Llenar el depósito cuesta 4 euros más que en 2018

Llenar el depósito del coche costaba ayer cuatro euros más en el caso de los vehículos diésel y tres euros y medio más en el caso de los vehículos gasolina que en marzo de 2018. Un incremento que, a buen seguro será mayor a medida que el calendario se acerque a la Semana Santa. La web del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, geoportalgasolineras.es, ubicaba el precio medio de la gasolina en la provincia burgalesa en 1,25 euros y el del diésel en 1,18 euros.El precio más alto de la gasolina 95 se encontraba en Fuencaliente de Lucio, a 1,37 euros, mientras que el menor precio se podía encontrar en Aranda de Duero. En lo que respecta al diésel, el coste más alto se podía encontrar en las localidades de Quintanapalla y Escalada, a 1,29 euros, mientras que el más bajo, a 1,07 euros el litros, se dispensaba también en Aranda de Duero.En el mes de marzo de 2018, quien poseía un vehículo gasolina pagaba 59,5 euros por un depósito de 50 litros- 1,19 euros el litro de combustible- mientras que ayer el coste ascendía 62,95 euros. En el caso de los vehículos diésel, el incremento es similar, aún sumando el Impuesto al Diésel que entraba en vigor el pasado 1 de enero, con el que el Gobierno central suprimía el tramo autonómico del tipo sobre hidrocarburos y aplicaba la tarifa máxima a todas las comunidades. Mientras que en marzo de 2018, llenar el depósito de diésel de 50 litros suponía un desembolso de 55,5 euros, ayer el coste ascendía hasta los 59,45 euros.El vicepresidente y portavoz de la Asociación de Vendedores al por menor de carburantes y combustibles de Castilla y León (Avecal), Rafael Pizarro, señala que el incremento del precio tanto del diésel como de la gasolina se debe «a un aumento del precio del barril de brent», que ayer se situaba en 68,74 dólares. A ese incremento se suma el Impuesto al Diésel que implica un incremento del precio de este combustible de 6 céntimos (4,8 céntimos más IVA).Precisamente la última subida de estas características se producía en el 2012, con la puesta en marcha del tipo máximo del tramo autonómico del Impuesto de Hidrocarburos. En aquel año, el impuesto se sumaba al alto precio del barril de brent y se pagaba por un depósito de gasolina 74 euros, mientras que el de diésel ascendía a 70,55 euros. En marzo de 2016, tras la retirada del impuesto, el precio del depósito medio de gasolina era de 53 euros, casi diez euros por debajo del coste actual, mientras que el de diésel se situaba en una media de 47 euros, doce euros menos que ayer.«A pesar de la decisión del Gobierno central no podemos obviar que muchos ciudadanos siguen apostando por vehículos diésel, no solo porque el combustible es más barato sino porque los motores tienen una mayor durabilidad y los nuevos modelos son muy poco contaminantes», señala Pizarro.El Tribunal Supremo pone coto a la actividad de las gasolineras sin personalLos clientes de las estaciones de servicio desatendidas (sin empleados) o del sector cooperativo solo podrán repostar un máximo de 75 litros o tres minutos por cada vehículo, según la norma ITC-04 que ha contado con el respaldo del Tribunal Supremo al rechazar el recurso interpuesto por la Asociación de Estaciones de Servicio Automáticas (AESAE) y por Cooperativas Agroalimentarias de España.Ambas organizaciones consideran que la limitación del repostaje condiciona el servicio porque en el caso de las primeras la mayoría de sus clientes son vehículos con depósitos de gran capacidad, mientras que las cooperativas alegan que se sitúan en entornos rurales donde los índices de población son bajos y con el objetivo de garantizar la sostenibilidad del servicio se suele optar por un sistema de gasolinera que no obligue a contar con personal. Además, señalan que la restricción es ajena a la realidad del sistema agropecuario, donde la mayoría de los vehículos cuentan con depósitos superiores a los 200 litros.Por su parte, la Asociación de Vendedores al por menor de carburantes y combustibles de Castilla y León (Avecal) señala que esta sentencia «permite garantizar el cumplimiento de la nueva Instrucción Técnica Complementaria MI-IP-04 en cuanto a la seguridad y la protección de nuestros consumidores y usuarios», apunta su portavoz, Rafael Pizarro, quien recuerda que «el sector trabaja con un producto peligroso, tóxico e inflamable, estamos homologados como actividad de riesgo».El Alto Tribunal también desestimó la petición de las cooperativas de anular la prohibición de suministrar en envases más de 60 litros de gasolina o 240 de gasóleo.