FAE y Fundación Caja de Burgos estrechan sus lazos por la innovación

Dar a conocer y promover las buenas prácticas en la gestión empresarial, diferentes modelos de management, innovar en los conceptos que guían la labor de los responsables de una compañía y generar espacios de reflexión son algunos de los objetivos que comparten Fundación Caja de Burgos y la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos (FAE) gracias al convenio que mantienen para favorecer la innovación, la transformación digital y la competitividad, en general, de las empresas de la provincia.

Además de los premios FAE Innovación en los que ambas entidades colaboran, el director general de la Fundación, Rafael Barbero, destacó que la entidad entrará a formar parte de la iniciativa Dibu que desarrolla FAE, mientras que el presidente de la entidad empresarial manifestó su interés en poder colaborar de algún modo con la iniciativa ‘La Locomotora’ que planea llevar a cabo la Fundación Caja de Burgos y que se ha visto ralentizada por culpa de los trámites urbanísticos municipales.

Tanto FAE como Caja de Burgos inciden en que las iniciativas que persiguen movilizar a las empresas para que se incorporen a la digitalización y aprovechen la tecnología, para que despierten su vocación innovadora o tomen nota y apliquen las experiencias de otras empresas que son modelo de buenas prácticas viene a «generar competitividad» y a construir un «futuro» a largo plazo.

El convenio que reúne estos esfuerzos de ambas entidades se firmó el 14 de marzo de 1997, como se encargó ayer de recordar el presidente de FAE, Miguel Ángel Benavente, destacando que esa colaboración han sido «importante para el desarrollo de Burgos». De hecho, se han desarrollado ya cerca de cincuenta encuentros como el que se ha programado el jueves en Saldañuela en los que han participado cerca de mil empresarios y directivos en las últimas diez ediciones.

Fruto de ese convenio, que ambas entidades han renovado, llega al Palacio de Saldañuela el próximo jueves un encuentro de empresarios con Pablo Doménech, uno de los principales directivos de la industria burgalesa que ha reconvertido el final de su vida laboral hacia su faceta divulgadora de un nuevo sistema de management que ha bautizado como modelo de ‘Liderazgo Kumano’.

Acción y pensamiento

No hay billetes para la charla que ofrecerá Doménech. Las 160 plazas de aforo están ocupadas ya, fruto de la «expectación» que Benavente relacionó con el hecho de que Doménech sea «una persona de la casa» y haya trabajado muchos años en Burgos al frente de dos de las fábricas más importantes de la capital como son San Miguel y Adisseo.

El ponente explicó que voluntariamente dio un giro a su carrera profesional y aprovechó para recorrer el camino de Kumano, una única ruta de peregrinación que, como el Camino de Santiago, es patrimonio de la Humanidad. Durante su estancia en Japón ideó un método de gestión y liderazgo que bautizó como método kumano en el que, por encima de todo, realza el valor de las personas en el centro de trabajo.

«Hay que separar lo urgente de lo importante» y acostumbrarse a «pensar a largo plazo»; parar más a «reflexionar» y dejar a un lado la «acción» y el «corto plazo» que añade «presión e ineficacia». La dificultad recae, agrega, en el «equilibrio entre la acción y el pensamiento». Doménech recalca la importancia de las personas que son el hecho diferencial en las empresas por encima de una tecnología que es similar «en el 80% de los casos». La ventaja competitiva la proporcionan las personas que son capaces de canalizar el talento y ejercer el liderazgo, explicó.