Madrid, me encanta. El cambio afecta, claro que sí, salir tu casa cuesta pero me adapté bien.

P.- ¿Cuántas horas entrena al día?

R.- Depende del entrenamiento que toque, pero vamos a decir que una media de dos horas. Luego hay que sumar las horas de ‘entrenamiento invisible’ en las que se engloban las horas de fisioterapia y otros cuidados.

P.- Santiago Manguan primero, Juan Carlos Higuero después y ahora Celia Antón y una afición que cada vez cala más entre los más pequeños con clubes como el Club Atletismo Aranda ¿Cuál es el secreto?

R.- No lo sé, unos dicen que es la leche Pascual y otros que es el vinito de la Ribera del Duero (ríe), pero lo que sí sé es que hay mucha gente en el club de Aranda. Allí se hacen buenos amigos y su entrenador, Leocadio de Blas, tiene mucho que ver en ello.

P.- ¿La veremos en el cross de Aranda?

R.- Espero que no, aunque me duela decirlo. Si no estoy significará que estaré el 9 de diciembre compitiendo con la selección española en el campeonato Europeo de cross que será en Tilburg (Holanda).

P.- ¿Cómo le dio por entrar en este mundo?

R.- Tenía 10 años. Mis padres de primeras no querían, pero me empeñe y mi madre al final accedió. Llegó a decir «vamos a informarnos no sea que tengamos en casa una campeona de España y no lo sepamos».

P.- ¿Se imagina en los Juegos Olímpicos del 2020?

R.- Es el sueño de todo deportista.

P.- Si fuera un producto, ¿cuál sería su eslogan?

R.- ‘Siempre fuertes’. Es un lema que tiene un trasfondo sentimental muy importante para mí.

P.- ¿Qué canción odia pero sin embargo, se sabe de memoria?

R.- Dale a tu cuerpo alegría macarena… aaaahhhhh…

P.- ¿Qué quería ser de mayor cuando era pequeña?

R.- Profesora, pensaba que tenían muchas vacaciones.

P.- ¿Se considera cazador o recolector?

R.- Ambos, pienso que para recibir hay que dar y que para recoger hay que sembrar.

P.- ¿Cuál es el peor defecto de la humanidad?

R.- El afán por tener dinero, tenía que ser como los productos, con fecha de caducidad.

P.- ¿Con quién cumpliría un sueño?

R.- Con gente importante en mi vida, mi príncipe azul, familia, amigos, entrenadores, fisios…

P.- Si pudiera enviar un tuit a su ‘yo’ de cuando tenía 10 años, ¿qué le diría?

R.- ¡Ay madre dónde quedarán esas épocas! Pues podría ser un: “Todo pasa y todo llega”.

P.- ¿Cuál es el mejor regalo que le han hecho?

R.- Mimos cuando realmente los he necesitado.

P.- ¿Cómo se imagina con 80 años?

R.- Una abuelita moderna y en forma que en sus ratos libres se entretiene viendo telenovelas o cuidando de sus nietos.