El proyecto de Capital Europea de la Cultura 2031 no logra la unanimidad

La aprobación de la propuesta en el Pleno para que Burgos sea candidata a Capital Europea de la Cultura en el año 2031, a pesar de no arrancar el consenso unánime de todos los grupos políticos, representa un primer paso oficial para iniciar un largo camino de cara a buscar el reconocimiento de la ciudad en el ámbito cultural.23 de los 27 corporativos apoyaron esta iniciativa, mientras que los cuatro ediles del grupo Imagina Burgos se abstuvieron ya que consideraron que de inicio hubiera sido deseable contar con más apoyo ciudadano y del tejido social. Este fue uno de los acuerdos de un Pleno de enero con un orden del día vacío, pero eso sí con una colección de proposiciones que despertaron la rivalidad con Valladolid, en las que se mezclaron alusiones al escenario político de Andalucía y en el que estuvieron muy presentes las próximas elecciones municipales de mayo.Según explicó, la portavoz de la coalición ciudadana, Eva de Ara, que aseguró que no están en contra de participar en la selección de ciudades europeas, «este es un acontecimiento importante mientras que la propuesta llevada al Pleno no concreta nada como por ejemplo un presupuesto».El concejal no adscrito Raúl Salinero afeó al alcalde que no haya respetado las «buenas formas institucionales» para haber reunido más apoyo ya que, en opinión de este edil, Javier Lacalle utilizó de forma electoralista el Consejo Social al arrogarse este proyecto. «Nos consta el malestar de muchos colectivos y asociaciones», dijo este edil, que finalmente dio su apoyo en la votación igual que su compañera no adscrita Blanca Guinea.Entre las formaciones que sí apoyaron la propuesta, el grupo socialista lamentó en voz de su portavoz, Daniel de la Rosa, que la proposición no haya conseguido arrancar la unanimidad y expresó: «mal empezamos»; cuestión que achacó directamente al alcalde por intentar «apropiarse y por politizar» esta iniciativa cultural.«Coincido con las intervenciones que me han precedido en decir que ha intentado apropiarse del proyecto y, por tanto, el principal responsable de esta muestra de debilidad del Pleno al no ser unánime es usted», manifestó. Para De la Rosa, se debe buscar la complicidad del Consejo Social de la ciudad de Burgos, como el ámbito de debate y diálogo del conjunto de la sociedad burgalesa, y opinó que la Sociedad de Promoción podrá impulsar el trabajo que se realice.En su opinión, el proyecto que se realizó para la convocatoria de 2016 «no era un mal proyecto, era el mejor junto al de Córdoba, pero fue una decisión política la que otorgó el premio de ser Ciudad Europea de la Cultura a San Sebastián».Desde Ciudadanos, el concejal Vicente Marañón expresó el apoyo a este proyecto «que genera ciudad». Sin embargo, también manifestó su temor de que Lacalle utilice como arma electoral los pasos que se vayan dando a favor de la Capitalidad Cultural.El alcalde cerró el debate con el deseo de que los que ayer se abstuvieron se sumen en los próximos meses ya que, a su juicio, no lo hacen ahora por «intereses electorales». En su opinión, el trabajo que se realizó para la Candidatura de 2016, así como el Centenario de la Catedral deben ser «los mimbres» para el proyecto para el 2031.En su opinión, los tiempos no son tan amplios, quedan 12 años hasta 2031, porque el primer documento debe presentarse dentro de cuatro años. «Si no lo aprobamos ahora teniendo en cuenta que hay elecciones en mayo no se podría hacer hasta después de verano y entonces estaríamos perdiendo todo este año», argumentó.ALIMENTANDO RIVALIDADESLa pugna política, la cercanía de las elecciones y unas declaraciones desafortunadas del alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, reclamando más inversiones para su ciudad, llevaron a PP y Cs a presentar sendas proposiciones planteando prácticamente lo mismo, pero de manera diferente. Fue la Ciudadanos la que logró sumar más apoyos ya que el PSOE, al eliminarse la referencia expresa a Puente, votó a favor, mientras que en la propuesta de los populares, los socialistas se abstuvieron.La portavoz del equipo de Gobierno, Carolina Blasco, defendió su moción frente a la de la formación naranja asegurando que Puente ve solo rentable la inversión en Valladolid. En la de Ciudadanos se rechazaron las declaraciones y se pidió respaldo a la cohesión entre territorios.