El Correo de Burgos

Manos burgalesas para auxiliar en Mozambique tras el paso de Idai

Diez profesionales del HUBU han acudido con el Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta de Emergencias a Mozambique, azotado por el ciclón Idai

Blanco en el ETMde Dondo junto a Almudena García, técnico de Laboratorio del HUBU.-ECB

Blanco en el ETMde Dondo junto a Almudena García, técnico de Laboratorio del HUBU.-ECB

Publicado por
V. MARTÍN
Burgos

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El pasado 14 de marzo el ciclón Idai llegó a Mozambique destruyendo todo a su paso y dejando más de 140.000 desplazados y cerca de mil personas fallecidas, según datos del Gobierno mozambiqueño. Además, un gran número de infraestructuras, edificios públicos y viviendas han sufrido grandes desperfectos, entre ellos, el pequeño hospital de la localidad de Dondo.A finales del mes de marzo, España desplegaba por primera vez al Equipo Técnico Español de Ayuda y Respuesta a Emergencias (Start), un equipo de respuesta humanitaria integrado por profesionales y un hospital de campaña con capacidad quirúrgica. Su destino, Mozambique, que en aquel momento comenzaba a recibir ayuda humanitaria internacional tras el paso del ciclón por el país y una vez que las inundaciones habían remitido y la recuperación de las infraestructuras permitía alcanzar a las personas más alejadas de los centros urbanos.Ya el 12 de abril partía desde España el segundo turno del Start para sustituir al equipo inicial y garantizar la labor de atención a la población afectada por Idai. Uno de los miembros de ese equipo es David Blanco, enfermero del Hospital Universitario de Burgos (HUBU). «Siempre quise trabajar en acciones humanitarias y formar parte del equipo Start es la culminación de este sueño». Más de veinte años como enfermero respaldan a este profesional de la sanidad, los diez últimos «ya con plaza fija en el servicio de Diálisis del HUBU donde trabajo rodeado de magníficas profesionales». Antes de conseguir la estabilidad fue «un auténtico nómada laboral» trabajando en distintos ámbitos asistenciales y docentes en Castilla y León, Cantabria, Aragón y Castilla la Mancha.Junto a él, nueve compañeros más del hospital participan en esta misión del equipo Start, convirtiendo al HUBU en el que más voluntarios aporta de toda España. «La dirección del hospital y la Gerencia de Salud han facilitado nuestra participación firmando los permisos necesarios», apunta.El equipo Start es un hospital de campaña con capacidad quirúrgica tipo EMT II (Equipo Médico de Emergencia), es decir con capacidad para realizar cirugía y albergar hospitalizaciones. «Existen muy pocos países que disponen de un hospital de estas características, con capacidad para entrar en acción en las 72 horas posteriores a su activación en cualquier país del mundo que haya sufrido un desastre natural y solicite ayuda internacional», explica el profesional sanitario, quien apunta que está organizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), coordinado por la Dirección General de Ayuda Humanitaria y Protección Civil (ECHO) y acreditado por la OMS.Quienes velan por la salud de la población de Dondo son 71 profesionales españoles- personal sanitario, logistas, mandos y personal de apoyo-, que respondieron afirmativamente al mensaje que les invitaba a sumarse al equipo de ayuda humanitaria. Su objetivo: salvar vidas, curas heridas, aliviar sufrimiento y ayudar a traer nuevas vidas al mundo.«El acceso al equipo Start es voluntario mediante convocatoria pública abierta a todos los profesionales de los sistemas de salud españoles», comenta Blanco. La idoneidad de los aspirantes se valora en función de un perfil definido en las bases de la convocatoria, que recoge cuestiones como la experiencia profesional, la formación especifica, los idiomas y la experiencia previa en cooperación internacional. En total, 300 han sido los profesionales elegidos de toda España para formar parte del equipo.Antes de llegar al lugar de acción, los profesionales se someten a una preparación específica para trabajar en