El TSJ ratifica 6 años de cárcel por intentar matar a su padre

El Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha condenado al hombre que intentó matar a cuchilladas a su padre en 2016 en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro a seis años de cárcel, pena que deberá cumplir en un centro psiquiátrico penitenciario.Además, se le prohibe acercarse a menos de 500 metros de su padre, su vivienda, así como la prohibición de poder comunicarse con él durante siete años.

La Sala de lo Civil y Penal confirma así la sentencia impuesta por la Audiencia Provincial de Burgos y mantiene la condena impuesta al acusado por un delito de asesinato en grado de tentativa con la circunstancia mixta de parentesco como agravante y la eximente incompleta de alteración psíquica.

Los hechos ocurrieron en 2016 cuando el hombre, que estaba incapacitado y tutelado por la Fundación Tutelar para personas con enfermedad mental en Castilla y León (FECLEM) a causa de una esquizofrenia paraonide que padecía, acudió -como hacía frecuentemente- a desayunar a casa de sus padres. En un momento dado y sin mediar discusión previa, cogió un cuchillo de cocina y asestó 5 puñaladas en el abdomen a su progenitor, al que responsabilizaba de sus 43 ingresos hospitalarios.

Según se recoge en la sentencia del Alto Tribunal de la Comunidad, el condenado acudió a casa de sus padres en Miranda en torno a las 7.30 horas del 20 de octubre de 2016 para ir a desayunar, como en otras ocasiones.Ese día, su padre había bajado a comprar el periódico a una gasolinera cercana.Cuando volvió, se encontró al acusado esperando junto al portal de la vivienda.Cuando ambos llegaron al piso, el padre fue al baño, y al regresar encontró al acusado en la cocina con un cuchillo en la mano. Sin que mediara palabra y no hubiera una discusión entre ellos, el acusado tiró a su padre al suelo y, tras inmovilizarle, empezó a acuchillarlo, llegando a asestarle cinco cuchilladas en el abdomen.

En ese momento, apareció la madre y empezó a forcejear con el acusado para evitar que siguiera acuchillando a su padre, lo que hizo que se rompiera el cuchillo. El condenado dijo que «yo ya he hecho todo lo que tenía que hacer, ahora llama tú a la policía», y se marchó después de la vivienda. Poco después aparecieron dos agentes de Policía en la vivienda y otros de Policía Local. El acusado fue interceptado y detenido cuando salía del portal. Al ser arrestado, comentó a uno de los agentes que «ni en la calle nadie se había portado tan mal» con él como su padre, lo trataba como un perro y «por eso lo había pagado».

Su padre fue trasladado de urgencia al hospitalSantiago Apóstol, donde tuvo que ser intervenido. En la sentencia se señala que el acusado tenía una «afectación muy intensa de los fundamentos de la imputabilidad».