Oftalmología atiende medio millar de consultas pediátricas al mes

El Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario de Burgos (HUBU) cuenta con un equipo de profesionales específico para atender consultas pediátricas que recibe al mes medio millar de casos. El dato, nada desdeñable, excluye patologías «banales» y concentra en exclusiva aquellos problemas que requieren el seguimiento de especialistas.

Del día a día de este ámbito asistencial en particular se hablará largo y tendido en la capital burgalesa del 9 al 11 de mayo. Y es que en esas fechas la Casa del Cordón albergará el XXVII Congreso de la Sociedad Española de Estrabología y Oftalmología Pediátrica, cuyos organizadores acudían ayer a la Alcaldía para trasladar al regidor municipal los detalles de una cita que reunirá en la ciudad a 300 profesionales.El responsable de Oftalmología en el HUBU, Javier Jiménez, destacaba la relevancia del encuentro en el que además de compartir conocimientos sobre dolencias más comunes y otras pocos frecuentes, se tratará «como novedad» la situación en esta materia en países en desarrollo «en los que problemas que aquí se solventan con unas gafas allí son auténticos dramas», explicó. Richard Bowman y Julio Yangüela protagonizará la mesa redonda dedicada a este tema, que tendrá lugar el día 9 de mayo, tras la intervención de la científica del Cenieh, Ana Mateos, titulada ‘La duda de Darwin: ojo, visión y cerebro’.

En Burgos, sin embargo, además del estrabismo -que afecta a un 10% de la población general- la patología más frecuente en menores es la del denominado ‘ojo vago’, una pérdida parcial de visión causada por un retraso en el desarrollo de las vías visuales, con una prevalencia de hasta el 4% en la infancia. Al respecto, Jiménez subrayó la importancia de detectarlo a tiempo «para lo que es clave la colaboración de los pediatras de Atención Primaria, que aquí es excelente».Además, la oftalmóloga pediátrica Inmaculada Alonso explicó que aumentan también los casos de niños con problemas a causa de un nacimiento prematuros, al ritmo que se elevan la cifra de partos precoces. «Los casos más complejos se derivan no obstante a centros hiperespecializados en sus dolencias, en gran medida congénitas», añadía Jiménez.No faltaba en la cita con los medios al término del encuentro del alcalde, Javier Lacalle, con del equipo de oftalmólogos «la pregunta del millón». Así se refería la especialista Vanesa Lacosta a la cuestión referida al impacto de las omnipresentes pantallas en la visión de los menores. «Quizá ese sea el próximo paso evolutivo», respondía al momento Alonso, para afirmar que en sus consulta no perciben un vínculo entre esta realidad innegable -el uso masivo de soportes audiovisuales- y la patología que atienden. «No ha habido cambios reseñables en los últimos años que nos hagan establecer esa relación, aunque sí hay estudios que apuntan a un incremento de la miopía como consecuencia fundamental», explicaban ambas.

Ni Alonso ni Lacosta se manifestaron al respecto partidarias de una restricción rigurosa del acceso de menores a las pantallas. Eso sí aconsejaron dosificar su uso y complementarlo siempre con juego en la calle y priorizar la luz natural a la artificial.