La Fábrica de la Moneda doblará su producción con su nueva maquinaria

Nada escapa al azar cuando deslizamos un billete de 50 euros de la cartera al comercio. Cada dibujo tiene una razón de estar ahí, cada marca tiene un proceso que en la Fábrica de Moneda y Timbre de Burgos tienen completamente interiorizado. Pero desde abril de 2018 pueden realizar el doble de papel de seguridad para la impresión de billetes y, por tanto, recuperar su presencia internacional.La nueva instalación, que sustituye a otra anterior operativa hasta 2017 y que se encendió por primera vez en 1952, permitirá multiplicar su operatividad que ha supuesto una inversión de 26,6 millones de euros de los 27 millones concedidos en 2014 cuando arrancó el proyecto. «Esta nueva máquina da respuesta a las necesidades del mercado pasando de las más de 2.000 toneladas que producíamos antes a alcanzar las 3.300 toneladas», explicó en el acto de presentación el director general de la Real Casa de Moneda y Timbre, Jaime Sánchez Revenga, en la visita a la nueva nave de autoridades de la ciudad y la provincia.«Este es un proyecto ambicioso que en la fábrica creíamos necesario para seguir en Burgos y poder competir en los mercados porque dependemos de los concursos internacionales», explicaba el director de las instalaciones burgalesas, Antonio Olmos. La fábrica ha llegado a suministrar papel de seguridad en 32 países de todos los continentes. Pero con la llegada del euro la vieja máquina se había centrado en los billetes europeos de los que se suministra papel a España pero también a otros países europeos como Grecia y Portugal. Esa instalación, que está parada desde finales de 2017 y que podría tener una segunda vida en un país asiático, se sometió a diversas actualizaciones dentro de sus cinco décadas de vida.

Especialmente con las «altas exigencias de seguridad del papel de euro». Pero tenía limitaciones como la poca versatilidad de tamaños de papel y que solo puede utilizar papel de algodón. La nueva instalación tiene variabilidad de tamaños, con lo que puede adaptarse a las exigencias de diferentes mercados, pero también admite otros tipos de papel como la celulosa. Esa versatilidad permitirá a las instalaciones burgalesas recuperar mercados como Filipina o Nigeria, donde ya se operó en el pasado. Pero también se trabaja en certificarse para poder fabricar el papel de los pesos mexicanos o argentinos.La máquina de papel

La nueva maquinaria tiende hilos de seguridad que se introduce entre dos planchas de papel de algodón que formarán el billete de 50 euros que se imprimirá en el futuro. Antes se han elaborado en un papel de hilos de cobre las marcas de seguridad de cada papel (se fabrican billetes, papel para pasaportes etc) que después se imprimirá sobre el papel. Un proceso singular en el que la nueva máquina de papel da el doble de velocidad.La fábrica ha tenido que levantar una nueva nave dadas las dimensiones de la nueva maquinaria que alcanza los 80 metros de largo y los 14 metros de alto. Su primera prueba de éxito se vivió el 14 de febrero del año pasado al salir su primera banda de papel y el 23 del mismo mes ya fabricaba la primera hoja de ancho de máquina tras pasar con éxito las diferentes etapas y los principales componentes desde el molde formador hasta la enrolladora.Con esta máquina de papel se han adquirido también otros equipos auxiliares como una prensa de Hincado de Telas para poder fabricar los moldes formadores en el formato de la nueva maquinaria que se ha diseñado desde la propia fábrica de Burgos que ha contado con ingenierías radicadas en Villalonquéjar para su puesta en marcha. El reto para la dirección y para la plantilla, de alrededor de 160 trabajadores, es poder tener volumen de trabajo para otros 50 años más.