El Correo de Burgos

SANIDAD

Atención Primaria consigue cubrir las jubilaciones y bajas largas de médicos

Tras más de veinte contratos en mayo los centros urbanos y rurales tendrán personal suficiente para el día a día

Varios pacientes aguardan su turno en un centro de salud de Burgos capital.-ISRAEL L. MURILLO

Varios pacientes aguardan su turno en un centro de salud de Burgos capital.-ISRAEL L. MURILLO

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L. B. / Burgos
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Tras la profunda crisis con la que estrenaba el año, Atención Primaria recobra poco a poco el pulso. Sin sanar del todo de los males que padece, siempre según los expertos, pues erradicarlos, dicen, exige un tratamiento a largo plazo casi experimental, este ámbito presenta en la actualidad un latido más estable. La paz que reina lo constata y, en teoría, evidencia los efectos de la que en su momento fue una terapia de choque: la salida de la antigua gerente y la llegada de un nuevo equipo que se presentaba como conocedor de las «trincheras».

Sea como fuere, más allá de un cambio de habitantes en los despachos de las dependencias Atención Primaria en la calle José María de la Puente, los más de veinte contratos rubricados en apenas dos meses se revelan como un tratamiento efectivo para la sobrecarga de la que se dolían los médicos y que, de hecho, motivó bajas tan sonadas como las de las tres facultativas de Los Cubos que renunciaron a sus puestos a mediados de enero.

Pues bien, «a 1 de mayo estarán cubiertas todas las jubilaciones y bajas de larga duración de todos los centros tanto rurales como urbanos», afirma con satisfacción la directora médica de Primaria, Pilar Sanmartín. Respira aliviada ya que este era uno de los objetivos que se marcaba como prioritarios al asumir el cargo. En la práctica supone que las instalaciones de toda la provincia contarán de inmediato con personal suficiente para afrontar la asistencia diaria. También se cubrirán los retiros previstos para el mes que viene, en Lerma y Burgos Rural Norte, así como una interinidad en el equipo de Briviesca.

Sin embargo, no hay tiempo para regodearse en lo obtenido, que a tenor de las cifras no es poco -Roa, por ejemplo, ha pasado de tener cubiertas 5 de sus 10 plazas a 9-, porque queda trabajo por hacer. Sanmartín lo reconoce: «Necesitamos más profesionales, nos faltan aún médicos para hacer frente a los retiros que están por llegar próximamente y para cubrir guardias». Y pediatras, cuya escasez en Primaria motivaba recientemente la supresión de las urgencias infantiles durante las mañanas de los sábados en los Puntos de Atención Continuada.

Más allá de ocupar los puestos vacantes, el actual equipo se ha propuesto reforzar aquellos centros en los que el volumen de tarjetas sanitarias por médico de Familia excede el «ideal», que Sanmartín ubica en torno a las 1.500, en la línea fijada precisamente por el plan diseñado por el Ministerio de Sanidad para potenciar este nivel asistencial.

El primer centro de salud que ampliará su plantilla para redistribuir los cupos de la actual será el de Las Huelgas. La incorporación, también a partir del 1 de mayo, de un facultativo en una plaza de nueva creación permitirá retener cupos que, al tratarse de una zona en crecimiento, superaban ya los 1.800 pacientes. Así, ‘regresarán’ de nuevo a los 1.500 con el consiguiente alivio de las consultas.

Sanmartín trabaja ya en los próximos pasos en este mismo sentido. «Hemos iniciado los trámites para recuperar cuatro plazas que se habían amortizado tras quedarse sin cubrir», detalla. Dos de ellas en centros de salud urbanos de la capital burgalesa, una en el José Luis Santamaría, donde también se han disparado los cupos, y otra en Los Cubos, punto de especial saturación.

En este segundo caso, no obstante, «posiblemente» implique modificar el radio de acción de las instalaciones, «pues carecen de espacio físico para añadir una nueva consulta» y quizá, insiste la directora médica, haya que ‘mover’ población a Las Huelgas.

Las otras dos plazas ‘a recuperar’ se destinarán a centros rurales aún por concretar. Todo apunta no obstante al norte de la provincia. Y es que la zona de Villarcayo y Medina de Pomar «presenta gran necesidad de refuerzo por lo que estamos viendo», explica y lo achaca a la gran cantidad de población desplazada del País Vasco que pasa en los municipios de aquel entorno «a la que se atiende aunque no figure en la estadística».

He ahí pues los siguientes retos. Mientras, Sanmartín confiesa sentirse arropada por su los profesionales del sector, a través de los coordinadores de los centros de salud y sus responsables de Enfermería, con los que ayer el equipo directivo de Primaria celebraba el consejo de gestión.

Un encuentro bien distinto del que acabó en decepción a finales de enero, con presencia del propio consejero de Sanidad. Cabe recordar que pocos días después de aquella reunión fallida en la que era patente la distancia de posturas entre la administración y los facultativos, la propia Pilar Sanmartín, en calidad de representante del Colegio de Médicos, de la que entonces era secretaria general, presentaba 220 firmas -el 87% de la plantilla de Primaria- para pedir la dimisión de la anterior gerente de Primaria, Aser Morato, a la que sucedía su actual jefe, Santiago Rodríguez. En aquel momento, según los datos aportados por la organización profesional y la Junta de Personal de Sacyl, el 30% de las plazas de los centros de salud estaban vacantes.

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