Sindicatos recuerdan a las empresas que «la subida del SMI es obligatoria»

«Nuestra prioridad es la subida de salarios, tenemos que llegar a un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de 1.000 euros en el año 2020». Así lo aseguró el secretario provincial de UGT, Pablo Dionisio Fraile, quien ayer abordó junto al secretario provincial de CCOO, Ángel Citores, la marcha de la negociación colectiva en la provincia burgalesa y el cumplimiento del IV Acuerdo para el empleo y negociación colectiva (AENC), que «tiene un carácter totalmente obligacional».Precisamente sobre la subida del SMI a los 900 euros que entraba en vigor el pasado 1 de enero, Citores señalaba que once convenios provinciales deben actualizar sus tablas para pagar a sus trabajadores tal y como marca la ley. Así, en una de sus categorías se verían afectados los sectores del comercio de alimentación; equipamiento de la persona, comercio mixto; envasados y preparados de especies naturales; fabricación de muebles, ebanistería y carpintería y panaderías. En el caso del sector de mayoristas y minoristas de vinos y licores afectaría a cuatro categorías y en el comercio del metal, a dos. Los sectores más afectados serían el de limpieza de edificios y locales 6 y el de exhibición cinematográfica, con 7 categorías.«El incremento es de obligado cumplimiento y no es necesario esperar a la actualización de las tablas para ello, señaló Citores quien aseguró tener constancia de que «hay empresas burgalesas, por norma general pequeñas, que no están pagando todavía el SMI». Para el secretario provincial de CCOO es clave que los salarios suban para que «haya pensiones dignas y la economía se pueda mover, hay que repartir la riqueza tras una crisis muy dura donde se vieron afectados miles de ciudadanos».En este sentido, Fraile recordaba que de cara a este nuevo año sindical, «el objetivo es que en todos los medios haya unos mínimos establecidos porque hay muchas categorías por debajo del SMI».AspaniasAunque Citores señalaba que «por el momento es difícil ver conflictivas en la negociación de convenios sectoriales, no ocurre lo mismo en negociaciones de empresa. Precisamente Fraile ponía sobre la mesa la negociación con Aspanias. «No avanzamos de ninguna manera, hay un enquistamiento por parte de la gerencia que no llegamos a comprender», señaló y adelantó que «el problema no se solucionará si su comportamiento no cambia y ese cambio debe darse con una mejora de las condiciones de los trabajadores, que son una ‘mierda’».Por su parte Citores aseguraba no creerse a «esas empresas que dicen que no pueden llegar a salarios de mil euros, nos están tomando el pelo, sobre todo cuando sus administradores y gerentes aumentan sus salarios, que ya son altos, cada año».Otros de los objetivos sindicales para este año se centran en conseguir que «no haya convenios con ultraactividad y lograr una mayor flexibilidad en la jornada para la ordenación del trabajo y la mejora de la conciliación laboral y familiar». Se suman al listado de tareas, la «importante» regulación del empleo en subcontratación y recuperar las condiciones iniciales del contrato relevo para «renovar las plantillas de forma que ambas partes estén cómodas».