El Correo de Burgos

Quince años para rematar el mayor cambio urbano de la ciudad

El Ayuntamiento ha invertido 90 millones en los 13 tramos del anillo interior de circunvalación

Vista elevada de la prolongación del vial a continuación del puente de Las Rebolledas hasta la rotonda de la avenida Valentín Niño durante la realización de las obras.-ISRAEL L. MURILLO

Vista elevada de la prolongación del vial a continuación del puente de Las Rebolledas hasta la rotonda de la avenida Valentín Niño durante la realización de las obras.-ISRAEL L. MURILLO

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Dos anillos concéntricos rodean el casco urbano de Burgos permitiendo la derivación del tráfico fuera de las zonas más pobladas. El círculo exterior se cerró hace tres años con la inauguración de la ronda noreste, ahora incorporada a la llamada BU-30 que permite sortear la ciudad a quienes se dirigen a otros destinos finales. Esa obra se comenzó con la construcción de la llamada autovía de ronda, a la altura del barrio del Crucero y supuso el fin de los sempiternos atascos veraniegos en la capital burgalesa.

El anillo interior, como toda obra tuvo un principio y un final, que está a punto de producirse. Son dos momentos que están separados en el tiempo nada menos que por 15 años y ha supuesto una inversión millonaria para las arcas municipales. Sus consecuencias han sido la mayor transformación urbana que haya vivido la ciudad de Burgos en su historia reciente.Hoy se pone en servicio el tramo que salva el desnivel entre las avenidas de Fuentecillas y la de Valentín Niño como prolongación del recién inaugurado puente de Las Rebolledas. Es la pieza que faltaba para cerrar el perímetro de este anillo que enlaza los barrios de Villímar al noreste de la capital con Fuentecillas por el norte, siguiendo la avenida de los Príncipes de Asturias, Cajacírculo, Islas Baleares y Valentín Niño, y por el sur a través de la prolongación de la calle Esteban Sáez de Alvarado, Juan Ramón Jiménez y el bulevar hasta el Hospital del Rey.

En total el anillo perimetral interior de Burgos se compone de 13 tramos que se fueron construyendo sucesivamente a lo largo de tres mandatos municipales y que han supuesto una inversión global de 90 millones de euros, según el cómputo municipal al que ha tenido acceso este periódico.

El último tramo de la circunvalación interior empalma el vial que llega desde la Cellophane al Hospital del Rey y prosigue por el puente de Las Rebolledas con la avenida de Valentín Niño, que sirve de comunicación con la parte norte de la barriada Yagüe, por el lado oeste, y en sentido contrario con la glorieta de Juan Gil desde la que se puede acceder a la carretera del Cementerio-avenida Cajacírculo para seguir la ronda interior o bien doblar hacia el polígono de Villalonquéjar, además de retroceder hacia el barrio de San Pedro de la Fuente.Quince años

Este último tramo de la ronda interior se ha desarrollado en tiempo récord dadas las buenas condiciones meteorológicas del mes de febrero que han permitido asfaltar el vial en una época en la que habitualmente no es posible por las bajas temperaturas.

El primer tramo del anillo interior se empezó a construir hace casi quince años, a finales de 2004 y se concluyó a lo largo de 2005 en la zona de los sectores urbanísticos VG1 y 2, que hoy coinciden con la nueva estación de trenes y Villímar sur. Posteriormente se dio paso a uno de los proyectos más complejos del anillo interior como fue la construcción del paso inferior bajo la glorieta de Félix Rodríguez de la Fuente, que permitió prolongar el tráfico a distinto nivel entre la carretera del cementerio y la avenida Islas Baleares mediante el túnel.Igualmente complejo fue el tramo entre la calle Cartuja y Capiscol que incluye la construcción de los puentes sobre el río Arlanzón en la zona de Fuente El Prior. Éste es el tramo más costoso de toda la circunvalación interior ya que su ejecución supuso un desembolso de 20 millones de euros.

La prolongación de ese tramo obligó también a construir un paso a diferente nivel para que el anillo interior salvase la carretera de Logroño hacia la calle Juan Ramón Jiménez y el polígono de Gamonal. Posteriormente se cerro ese extremo del anillo con el tramo de Coprasa, que costó 1,5 millones de euros.

De cara al futuro queda pendiente alargar este anillo perimetral por el oeste prolongando el tramo del bulevar de doble carril que se puso en marcha en la zona de Las Huelgas y Parralillos, siguiendo el trazado de las antiguas vías hasta el barrio del Pilar, un proyecto que, según ha podido saber este periódico, estará incluido dentro del programa electoral de Javier Lacalle como candidato del Partido Popular a renovar su mandato en la Alcaldía. Precisamente Lacalle fue el concejal de Urbanismo que dio luz verde al inicio de la ronda interior en 2004, que se completa hoy, siendo alcalde, con la puesta en servicio del último tramo.

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