La plantilla pide otras mejoras además del alza del 4% que Aspanias propone

BURGOS

El 2018 terminó revuelta en Aspanias y el 2019 ha terminado con los trabajadores en plena movilización que ayer fue visible en una concentración de trabajadores con y sin discapacidad en la Plaza del Cid y la dirección del grupo con una propuesta unilateral de subida del sueldo en un 4%. Los sindicatos recuerdan que la protesta «visibiliza el malestar llega tras más de dos años de negociación buscando un cambio de actitud por parte de los directivos de Aspanias porque la negociación está atascada», señala el representante sindical, Rafael Lacalle. Para el director general de Aspanias, José María Ibáñez, apunta que «la mesa del diálogo social sigue abierta donde creo que debemos trasladar los debates internos pero no trasladar argumentos interesados».

Será el 28 de enero donde cada una de las partes plantearán de nuevo sus propuestas para elaborar un convenio supraempresarial (abarca a Fundación Aspanias, Asociación Aspanias, Fundación Cisa que gestiona el Centro Especial de Empleo y Aspaniasmerc que gestiona las residencias de Villadiego y Salas) y supra sectorial (porque el trabajo del grupo afecta principalmente a áreas como dependencia, centros especiales de empleo, salud mental y gestión).

La medida afecta a un total de 700 trabajadores del grupo Aspanias de los que 300 tienen algún tipo de discapacidad. «Es un convenio innovador en el ámbito de lo social, no hay experiencia y eso nos lleva tempo a todas las partes», señala Ibáñez. Considera que agrupar todos los convenios de la diversidad de negocio lograda por Aspanias necesita «una garantía jurídica». Considera que no es «una herramienta para recortar derechos, ingresos, es una herramienta para tener una gestión eficaz», señala su gerente.Acercamiento

Los representantes de la plantilla, que ayer se manifestó por el centro de Burgos para visibilizar sus reclamaciones, no entienden el giro hecho hace unos días de subir de forma unilateral el 4% a todos los trabajadores. «Si en diciembre no fuimos capaces de llegar a un acuerdo porqué tres semanas después vienen con una cifra que entonces habríamos visto como un cambio de actitud por parte de la gerencia», sentencia Lacalle. Aunque en principio se ve como «una esperanza de acercamiento de posturas» consideran innegociable «asumir a mayores una compensación por la congelación salarial que los más de 250 trabajadores sufren desde 2012, es algo a lo que no podemos renunciar». Ponen en duda también porqué esa subida se otorga solo a un año vista. «Es un periodo que establecemos con la esperanza de serenar el diálogo y darnos el tiempo de un año para alcanzar un acuerdo que si llega en tres meses se aplicará pero que esperamos tener el plazo de un año para alcanzar esa paz social y ser capaces entre todos de aprobar ese convenio», explica José María Ibáñez. Por eso desde la dirección no entienden las críticas y el rechazo a esta medida «si hace dos semanas que el sector de ayuda a familia se cerró a nivel estatal con un 1,7% de revalorización salarial pero ven negativo el 4% que hemos aprobado en los órganos de gobierno y el patronato», relata.

Pero para los sindicatos hay que ir más allá. La actualización del Salario Mínimo «no debe aplicarse a costa de reducir los plus de complementos por turnicidad, nocturnidad etc porque entonces quienes llevan más años de experiencia laboral no notarán esa subida salarial», explican desde UGT aunque reconocen que «quien entre ahora sí disfrutará esa subida». También reclaman que las tablas salariales «se apliquen a todos» y haya «transparencia total en todos los cargos». También reclaman, entre otras mejoras, una reducción progresiva de jornada laboral «especialmente en los trabajadores con discapacidad» y horas de permisos retribuidos equiparados al convenio estatal de la discapacidad. También plantean mayores coberturas en bajas y acabar con la discriminación de categorías.Más información en la edición impresa