Una oda a la guasa, el jolgorio y la desinhibición

El aire reivindicativo y burlón de los carnavales regresó un año más a la capital burgalesa con el gran desfile de Carnaval, una comitiva de lo más variopinta donde se dieron cita personajes de los cuentos de Disney, astronautas y coches de choque, entre otros muchos. Un paseíllo cargado de personajes diversos y peculiares que acaparó las miradas de miles de burgaleses que acudieron a una de las citas centrales de esta celebración en la que en esta ocasión el frío no fue el fiel acompañante de los tradicionales personajes Don Carnal y Doña Cuaresma y la siempre burlona Gula.Una batucada robótica abría uno de los desfiles más multitudinarios de los últimos años y es que la climatología permitió a protagonistas y público lucir sus mejores galas carnavalescas. Grandes muñecos hinchables seguidos de esqueletos ataviados al estilo de las catrinas mexicanas daban paso a los personajes más ancestrales de esta fiesta con siglos de historia. Doña Cuaresma y Don Carnal precedían a la Gula, que desde una gran cama invitaba a los presentes a ‘pecar’. Tras ella, llegaba la sardina, custodiada por un grupo de hippies.La llegada de las asociaciones de apoyo a las personas con discapacidad llegaron arrancó los aplausos de los asistentes. Los usuarios de Aspanias desfilaron disfrazados de las flores de un jardín en el que ‘se siembran sueños’, como rezaba el lema de su pancarta. Los usuarios del Centro Ocupacional El Cid llegaron al Paseo del Espolón ataviados como astronautas, mientras que los miembros de Apace lo hacían como maquinistas de un tren cargado de sueños.Tras las asociaciones del tercer sector colegios, peñas y entidades cargaron de color, originalidad y música el desfile. Así, por las calles de la capital burgalesa desfilaron los famosos marcianos de Toy Story, mimos, jardineros con sus tiestos y todo tipo de personajes terroríficos. Entre el público, los niños mostraban sus disfraces a sus compañeros de fila y compartían elementos de atrezzo como las pistolas de vaquero, varitas mágicas o caballitos de madera.Los mayores disfrutaron también como niños. Algunos disfrazados de los pies a la cabeza camuflados con el ambiente. Otros apostaron por indumentarias mucho más sencillas. Con una nariz pintada y una peluca roja, más que suficiente. Mientras tanto, en el desfile llegaba el turno de un numeroso grupo de vikingos, unas medusas de lo más originales y un rebaño de ovejas, que soltaba alguna que otra cagarruta cuando veía al lobo llegar.También desfilaron por las calles del centro histórico un grupo de los famosos bombones Ferrero Rocher, payasos, los ladrones de La Casa de Papel, unos piratas llegados desde Capiscol y Astérix y Obélix perseguidos por un ejército romanoUbicados cerca del Arco de Santamaría y entre el público asistente, Antonio y su mamá disfrutaron del desfile al ritmo de la música, ella disfrazada de india y él, de vaquero. «Nos gusta disfrazarnos juntos y disfrutar de los carnavales», comenta Rocío, mientras el pequeño explica que el viernes iba disfrazado de Goku, el famoso personaje de la serie Dragon Ball. Unos pasos más allá, dos mellizas disfrazadas de los simpáticos e incansables Minions, corretean alrededor de sus padres. Ellos no van disfrazados, les puede «la vergüenza», tal y como explica Juan. Sí se disfrazarán, sin embargo, por la noche. «Nos juntamos varias parejas de amigos con los niños en una casa y celebramos una fiesta». El atuendo escogido para la celebración ya está listo. «Iremos de Los increíbles», apunta divertido.También hubo espacio para un grupo de monigotes muy particular, un gran museo cargado de obras de arte, superhéroes, fichas de un gran parchís y personajes de Alicia en el País de las Maravillas y de Aladín. Cerraron la comitiva, un equipo completo de participantes en las Olimpiadas, señales y conos, medicamentos, egipcios y momias y personajes de la mítica película Grease.Más Carnaval

La jarana continúa hoy por las calles de la capital burgalesa con la exposición de la sardina, que organiza la Asociación de Hosteleros Burgos Centro. A partir de las 12, quien lo desee podrá hacerse un selfie con el famoso pez. También la asociación ofrecerá un asado popular en la calle Sombrerería, desde las 13 horas y hasta las 16 horas, a un precio de 3 euros. Sobre las 13 horas, el Comité de Folclore desarrollará su ‘Carnaval Tradicional’ con los tarascas, cachidiablos, botargas, vacas rabonas, zamarracos, peleles y otros personajes tradicionales.A partir de las 13.30 horas, la comparsa de la Peña Recreativa Castellana vuelve a la puerta del Sarmental de la Catedral para sacar más de una sonrisa a burgaleses y visitantes con sus coplillas. Por la tarde, a partir de las 18 horas, el Grupo de Danzas María Ángeles Sáiz celebrará el ‘Domingo de Piñata’, una gran fiesta de disfraces con merienda dirigida al público más pequeño. Será en la calle Teresa Jornet.