El 65% de los parados de larga duración son mujeres

El colectivo de los parados de larga duración, aquellas personas que llevan más de 365 días como demandantes de empleo, mantiene las dificultades de inserción y en especial entre las mujeres. Sin embargo, el pasado ejercicio de 2018 ha sido el más favorable para este sector a la vista de las estadísticas facilitadas por el Servicio de Empleo de Castilla y León (Ecyl).En los últimos años los parados de larga duración representaban entre el 40 y el 45% del conjunto de los desempleados en la provincia de Burgos y este 2018 ha bajado ese porcentaje en algo más de dos puntos al situarse en el 37,9%.En junio de 2015 el 45% de las personas en paro mantenían esa condición desde hace más de 365 días. Concretamente eran 11.541 personas frente al total de 25.570 demandantes de empleo. Tres años después, a la vista de los datos de septiembre de 2018, se observa como de las 18.015 personas inscritas como demandantes de trabajo, 6.827 figuran como parados de larga duración.El mercado de trabajo no pone las cosas fáciles a este colectivo, pero es todavía más cruel con las féminas. Cuando las mujeres se quedan en el desempleo pasan más tiempo como demandantes de trabajo por lo que se convierten más fácilmente en paradas de larga duración con más de 12 meses cargando con las dificultades de no encontrar una nueva oportunidad laboral. Los datos del Ecyl reflejan claramente esa situación y de los 6.827 parados durante más de un año en la provincia de Burgos, 4.458 son mujeres. Esta cifra representa que el 65,3% de los parados de larga duración son mujeres, casi siete de cada diez personas que permanecen en este colectivo pertenecen al sexo femenino.La brecha de género en la provincia de Burgos se está acrecentando y se observa si cabe un poquito más en la medida en que desciende el paro. Es decir se están incorporando más fácilmente los hombres al mercado laboral, mientras las mujeres siguen esperando su oportunidad. Así, en los datos hechos públicos esta pasada semana y correspondientes al mes de diciembre de 2018 se observa que de los 18.855 demandantes de empleo, un total de 10.887 son mujeres, frente a 7.978 hombres. Con esta estadística mensual no es difícil hacerse cargo de lo que va sucediendo en cuanto pasan los meses sin encontrar un empleo.Para el secretario provincial de UGT, Pablo Dionisio Fraile, el colectivo de los parados de larga duración y el de las mujeres son dos sectores muy castigados durante la larga crisis económica. Y en una supuesta situación de mejoría económica todavía no encuentran un acceso fácil al mercado laboral. En opinión del responsable sindical en Burgos, las medidas que hacen hincapié en estos colectivos resultan «a nuestro modo de ver poco efectivas».En el caso de las personas que llevan más de un año demandando un trabajo, Fraile ve que se mezclan muchas situaciones complicadas, más de 45 años y más de 55 años, poca formación y la existencia de problemas médicos. Todos son factores que contribuyen a levantar más barreras entre las personas y un nuevo puesto de trabajo. En el caso de los hombres muchos provienen del sector de la construcción y también del de servicios que tiene una alta rotación en los puestos de trabajo.Durante 2018 los acuerdos que se alcanzaron en las Mesas de Diálogo Social, tanto la autonómica como las provinciales, se fijaron en el colectivo de los parados de larga duración. Sin embargo, desde UGT consideran que «algo ha ayudado, pero no lo suficiente». En este sentido, indica que se han puesto en contacto con la Fundación de la Construcción para mejorar la formación de estas personas para que puedan acceder luego en obras propias de la Diputación y del Ayuntamiento a través de los distintos planes de empleo.Para las mujeres consideran que también son necesarias medidas más concretas ya que el mercado laboral de esta provincia no ofrece muchas oportunidades. «La industria incorpora mujeres de forma casi anecdótica, aunque en los últimos años se está viendo más movimiento y fuera de lo público queda el sector servicios con todas sus circunstancias», como describe el secretario provincial de UGT, que añade que son empleos muy temporales y con unas condiciones económicas muy justas.