El Correo de Burgos

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El Ayuntamiento saldará su deuda directa en dos años

Si el nuevo gobierno local mantiene el ritmo de amortización actual

El alcalde, Javier Lacalle, detalló la liquidación del presupuesto de 2018 junto al edil de Hacienda, Salvador de Foronda.-RAÚL G. OCHOA

El alcalde, Javier Lacalle, detalló la liquidación del presupuesto de 2018 junto al edil de Hacienda, Salvador de Foronda.-RAÚL G. OCHOA

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L. B. / Burgos
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El Ayuntamiento podría saldar su deuda directa en «uno o dos años». Eso sí, siempre que se mantenga el ritmo actual de amortizaciones. Así lo aseguraba, satisfecho, el alcalde, Javier Lacalle, tras dar cuenta de la liquidación del presupuesto de 2018. El ejercicio cerraba con un remanente de tesorería de 46 millones de euros, a años luz de los 2,5 con los que despedía 2011.

El regidor municipal, en compañía del concejal de Hacienda, Salvador de Foronda, sacaban pecho de lo logrado: «Las cuentas están completamente saneadas», afirmaban ufanos, celebrando en particular la notable reducción del débito total, que tras superar los 200 millones se sitúa en la actualidad en 37,5. Solo el año pasado se amortizaban 23,7. Lacalle afirmaba que, de mantener el ritmo el equipo que tome las riendas del Consistorio tras las elecciones de mayo, tal capítulo podría quedar «a cero» de manera casi inmediata.Eso sí, sin contar con las obligaciones indirectas que el Ayuntamiento tiene como integrante de los consorcios del Desvío y de Villalonquéjar. Preguntado por estas, el primer edil subrayó la buena marcha de la venta de parcelas en ambos casos: «Triplica lo previsto y nos permite contar con un colchón para abonar las cuantías comprometidas con las entidades financieras».

De vuelta al presente, el alcalde recordaba que ya se han liquidado todas las deudas con la Junta de Castilla y León -tras pagar más de 20 millones por el Fórum- y con los afectados por las expropiaciones del polígono de Villalonquéjar, tal y como exigía el Plan Económico y Financiero, impuesto por el Gobierno regional para los ejercicios 2017 y 2018 y zanjado también el pasado 31 de diciembre. «Lo hemos cumplido a rajatabla y ha sido realmente positivo porque ha facilitado cierta estabilidad sin renunciar a inversiones que de otra manera no hubieran sido posibles», explicó Lacalle.

Este «esfuerzo de todos los burgaleses» es además compatible con disponer de liquidez suficiente para pagar todas las facturas y «con el hecho de ser el Ayuntamiento más inversor de toda la Comunidad», recordaba, de nuevo, el alcalde.MODIFICACIONES

Hecha la ‘foto fija’ a las arcas municipales al término del año, en los próximos días se aprobará un decreto de Alcaldía para destinar un total de 15 millones del remanente a distintos pagos. En concreto, 6,5 servirán para activar inversiones denominadas financieramente sostenibles que están comprometidas pero carecen de partida, 5 nutrirán la llamada Cuenta 413, «ese cajón general donde van las facturas pendientes de pago», y otros 3 sufragarán actuaciones plurianuales ya licitadas no incluidas en el primer grupo.

Esta, según detalló Lacalle, será la primera de las dos modificaciones presupuestarias previstas hasta el momento. La segunda (que podría aprobarse en el obligado Pleno extraordinario que se celebrará para elegir a los responsables de las mesas electorales para el 28 de abril o en el ordinario de ese mismo mes) afectará principalmente al capítulo IV e incluirá las aportaciones destinadas a colectivos, asociaciones y entidades de la ciudad mediante los convenios en vigor que carecen de prórroga automática.«No hay una cuantía definida en este caso. Seguimos trabajando en ello y estamos a la espera del informe de estabilidad definitivo», aclaró el regidor, para añadir que a las ayudas y convenios citados se sumarán «pequeños ajustes necesarios para el normal funcionamiento del Ayuntamiento» a realizar en los capítulos I y II, de personal -para incrementar, por ejemplo, la plantilla de conductores de autobús que debe reforzarse tras el rediseño de líneas- y de prestación de servicios públicos, respectivamente.

Aunque Lacalle no descartaba la posibilidad de hacer otra modificación más con nuevas inversiones insistía en que «la prioridad es ahora mismo» dar luz verde a las subvenciones a terceros ahora en el aire y rematar las actuaciones en marcha. «Luego ya veremos si hay tiempo y si procede hacer más o emplazar la decisión al inicio del próximo mandato, es decir, en la segunda quincena del mes de junio», indicó.

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