Brindis a media noche por la apertura de la A-1

Las barreras de la ya extinta AP-1 se desmontaron una hora antes de lo previsto para «evitar aglomeraciones». Y aunque no las hubo, lo cierto es que muchos conductores frenaban nada más llegar al peaje porque ignoraban que a partir de ahora circularán de forma gratuita por la recién estrenada A-1. «Este es el momento, es el día y la hora tan esperados y aquí estamos viendo cómo ya, sin ninguna traba, van pasando los vehículos», manifestaba al filo de la media noche el subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, acompañado de varios representantes del PSOE burgalés como Esther Peña, Daniel de la Rosa o David Jurado.Consciente de lo «histórico» del momento, De la Fuente mostró su «alegría» por el fin de una concesión que, en su opinión, beneficia a «todos los que vivimos en la provincia de Burgos», ya que con la liberalización «vinculamos más todavía Miranda con Burgos, con Briviesca y con Pancorbo», amén de conllevar una apuesta «por nuestra tierra desde parámetros de igualdad y de flexibilidad» mediante el simbólico «levantamiento de las barreras».No dudaron en sumarse a la ‘fiesta’ una veintena de socios de la Plataforma de Afectados por la N-I que acudieron a Castañares para brindar con champán tras comprobar que, efectivamente, la gratuidad está asegurada. Entre ellos se encontraba su portavoz, Rafael Solaguren, quien aprovechó la ocasión para subrayar que «las autopistas que hay que rescatar son estas, no los negocios deficitarios de unos pocos». Y «antes de tiempo a ser posible porque cuestan vidas», agregó antes de celebrar, megáfono en mano, este «triunfo» después de «todo lo que hemos peleado hasta que llegue este momento».Con la A-1 libre de peaje, los conductores tienen ante sí 84 kilómetros «libres de cualquier traba». No en vano, la inauguración de la autovía contó con un dispositivo especial de seguridad para la «protección de los accesos» formado por 11 patrullas de la Guardia Civil y cuatro de Policía Nacional mientras la concesionaria se encargaba de habilitar la nueva cartelería que indica la ansiada liberalización. A este respecto, el subdelegado señaló la importancia de que «las medidas de seguridad más perentorias y con las que nos habremos de ir acostumbrando se empiecen a respetar desde el primer momento». La más importante, al menos en principio, es que turismos y vehículos pesados circulen a 20 kilómetros por hora cuando crucen los peajes hasta que se retiren las infraestructuras durante las «próximas semanas». El desmontaje, según De la Fuente, se llevará a cabo «por partes»para «mantener la seguridad de la vía».Finalmente, el subdelegado sacó pecho al remarcar que se trata de la «primera vez» que se libera una autopista en manos privadas gracias a los esfuerzos del actual Gobierno, que «se comprometió y cumple en fecha y hora».Entretanto, otros integrantes de la plataforma daban la bienvenida a la A-1 en el resto de peajes entre Burgos y Armiñón. Acto seguido, la fiesta se ha prolongado durante la noche en localidades como Briviesca, donde en torno a las 00.30 horas se ha retirado la pancarta reivindicativa del Ayuntamiento.La fiesta continúa hoy desde las 11 y media de la mañana con una ruta libre por la nueva autovía, una paella popular en el polígono de La Vega a partir de las 3 de la tarde y conciertos por la tarde para amenizar una celebración que muchos ciudadanos llevaban años esperando.