El Correo de Burgos

Un 25% de las adolescentes reconoce haber sufrido control a través del móvil

Son datos del XV Informe de la campaña de prevención de la violencia en parejas adolescentes de Adavas / La Junta señala que una de cada cuatro adolescentes de la región ha sufrido violencia machista

Un grupo de chicas conversa y observa sus teléfonos.-ISRAEL L. MURILLO

Un grupo de chicas conversa y observa sus teléfonos.-ISRAEL L. MURILLO

Publicado por
V. MARTÍN
Burgos

Creado:

Actualizado:

Una de cada cuatro mujeres adolescentes de la Comunidad ha sufrido control o violencia de género en el ámbito de la pareja. Son las cifras que ayer ponía de manifiesto la directora general de la Mujer, Esperanza Vázquez, en la inauguración de las jornadas formativas sobre igualdad y prevención de la violencia de género, organizadas por el Consejo de la Juventud de Castilla y León en la capital leonesa. Las relaciones en pareja en esta etapa adolescente adquieren mayor importancia y es que los sentimientos son más intensos, surgen las primeras relaciones amorosas y se tiende a idealizar el amor.Precisamente estas circunstancias pueden hacer que sea más probable en esta etapa tolerar determinadas relaciones o comportamientos abusivos, que puedan dar a una relación asfixiante y no se identifique como tal por la confusión de ser las primeras relaciones de pareja. «Las adolescentes tienden a soportar ciertos comportamientos cotidianos que a todas luces son considerados actos de violencia de género y que por su normalización o por un simple desconocimiento de su significado, pueden llegar a formar parte de su vida diaria», apunta Almudena Román, coordinadora de la Asociación de Asistencia a Víctimas de Agresiones Sexuales y Violencia Doméstica de Burgos (Adavas Burgos).La asociación realiza desde hace quince años una Campaña de prevención y sensibilización de la violencia en pareja entre adolescentes, a través de la cual desarrollan talleres en centros educativos de Burgos y provincia.«El objetivo de estos talleres es prevenir la violencia de género en la población joven y cambiar determinados comportamientos y disponer de un diagnóstico de la situación actual», señala Román.Estos quince años de trabajo ininterrumpido han permitido a las profesionales de Adavas adaptar esos talleres adaptando las sesiones a los tiempos, de manera que ahora se dedica mucho tiempo a analizar la repercusión de la tecnología en las relaciones de pareja entre jóvenes. Y es que más que nunca hay que reconocer que la juventud es ya nativa digital y «el mal uso de las nuevas tecnologías puede agravar situaciones de violencia de género, haciendo que descienda la conciencia de que algunas de estas conductas suelen formar parte del control abusivo o facilitando las oportunidades y medios para ejercer control o diversas formas de ciberacoso».De hecho, una de cada cuatro chicas- un 25,1% - reconocen haber sufrido control a través del móvil tal y como recoge el XV informe de la asociación en base a los datos aportados por la delegación de Gobierno para la Violencia de Género del Ministerio de Igualdad. «Las nuevas tecnologías no son malas, el problemas reside en el mal uso que puede hacerse de ellas».En este sentido, el informe de la asociación refleja que un 36% de los 655 adolescentes participantes en estos talleres consideran que es bueno que tu pareja esté todo el tiempo pendiente de ti, que te llame continuamente y sepa siempre dónde estás. El documento observa una relación controladora y posesiva, donde todo se justifica por amor en un 27% de los chicos y en un 10% de las chicas.Si a esa violencia de control se suman las nuevas tecnologías, «el resultado es una percepción desfigurada del problema. «Los móviles y las redes sociales se han convertido en un lugar perfecto para los acosadores y agresores, donde encuentran nuevas y fáciles vías para ejercer el acoso, la humillación y la amenazada, dada la accesibilidad a la víctima que ofrecen y su gran capacidad de difusión», señala la coordinadora de Adavas. La realidad es que las redes sociales hacen posible «un control más inmediato espiando sus horas de conexión, los comentarios o interacciones en sus perfiles e incluso llegando a emplear herramientas de geolocalización para controlar su ubicación».A pesar de estas afirmaciones, la coordinadora apunta que «las cosas están cambiando, especialmente desde el pasado 8 de marzo». Y es que «mientras que hace apenas dos años cuando preguntábamos qué estudiantes irían a la manifestación, nadie levantaba la mano, ahora lo hacen muchas chicas y chicos. Es muy gratificante e impresionante, pero lo importante es que ellos sepan qué es y qué significa la violencia machista y el feminismo, no deben dejarse llevar fruto del impulso».Las cifras desde 2003Desde el año 2003, la asociación burgalesa ha impartido 1.106 talleres en 28 centros y en ellos han participado 15.530 estudiantes de edades comprendidas entre 14 y 19 años. «En este tiempo hemos intervenido en 105 casos de chicas adolescentes que han sufrido violencia por parte de sus parejas, en 6 casos donde las víctimas eran profesoras, en 10 agresiones y abusos sexuales, en 15 casos de violencia doméstica y con 3 maltratadores», especifica la coordinadora quien apunta que «no ha habido un solo centro donde no hayamos detectado un caso de violencia».El 50% de los alumnos cree que los celos son normalesA pesar de que han transcurrido quince años desde que la asociación desarrollase su primera campaña, hay algunas creencias que siguen sin variar. Una de ella tiene que ver con los celos y es que el 33% de los chicos y el 14% de las chicas encuestadas tienen interiorizada la creencia de que los celos son un requisito indispensable para el verdadero amor. Los celos son precisamente uno de los principales motivos por los que los adolescentes actúan de forma violenta para resolver sus conflictos.Otra de las creencias más preocupantes es la que justifica que ‘cuando una mujer es agredida por su pareja es porque algo habrá hecho’. Así lo creen el 19% de los adolescentes encuestados. En la justificación de estos comportamientos es siempre más elevado el porcentaje de chicos- en un 30% de ellos- que de mujeres, un 9%.Además, cuatro de cada diez estudiantes encuestados considera que el hombre que maltrata no es consciente de sus actos sino que tiene problemas psicológicos, problema de drogas y alcohol o que han tenido muchos fracasos en su vida. Esta creencia se desmiente al constatar que también son violentos cuando no están sometidos a ninguna adicción.

tracking