Lacalle arremete contra Imagina y Cs, pero salva al PSOE

El repaso al estado de las inversiones, de la deuda municipal y la relación con el resto de los grupos municipales marcaron el balance anual del alcalde, Javier Lacalle, que calificó de «muy productivo» el año 2018. Al expresarse de esta manera sobre el ejercicio que termina, el primer edil tuvo que reconocer que los proyectos de obras que están en vías de adjudicarse o bien de comenzar son fruto de «quienes apoyaron las grandes modificaciones presupuestarias de este año en los plenos de marzo y abril: el grupo municipal socialista».Aun así no otorgó el adjetivo de «decisivo» al papel del PSOE en estos últimos años en los que el PP viene gobernando en minoría y se contentó con asegurar que ese apoyo de los socialistas, para sacar adelante inversiones plurianuales y otras sostenibles, ha sido «muy importante». Lacalle valoró positivamente esa oposición responsable de los concejales del PSOE y, a la vez, mostró la desilusión que han significado otras fuerzas con las que no ha habido capacidad de consenso como «Imagina-Podemos y Ciudadanos». A su juicio, a pesar de ese resultado dispar con unos y otros grupos «hemos demostrado que somos capaces de dialogar».En su opinión, puede que, en estos meses que restan para las elecciones municipales de mayo, estas formaciones «se arrepientan» del papel que han jugado durante este mandato. Es más ve posible un cambio en esos otros partidos quizá de cara a presentar unos resultados hacia sus posibles nuevos votantes. «Imagina-Podemos ha sido un desastre total para esta ciudad sin ninguna iniciativa para Burgos y Ciudadanos comenzaron bien pero luego han sido lo que todos hemos visto. Los burgaleses no tienen nada que reconocer a esta formación que ni siquiera ha hecho aportaciones».El primer edil aseguraba ayer que no piensa cambiar el discurso con respecto al grupo municipal socialista pese a que llegan meses en los que se avivará la contienda política según se vaya acercando mayo. «Son meses especiales, pero les puedo asegurar que vamos a seguir trabajando a pleno rendimiento hasta mediados del mes de junio y nosotros vamos a plantear una campaña en positivo», afirmó.

En cuanto al estado de las inversiones pactadas entre el equipo de Gobierno y el PSOE, Lacalle aseguró que se ha conseguido a 27 de diciembre tener adjudicadas todas las inversiones plurianuales y licitadas el resto para que puedan adjudicarse en las próximas semanas. Habló de 31 actuaciones que se ejecutarán entre 2019 y 2020 por un valor de 18 millones de euros. De hecho, en la reunión de la Junta de Gobierno de ayer se aprobaron varias adjudicaciones (ver información que acompaña a esta).Durante su comparecencia anual ante los medios de comunicación, volvió a destacar «la capacidad de gestión» de su equipo de concejales y de los técnicos municipales que han podido sacar adelante este conjunto de expedientes de obras. «No tenemos las cifras de otras capitales, pero volveremos a ser por segundo año consecutivo el Ayuntamiento más licitador de obra pública de Castilla y León», manifestó.Por otro lado, sobre la situación de la deuda financiera del Ayuntamiento de Burgos, el regidor aseguró que se quedará en 37,5 millones de euros en 2018 tras haber amortizado durante este ejercicio 23 millones de euros. En esta cantidad, como es habitual en las cuentas que presenta Lacalle, no incluye la deuda de los consorcios del desvío del ferrocarril y del polígono de Villalonquéjar.NUEVA MODIFICACIÓN

De cara a 2019, el alcalde se muestra favorable a que la ciudad cuente con un «presupuesto indirecto» a través de nuevas modificaciones presupuestarias en la línea de lo vivido este 2018 cuando tampoco se sometió a votación un proyecto de cuentas para el año en curso. De esta manera, el último «presupuesto directo», como lo define Lacalle, fue el de 2017 y pretende repetir la línea de actuación del año que termina para 2019, promoviendo modificaciones que necesitará pactar con otros grupos políticos.En esa primera modificación presupuestaria, Lacalle es partidario de introducir, como el pasado año, los convenios y las ayudas económicas para colectivos del tercer sector, especialmente, para cubrir la atención a personas desfavorecidas que, en muchos casos, quedan en mano de las asociaciones. Así, se mostró convencido de que logrará sumar a otros grupos políticos ya que tendría «muy mala justificación» que se opongan a las ayudas que se conceden a través de convenios para la atención a inmigrantes, a personas mayores y a colectivos en riesgo de exclusión social.