La discreción de la prostitución en pisos complica la labor deBetania

l trabajo de los seis profesionales y 11 voluntarios de Betania se complica un poco más. A la invisibilidad del consumidor de prostitución que mantiene activa la red de explotación sexual de mujeres se une la invisibilidad de los centros donde se realizan los servicios. En los últimos seis años se han reducido en ocho los prostíbulos. En Burgos existen 18 clubs de este tipo pero mientras los clubs se reducen aumentan los pisos dedicados a la prostitución. «Estamos observando en los últimos años el desplazamiento del ejercicio de la prostitución de lugares públicos a privados y eso complica bastante el trabajo puesto que la privacidad de las viviendas da un anonimato mayor», señala la coordinadora del programa Betania, Consuelo Rojo.

Este programa, financiado por el Ayuntamiento de Burgos con 49.000 euros, realizó el año pasado un total de 475 visitas de las que 379 se llevaron a cabo en clubs y 105 en pisos usados como prostíbulos. «Son pisos normales, dentro de cualquier bloque de vecinos donde no hay nada que identifique lo que se hace allí», señalan desde Betania con lo que la forma de acceder es por la comunicación de otras instituciones o por el servicio que desde hace más de dos décadas realizan las religiosas Adoratrices. «Las mujeres nos conocen y el boca a boca funciona», destaca Rojo.

Tras este primer contacto, generalmente vinculado a temas sanitarios porque al ser un 56% extranjeras en situación irregular solo se las ve en urgencias, se establecen los talleres socio-sanitarios con información sobre salud y ámbito social. El siguiente paso es el Centro de Apoyo Social en el que en 2018 se han atendido a 86 mujeres. El 29% son menores de 25 años pero también se ha observado un incremento de aquellas mayores de 30 años que suponen el 56%.

El último paso del programa es la casa de acogida de Betania. En 2018 se atendieron a 14 mujeres de las que nueve podrían ser víctimas de trata. En total se calcula que de las atenciones realizadas 32 son presuntas víctimas del tráfico de personas. «Normalmente las víctimas de trata solo podemos tener indicios y, generalmente, llegan de otras ciudades y es la Red Nacional de Trata la que decide la zona a la que tiene más arraigo y se derivan allí», señalan. Para la concejal de Servicios Sociales, Gema Conde, el trabajo que se realiza en Betania es «un trabajo muy especializado en un ámbito muy concreto donde se ha regularizado la situación de residencia del 79% de las mujeres atendidas en Casa de Acogida y donde sorprenden la juventud de las mujeres ya que una de cada dos tiene menos de 25 años», señala Gema Conde.

La labor de acompañamiento de Betania abre procesos «muy largos que no pueden mirarse en un año porque es trabajo de varios anual porque el trabajo es año a año». Rojo pone el foco en la situación de la mujer. «Viven situaciones muy complicadas y no sólo económicas, también vienen de entornos de mucha violencia, donde a penas se las ha tenido en cuenta», señala Consuelo Rojo. En cuanto a los consumidores de prostitución Rojo denuncia su «invisibilidad» y la normalización de este tipo de consumo. «Para erradicar esta actitud abogamos por la educación afectivo-sexual y en valores de igualdad», sentencia.

Fiesta por la mujer

Betania celebra la alegría de ser mujer y de superar los problemas. Algo que han logrado 1.000 mujeres desde la puesta en marcha del programa Betania. Salir de esta situación es un esfuerzo que hay que celebrar. Por ello se ha puesto en marcha la Gala Betania que se llevará a cabo el próximo viernes a partir de las 19.30 horas en el Auditorio de Cajacírculo (Calle Ana Lopidana,6). «Manejamos tantas situaciones de sufrimiento que queríamos hablar de las mujeres en positivo, de las mujeres fuertes como con las que trabajamos día a día y hacerlo de una manera», destaca Consuelo Rojo.