El Correo de Burgos

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Preocupación en los barrios por el futuro de sus fiestas

El distrito periférico es unánime en que los vecinos no pueden asumir la responsabilidad derivada de la organización

Chupinazo en las fiestas de las Candelas con el alcalde y varios ediles.-RAÚL G. OCHOA

Chupinazo en las fiestas de las Candelas con el alcalde y varios ediles.-RAÚL G. OCHOA

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N. E.
Burgos

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Las bases para acudir a las subvenciones municipales para organizar las fiestas de los barrios han causado una honda preocupación entre los responsables de las asociaciones y consejos que se ponen al frente de los preparativos.El último consejo ejecutivo del Instituto Municipal de Cultura aprobó hace unos días la convocatoria en la que recoge explícitamente que el organizador de las fiestas son «los peticionarios de las subvenciones». Por tanto, deben «asumir formalmente el papel de organizador» y deben firmar una «declaración responsable asumiendo la condición de organizador».El grupo municipal socialista alertaba de esta novedad y manifestaron su oposición a las mencionadas bases con su voto en contra, aunque resultaron aprobadas con el apoyo de otras formaciones. Para la concejal Nuria Barrio el organizador debe ser el Ayuntamiento y, por tanto, «no debe traspasar esa responsabilidad a las personas que de buena fe y de manera altruista se dedican a ayudar en las fiestas de su barrio».

Para José Fernández, representante del barrio de San Pedo y San Felices, «es una barbaridad» que un particular tenga que firmar un documento haciéndose responsable con su patrimonio personal y familiar de la fiesta de su barrio y considera que cada año se reduce el apoyo del Ayuntamiento a estas celebraciones que son tradicionales. Aun así, la cercanía de las fiestas en honor a la Cátedra de San Pedro de Antioquía, que comienzan el 22 de febrero, hará que Fernández firme ese anexo recogido en las bases. «Lo voy a firmar pero aquí tenemos un debate para los próximos años, eso sí este año vamos a renunciar a la bomba anunciadora para evitar problemas», aseguró.Por otro lado, comentaba que desde su barrio tiene la suerte de contar con que muchas de las actividades se realizan en una instalación municipal como es el Hangar que tiene todas las garantías, pero señala que en otros barrios que dependen de una carpa para organizar una verbena la situación se complica para velar por la seguridad.Desde el barrio de Villalonquéjar, que celebra sus fiestas el tercer fin de semana de julio, Javier Trascasa, representante del consejo de barrio, tiene claro que no puede afrontar la responsabilidad. «Creo que ni yo ni la mayoría», aseguraba este vecino, que manifestaba que los barrios periféricos de la ciudad de Burgos están de acuerdo en que no quieren suspender las fiestas y reclaman más apoyo municipal.Sergio Simón Portillo, de Villatoro, enfatiza esta idea de que no quieren que se suspendan las fiestas de los barrios, también en el mes de julio. «Los mozos de cada año son los que se encargan de hacer unas fiestas a su gusto, les he dado las bases con toda la información y en esas condiciones no quieren hacer nada y yo tampoco», precisa.En el caso de Gamonal, que está celebrando estos días las fiestas de las Candelas, el consejo de barrio ha asumido la organización ya que, de hecho, las bases se han conocido con posterioridad al chupinazo. Así, los vecinos han tenido que contratar un plan de emergencia o autoprotección y asegurarse de que se cumple lo recogido en dicho plan.Adolfo Díez, de Villafría, que se ha leído la Ley de Espectáculos Públicos de Castilla y León 7/2006 y las nuevas bases, expresaba que «no queremos más dinero para contratar planes de emergencia, sino que debe asumirlo el Ayuntamiento». Asegura que cuando se firmó el acuerdo por el que Villafría pasaba a ser un barrio de Burgos se recogió que el Ayuntamiento se encargaría de la organización de las fiestas, que se celebran en el mes de julio. Díez asegura que no es que no quieran asumir la organización «sino que creemos que no tenemos misma la capacidad que un Ayuntamiento con todos sus medios materiales y humanos ante cualquier incidencia que pueda ocurrir».En Villímar ya están buscando nuevos responsables del Consejo de Barrio para que soliciten las subvención para las fiestas de 2019, «en su defecto, quedarían suspendidas las mismas», avisan en una comunicación que se ha pegado en varios lugares del barrio.Por su parte, el concejal José Antonio Antón asegura que el Ayuntamiento no se desentiende de los barrios en la organización de las fiestas y asegura que, en la medida que son los responsables de autorizar la ocupación de la vía pública, tienen responsabilidad. Precisa que en otras ciudades se sigue este mismo modelo reflejado en las bases aprobadas en la semana pasada y pone como ejemplo Valladolid y Zaragoza. El edil entiende la preocupación, señala que la seguridad de los vecinos es lo primordial en los festejos y asegura que igual hay que primar más actos infantiles frente a verbenas.Antón indica que este año las bases han ampliado el presupuesto de 163.000 a 179.000 euros, una cantidad que los barrios pueden dedicar a los planes de emergencia y a contratar seguridad.

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