Carnaval
La seguridad de la quema de la sardina, a cargo del Ayuntamiento
El Consistorio asume esta responsabilidad tras el incidente del año pasado y ante la negativa de los hosteleros del centro, que sí organizarán otras actividades en la calle
El problema de la sardina es quién asume la responsabilidad de hacerla arder, tras la deflagración del año pasado.-ISRAEL L. MURILLO
Los bomberos serán este año los encargados de prender la sardina, tras su oportuno velatorio por las calles del centro. Lo harán porque tras el incidente registrado en el cierre del Carnaval de 2018 -cuando el uso de gasolina propició una explosión incontrolada de la pieza- los tradicionales promotores de la cita, la Asociación de Hosteleros Burgos Centro, se negaban a asumir de nuevo esta responsabilidad porque las nuevas exigencias para prevenir sustos como aquel «cambiaban las reglas del juego» y disparaban la burocracia.
El diálogo entre ambas partes daba sus frutos in extremis hace apenas diez días, con un acuerdo por el que el Ayuntamiento accedía a hacerse cargo en exclusiva de este acto, que contará con un plan de seguridad específico diseñado a petición del IMC por el área municipal competente en la materia. Así lo indicaba ayer el concejal de Festejos, José Antonio Antón, en la presentación del programa lúdico que copará la agenda desde el viernes 1 de marzo hasta el martes 4.
Los hosteleros, por su parte, organizarán diversas actividades de calle, principalmente gastronómicas y musicales, además del típico entierro previo a la traca y la quema de la sardina, que eso sí, al igual que en la anterior edición, tendrá lugar en La Flora una hora antes de la medianoche.
Hasta que llegue ese momento, no obstante, el programa depara un extenso listado de citas para gozar del Carnaval 2019. La fiesta más popular del invierno busca de hecho, según Antón, pasar página y «consolidarse». Con este fin se mantiene la apuesta por los cuatro pilares que la sostienen, día a día. A saber, «el pregón, que esta vez se encomienda a la presidenta de la Asociación Burgosalsón, Romina Ventín»; el desfile sabatino, en el que están inscritas 29 entidades; la tradición que protagoniza la jornada dominical, en la que toman la calle personajes «atávicos» conocidos como Los Antruejos; y las propuestas familiares -como el ya típico chocobizco, apto para celíacos y amenizado por Bambalúa Teatro, en la Plaza Mayor y el parque Félix Rodríguez de la Fuente- pensadas para que los más pequeños disfruten de lunes y martes sin cole.A estos hitos se suman otros, tales como «el clásico y particular canto de chirigotas de la Peña Recreativa Castellana» en la escalinata de la Puerta de Sarmental el domingo por la mañana o el reparto de sopas de ajo que lleva a cabo Burgosalsón. Su presidenta, Romina Ventín, «ilusionada por la misión de abrir la celebración» subrayaba ayer el creciente interés por esta cita en la que empezaron repartiendo 800 raciones y llegan ya a 1.500.
También ocupan parte destacada del programa la compañía Ronco Teatro, que pasea por la ciudad a Don Carnal y Doña Cuaresma, y la Asociación de Artistas Plásticos de Gamonal, responsable de las carrozas del desfile y de la sardina «que este año es más pequeña para poder guardarla en el Monasterio de San Juan sin tener que recortarla, como ocurría el año pasado, sencillamente», precisó el edil.LAS MARZAS
Los caprichos del calendario han querido además que en esta ocasión el Carnaval confluya con otra de las grandes tradiciones de invierno: las Marzas. El canto de bienvenida al mes entrante servirá de hecho para calentar motores pues tendrá lugar, como siempre, en la medianoche del jueves 28 de febrero. Antes, a las 22.30 horas, el Grupo Gavilla pedirá al alcalde en la misma Plaza Mayor la licencia para ello.