catástrofes que imparte Aecid. «Se tocan temas importantes como la seguridad personal, vacunaciones o el enfoque de género, algo fundamental en este tipo de misiones», señala el enfermero, quien añade que «dentro del equipo una psicóloga nos ayuda a afrontar las dificultades de la misión, evaluando nos antes, durante y después de la misión.Ya en el destino, la rotación «permanece dos semanas sobre el terreno y es relevada por otro grupo», explica el enfermero, que ha llegado al país africano en la segunda rotación. «En esta ocasión serán dos las rotaciones en una misión de un mes de duración aproximadamente», señala y recuerda que «el equipo español también cuenta con la ayuda de personal local» y toneladas de material logístico y sanitario que se transportan desde España.El día a díaEn Dondo, el equipo de sanitarios presta atención a una población de 8.000 personas. El hospital ocupa el espacio de un campo de fútbol, ubicado en los terrenos del centro de salud de la localidad, muy dañado por el ciclón. «Los miembros del equipo vivimos en un campamento de tiendas de campaña cercano al hospital», explica el burgalés, que allí ejerce como «coordinador del área de hospitalización».Cada jornada hacen varios turnos de 4 horas ya que «el calor y la humedad ponen a prueba nuestra resistencia». Cada día el equipo atiende «hasta a doscientos pacientes y podemos dejar ingresados a una veintena». Además de su labor en el EMT de Dondo, el equipo también realiza vistas a otros EMT cercanos. «Realizamos reuniones diariamente porque hay mucho trabajo que hacer», comenta el enfermero. El día a día se completa con los momentos libres que «aprovechamos para salir a pasear por Dondo, hacer deporte aconsejados por el fisioterapeuta del equipo o bien organizar algún taller». De la manutención del equipo «se encargan tres cocineros vascos de la ONG Zaporeak».A pesar de la preparación previa que todos estos profesionales llevan en su mochila, la realidad golpea fuertemente sobre el terreno. «Lo más difícil es cambiar nuestra percepción sobre los mínimos de salud existentes en estos países y es que nuestros criterios europeos chocan mucho con las realidades africanas». Blanco recuerda que Mozambique «es uno de los países más pobres del mundo, está el octavo a la cola en el índice de desarrollo humano, la esperanza de vida no llega a los 50 años y su índice de mortalidad infantil esta entre los mas altos».A nivel sanitario, las cirugías más frecuentes son las de tipo ginecológico, especialmente cesáreas, aunque Blanco señala que «también hay muchas intervenciones de traumatología». A la vez «tratamos enfermedades poco comunes en Europa como la malaria o la desnutrición», explica y recuerda que, además, la prevalencia del VIH «es altísima». El equipo dispone de una unidad independiente «para tratar pacientes infecto-contagiosos», pero en este despliegue «casos de enfermedades como el cólera se han tratado en una unidad independiente perteneciente a Médicos Sin Fronteras».Fuera del ámbito sanitario, las principales dificultades a las que se tiene que enfrentar el equipo español tienen que ver con «las telecomunicaciones, los desplazamientos por carretera, el abastecimiento de alimentos frescos, el acceso a agua corriente o la gestión de nuestros residuos», comenta el enfermero, quien explica que «todas esas labores son desempeñadas eficazmente por nuestro equipo de logistas y equipo WASH (agua, saneamiento, higiene).Solo unas semanas después de la llegada de Idai, el país africano se enfrenta desde el jueves a la llegada de un nuevo ciclón, Kenneth. El temor ahora es que las fuertes lluvias, que se prolongarán durante varios días, traigan una segunda ola de destrucción en forma de inundaciones por el desbordamiento de ríos. No hay que olvidar que la mayor parte de las muertes por el ciclón Idai fueron provocadas por las inundaciones, que sumergieron aldeas enteras y destruyeron carreteras, puentes y campos. La realidad es que ningún país en el mundo podría estar preparado para una catástrofe de esta magnitud.

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