El Correo de Burgos

La «agridulce» despedida de los 106 más veteranos de la Junta

Fernández-Mardomingo espera que la plantilla se renueve para evitar una «brecha generacional»

Los funcionarios de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos posaron ayer para la clásica foto de familia que siempre permanecerá en su recuerdo.-SANTI OTERO

Los funcionarios de la Delegación Territorial de la Junta de Castilla y León en Burgos posaron ayer para la clásica foto de familia que siempre permanecerá en su recuerdo.-SANTI OTERO

Burgos

Creado:

Actualizado:

«El año que viene tendremos que alquilar el Fórum porque seguro que no cabemos todos». Bromeaba ayer el delegado territorial de la Junta en Burgos, Baudilio Fernández-Mardomingo, durante la entrega de distinciones a 303 empleados públicos en una despedida «agridulce» a los 106 que se jubilan. El chascarrillo hizo reír al respetable, pero en realidad «eso no es bueno» porque a día de hoy apenas hay «relevo generacional» en la Administración regional. Cierto es, tal y como apuntó el delegado, que poco a poco se registran «más entradas» y «más oferta de empleo público». Lo importante es conseguir que «el tren vaya deprisa por el carril o por lo menos a su ritmo». No obstante, pese a detectarse cierta renovación de cargos públicos, tampoco se puede descartar que llegue un momento en el que la «brecha generacional» impida que los nuevos coincidan con «funcionarios de los que aprender».El discurso improvisado de Fernández-Mardomingo permitió cerrar el homenaje anual a los trabajadores que suman 15, 25 y 35 años en su palmarés. En esta ocasión, 41 empleados públicos recibieron una insignia de bronce, 67 de plata y 89 de oro. Los 106 jubilados, por su parte, se despidieron de sus compañeros con una placa conmemorativa.«Los funcionarios somos una gran familia», manifestó el delegado plenamente consciente de que a veces se pasa «más tiempo» con los compañeros de la Junta que con «la gente con la que vivimos». Sea como fuere, y aunque «parece mentira que el tiempo haya pasado así», agradeció la posibilidad de haber «compartido toda una carrera» con muchos de los que ayer decían adiós... o más bien hasta luego.Aparte de mandar un «abrazo muy entrañable» a todos los presentes y ensalzar «la labor que estáis haciendo todos los días» gracias al «trabajo y la entrega» de «toda una vida» en el caso de los más veteranos, Fernández-Mardomingo aseguró que «ser funcionario es un honor (...) porque nuestro jefe es el que vemos en el bar, en la calle, en el ascensor...» En su opinión, es todo un «privilegio poder servirlos».Tampoco se olvidó de recordar que el funcionariado a punto está de cerrar un año de «decisiva importancia». No solo por la subida salarial, que «ya era hora», sino también por la «mejora» de las condiciones laborales a través del concurso de traslados «abierto y permanente» que, a su juicio, permitirá que la Administración «funcione mejor y las personas estén más a gusto».Puede que las instituciones públicas no tengan «muchas formas de reconocernos». Sin embargo, la entrega de estas distinciones permite celebrar un día «importante» que, según Baudilio, sirve para expresar un «agradecimiento» eterno «de todo corazón».

tracking