Mayo Rey busca material para equipar un orfanato
En una primera fase, pretende dotar de literas y taquillas al centro, ubicado junto al hospital que la entidad construyó en la aldea camerunesa de Rey Bouba
En el centro se admiten niños desde 3 o 4 años hasta los 15 o 16.-ECB
BURGOS
La Fundación Mayo Rey ha puesto su foco en el orfanato de la aldea camerunesa de Rey Bouba. Este centro se ubica a apenas 500 metros del hospital que ha levantado y gestiona la entidad social burgalesa, impulsada por el pediatra del HUBU Emilio Sastre.
Afirman desde la agrupación que pese a sus diez años de historia, el edificio llamado La maison des enfants y diseñado para albergar a 68 menores, 34 niñas y 34 niños, presenta notables carencias.
«La Fundación Mayo Rey se hizo cargo de la salud de los niños desde el principio y hace unos años comenzó a apoyar económicamente esta iniciativa. Gracias a esa ayuda en 2018 se colocaron verjas y mosquiteras en todas las ventanas. Los dormitorios están amueblados con literas construidas con lo que llaman madera ‘blanca’, que es poco resistente con las juntas simplemente clavadas. A medida que por el uso se desencajan se añaden unos cuantos clavos más, con lo que dormir en ellas es como subir a un barco. No hay armarios ni mesillas y las pertenencias de los niños, siempre encima de la cama o en el suelo, en ocasiones desaparecen», relatan.Así, el primer objetivo que Mayo Rey se ha marcado para dignificar estas dependencias es, en un plazo moderado, dotarlo de literas y taquillas metálicas, al menos 34 de cada. «No solicitamos dinero. Buscamos bien una donación de este material que no se utilice de alguna empresa, colegio o residencia o contactar con alguna empresa que fabrique estos muebles y quiera colaborar», añade Emilio Sastre. En la lista de ‘deseos’ está también un arcón congelador y como tarea pendiente de calado rehacer los aseos, destrozados tras la caída accidental de un muro por la lluvia.La institución local explica que La maison des enfants se creó en 2009 como un proyecto conjunto del Gobierno de Camerún y el Principado de Rey Bouba. «Cuenta con dos estancias, una para niñas y otra para niños, cocina, almacén, despacho de la dirección, una sala que sirve de comedor y zona de estudio y servicios para cada grupo. Un muro de adobe rodea un patio y los edificios. En el centro se admiten niños desde 3 o 4 años hasta los 15 o 16. Son huérfanos de padre del departamento de Mayo Rey, o de ambos progenitores», detallan desde la Fundación Mayo Rey.«La tradición impone que estos menores sean atendidos por sus familias, por lo que nunca un niño en esta región es abandonado. En el consejo familiar, una vez fallecido un progenitor o ambos, los mayores deciden quién de la familia, sean tíos, hermanos mayores, abuelos, asume esta responsabilidad. En ocasiones por la carga que implica, la dificultad de los cuidados o la excesiva lejanía del centro escolar, las familias pueden solicitar la admisión de estos huérfanos en estas dependencias», añaden.
En los inicios una voluntaria de origen alemán se encargó de la puesta en funcionamiento del centro «con excelentes resultados». Sin embargo, problemas de salud la alejaban de estas funciones al tiempo que la financiación menguaba pese a los esfuerzos del Principado de Rey Bouba. Por eso y para evitar el cierre de este servicio único en la zona la Fundación Mayo Rey se propone dignificar las instalaciones, para lo que hace un llamamiento a la solidaridad.