El Obispillo pide por el comercio y la industria

Rodrigo del Olmo, de 10 años y estudiante de 5º de Primaria en el colegio Fernando de Rojas, fue en esta ocasión el encargado de recorrer las calles del casco histórico burgalés a lomos de un caballo blanco ataviado con el tradicional traje de obispo además de lucir alba, mitra, cruz, cetro y anillo episcopal, ropaje con el que veló por los deseos de todos los pequeños de la ciudad.

Así las cosas, el representante de la Escolanía Pueri Cantores salió de la iglesia de Las Salesas para llegar por el Paseo del Espolón a eso de las 13.00 horas donde ha saludado y bendecido a lo largo de su recorrido a mayores y niños. Ya en la Plaza Mayor, se abrió paso ante la multitud entre aplausos y vítores, mientras sus compañeros de Escolanía repartían caramelos entre los presentes.

Tras la misa, ha comenzado la ronda protocolaria de visitas, que le llevó a la residencia de la tercera edad Barrantes, en la que los niños ofrecieron un concierto, y a la Casa de la Iglesia, donde fue recibido por el arzobispo de Burgos, Fidel Herráez.

En el Salón de Plenos le esperaba el alcalde de la ciudad, Javier Lacalle, al que del Olmo solicitó apoyo para el comercio y la industria de la ciudad «para que mis compañeros y yo podamos quedarnos aquí cuando acabemos de estudiar». El pequeño también invitó al primer edil a «aprovechar» el VIII Centenario para que la ciudad sea más conocida. Asimismo, para finalizar, deseó en nombre de los Pueri Cantores, lo mejor para el año nuevo.

El primer edil aseveró tomar buena nota de las peticiones del Obispillo y se comprometió a realizar las mejoras requeridas. Posteriormente, salió al balcón del Ayuntamiento a saludar a los 150 burgaleses que le acompañaban desde la Plaza Mayor.

Del Olmo, quién afirmó estar muy contento con el cargo, durante su discurso contó con la compañía no solo del alcalde, sino también de su vicario, Carlos Javier Valle así como de sus secretarios Andrés González , Carlos Ruiz y Edgar Corral. Sus familiares tampoco quisieron perderse la oportunidad de ver al joven encarnar este importante papel para la ciudad de Burgos. La jornada finalizó, como es habitual, con una actuación de los niños de la Escolanía Pueri Cantores. Después de hablar al público congregado frente al Consistorio, el Obispillo y sus compañeros continuaron con la celebración con una visita al Belén del Regimiento de Transmisiones y una comida de hermandad.

La Escolanía actuará mañana en la Parroquia de El Salvador y en la localidad ribereña de Fuente Espina el 4 de enero. Comprometida con las causas solidarias, actuaron el pasado 26 de diciembre en el HUBU y al día siguiente en el Hospital San Juan de Dios.

La elección del Obispillo es una tradición que se remonta al siglo XV, cuando el Cabildo Metropolitano de la Catedral permitió el 28 de diciembre, festividad de los Santos Inocentes, que un niño se vistiera de obispo. Así, cada año se viste como tal figura a uno de los niños de la Escolanía que haya recibido la primera comunión ese mismo año. Sin embargo, esta tradición se vio truncada durante un largo periodo de tiempo con la desaparición de la Escolanía y no se retomó hasta el año 1996. Ayer cumplió 22 años.