Chollos con otro formato

La feria Burgostock ha dado un giro radical en la edición de este año con un cambio de formato en el que se ha dejado a un lado el tradicional encuentro comercial que se celebraba en el Fórum, en el que las tiendas vendían su estocaje en los diferentes puestos habilitados. En esta ocasión, y a lo largo de esta semana, serán directamente los comercios del centro histórico los que vendan esos productos directamente.

El presidente de la asociación de comerciantes Centro Burgos, Raúl Martínez, se trata de una experiencia nueva que ya se realiza en otras ciudades. El objetivo es «conseguir acercar a los clientes a todos los establecimientos», a la vez que el formato de la feria como el que se realizaba hasta ahora ha perdido interés, por lo que «hay que darle un aire distinto». Lo que se pretende es también impulsar el comercio de proximidad, amenazado por las compras a través de internet, que «la gente venga a las tiendas del centro, que las recorra». En el fondo, añade Martínez, se trata de mantener el espíritu de la feria pero «con más espacio».

Se busca también la promoción del centro comercial abierto, así como hacer más sencilla la participación de todos los establecimientos comerciales de la zona. Otra de las ventajas que presenta este nuevo formato es que los comercios tienen la posibilidad de disponer de su local para dejar el espacio que consideren para los productos sobrantes y poder mostrar los de la nueva temporada. En el caso de los excedentes, los descuentos serán a partir del 70%.

Para atraer a los clientes, los comerciantes, en algunos casos, han sacado sus productos a la calle para «llamar la atención». Durante este primer día, la aceptación ha sido buena, teniendo en cuenta que se trata de un cambio notable respecto a años anteriores. Y por el momento, la buena temperatura ha ayudado, señala el presidente de Centro Burgos. El proyecto está enmarcado dentro de uno más global, Burgos Ciudad de Compras.