La protesta que se transformó en esperanza a través de las letras

Representantes de los vecinos que cada miércoles que se concentraban frente al Centro de Salud Los Cubos realizaron ayer una donación de libros para el Aula de Pediatría del Hospital Universitario de Burgos y dos secadores para el área de Pediatría del centro. «Se trata de una bonita forma de cerrar algo que empezó como una lucha por mejorar la sanidad de nuestro barrio y acabar mejorando el día a día de los más pequeños que están hospitalizados», asegura María Concepción Camarero.

María José García Tejero fue la que «planteó la posibilidad de ceder parte del poco dinero que teníamos para fotocopias y carteles a una acción solidaria en el hospital», recuerda el portavoz de las concentraciones,Javier Albo. Pero «la respuesta de los vecinos, que de los poco más de 30 euros que teníamos acabamos cuadruplicando esa cifra, nos sorprendió», señala Francisco Pérez, otro de los integrantes de la organización de las concentraciones.Ayer se hizo entrega de una colección de libros, ampliada y elegida por librería La Silla Mágica, al área de Pediatría en el propio aula. El jefe del servicio, Gregorio de la Mata, agradeció el gesto y apuntó a la necesidad de que «los burgaleses sientan el hospital como algo suyo». También recibió dos secadores, una de las demandas trasladadas a los vecinos, la supervisora de la unidad, María Jesús García.

Libros y carteles educativos, cedidos por La Silla Mágica, fueron recogidos por los profesores del aula hospitalaria Susana Izquierdo y Jesús Hernández. Una colección integrada por títulos destinados a todas las edades y alguna colección que trabaja las emociones que se pueden dar en un niño enfermo y que necesita hospitalización. Así algunos títulos trabajan aspectos como el miedo, la alegría, los enfados, las cicatrices o tratan de mostrar en el idioma infantil la enfermedad del cáncer. También se incluyen colecciones para niños pequeños, cuadernos para colorear o libros de cuentos tradicionales para los más mayores.Desde principios del mes de enero cada miércoles un centenar de vecinos de San Pedro de la Fuente y Fuentecillas se reunían frente al Centro de Salud de Los Cubos para denunciar la situación del personal sanitario y en defensa de la Atención Primaria. Incombustibles, tras la marcha de tres de sus médicas, permanecieron cada miércoles con sus carteles en defensa de la atención primaria. Nuria, Sonia y Pilar, las médicas que renunciaron a su plaza por sobrecarga de trabajo, abandonaron sus consultas. La sustitución de estas doctoras que abordaron otros destinos, y la renovación en la gerencia, a donde ha ido a parar una de ellas, hizo replantearse a los vecinos sus movilizaciones.Un acto que, además, se trata de vincular a la incipiente asociación de vecinos que se quiere formar en el barrio. «Con este asunto de Los Cubos nos hemos dado cuenta que no contar con una asociación vecinal es un problema porque no estás en las áreas de consulta al ciudadano y por eso estamos dando los primeros pasos para constituirla y esperamos el apoyo de los vecinos y vecinas del barrio», explica María Concepción Camarero.