Polo Positivo evalúa ya quince proyectos empresariales

BURGOS

Radicar ideas emergentes o proyectos empresariales innovadores en el sector industrial de Burgos. Es el objetivo que unió al Grupo Antolín, Aciturri, Calidad Pascual, Gonvarri y Fundación Caja de Burgos a mediados de febrero. Tras una primera evaluación de proyectos presentados consideran que «se han superado las expectativas», valora el director general de Fundación Caja de Burgos, Rafael Barbero. De esta manera el proyecto de aceleradora de empresas Polo Positivo ha afrontado su primera criba de proyectos en dos de las tres áreas de trabajo (Imán de ideas para iniciativas en su fase inicial; Impulso pyme para pequeñas empresas de más de 30 trabajadores que buscan crecer; y el concurso Desafío Industrial).Desde que se lanzó el proyecto, hace algo más de dos meses, se han presentado 18 iniciativas de las que se están evaluando en estos momentos 15 proyectos. De ellos tan sólo cuatro están radicados en Burgos mientras que los 11 restantes proceden de otros puntos del país y tendrían que asentarse en la provincia. La mayoría de las iniciativas proceden de Madrid donde hay «un gran volumen de negocio, un caldo de cultivo de startups, coworking a través de universidades y centros tecnológicos, pero dar el paso a constituirse como empresas es más complicado porque en Madrid los costes de gasto corriente se disparan y es una oportunidad para Burgos», analiza el director de proyectos de Fundación Caja de Burgos, Javier Cuasante.Entre las iniciativas que se están analizando figuran proyectos vinculados a la industria 4.0 de aplicación tecnológica, movilidad eléctrica, sistemas de seguridad vial, gestión de almacenes a nivel informático y de gestión directa o energías verdes. «Son ideas que ofrecerán servicio a la industria y emprendedores y que se beneficiarán del entorno industrial de Burgos cuyo potencial y variedad se desconoce fuera», apunta Cuasante. De esta manera los elegidos contarán con el apoyo de los promotores, grandes multinacionales burgalesas, pero también podrían ofrecer servicios a compañías industriales que desarrollan su actividad aquí pero también a exterior «pero siempre con la sede social de la empresa en Burgos».

En la categoría ‘Imán de ideas’ se busca poner en marcha ideas innovadoras relacionadas con el sector industrial, tecnológico o servicios de apoyo a la industria. «Queremos atraer emprendedores o empresas recientemente creadas», señalan. De las nueve ideas que se presentaron tres se descartaron por no estar vinculadas al sector en el que se mueve Polo Positivo.Baremos

De las seis restantes se está en proceso de evaluación y análisis y en el mes de junio se decidirá cuáles se incorporan al proceso de aceleración. El baremo que se analiza es la viabilidad de la idea, que se desarrolle y se ponga en funcionamiento en Burgos, que genere empleo directo en el territorio, que desarrolle una respuesta innovadora a una necesidad o expectativa del sector y que suponga una innovación en el producto o servicio, en el proceso, en la organización o en la comercialización.

De la flexibilización con la que nace Polo Positivo da cuenta la gestión del segundo programa que ya están en marcha. ‘Impulso pymes’ «nació como una herramienta que permitiera a las pymes burgalesas crecer, pero, por sorpresa, se han presentado más pymes de fuera interesadas en participar y con la misma premisa, que su actividad se desarrolle aquí», especifica el director general de Fundación Caja de Burgos.Consolidación

En este ámbito se han presentado otras nueve ideas de compañías con tres años de antigüedad y con una plantilla de entre 30 y 80 trabajadores y un volumen de negocio inferior a 10 millones de euros. «Buscamos la consolidación de empresas, que puedan superar la fase de pequeña y mediana empresa porque el censo de empresas en Burgos las de pequeño tamaño son mayoría». El resultado son cuatro pymes burgalesas que se han interesado por este respaldo para crecer y el resto, cinco, son de fuera.

En cuanto al I Desafío Industrial aún se está perfilando el problema común entre los cuatro socios del sector industrial que solventar. Una solución empresarial que podría ser asumible por otras no vinculadas al Polo Positivo y que generaría, por tanto, un nuevo itinerario de emprendimiento con garantías. «Esta idea o problema está bastante avanzado y esperaremos a la próxima reunión ejecutiva de Polo Positivo para lanzarlo en junio», avanzan. El ganador obtendrá 10.000 euros y el apoyo en el proceso de formación de una empresa.«Estamos contentos con la respuesta y, aunque no tenemos plazos ni números concretos porque creemos que es un proyecto a largo plazo», explica Barbero quien sentencia que «los emprendedores no nacen en mayo, veremos según van llegando iniciativas cuáles se van incorporando con dos condiciones claras desde el principio: la actividad se traslada y se desarrolla aquí en Burgos y deben estar vinculadas al sector industrial».Polo Positivo es una especie de réplica del espíritu del Polo Industrial de Desarrollo que se lanzó en Burgos allá por el año 1964. De aquellos orígenes nacieron grupos empresariales familiares que hoy son multinacionales y auspician esta lanzadera de empresas vinculada al sector industrial para el desarrollo del Burgos del siglo XXI. La iniciativa, con 480.000 euros de presupuesto, ya tiene nuevos novios como promotores. «Este proyecto tendrá éxito si tiene proyectos no promotores» especifica Barbero quien reconoce que «ha habido interés, pero cuando veamos la respuesta, vaya rodando el proyecto se planteará la necesidad de nuevas incorporaciones que planteen desafíos o necesidades a solventar por emprendedores». Porque el Polo Positivo se plantea como una estrategia para incrementar la atracción de innovación, talento y emprendedores a la provincia y a largo plazo.Más información en la edición impresa