Empezar a emprender a los 60

Rosa María Sadornil tiene una larga y dilatada experiencia en la gestión de las casas de acogidas de menores no acompañados a través de la Asociación Hechos. Con su trabajo, discreto pero constante, ha empoderado a cientos de chavales a los que el sistema o el entorno había fallado. Hoy se remanga para, a sus 62 años, dar el enfoque empresarial que se vincule al trabajo social que ha desarrollado a lo largo de todos estos años. Así planteó la creación de la empresa ‘Creando puentes’ para «sensibilizar al tejido empresarial sobre la situación de estos chicos y que no sólo obtengan un trabajo por un tiempo determinado sino que las propias empresas se conviertan en mentores de estos chicos y vean el beneficio que les puede aportar», señala.

Pero en el ámbito empresarial priman mucho los números, la visibilidad, la negociación y Rosa Sadornil cuenta con el apoyo de Jaime Garrastazu, fundador de la marca de zapatillas Pompeii. Un joven emprendedor que inició su camino «como un juego, mirando cómo se hacían zapatillas y dónde» cuando tenía 23 años y que hoy, cinco años después, con mucho trabajo de marketing digital y de prescripción, tienen una facturación de cuatro millones de euros anuales, una plantilla de más de 40 personas que trabajan en la tienda on line, en una tienda física en el centro de Madrid y que pretenden dar el salto con tres tiendas físicas más por el resto de España. «Hoy vemos el proyecto con la responsabilidad de asumir retos, que es pagar la nómina a los trabajadores y que los números den, de arriesgar pero que te genera muchas inseguridades en todo este proceso porque nadie te ha marcado el camino», sentencia.

Sus vidas han entrado en contacto gracias a que ‘Creando Puentes’ es uno de los cinco proyectos finalistas del programa de emprendimiento senior de Aquarius. Con Imparables buscan ayudar a poner en marcha proyectos empresariales de personas mayores de 60 años con diferentes jornadas de mentorización a cargo de jóvenes emprendedores de éxito. Por ser finalista Rosa María ya cuenta con 2.000 euros de capital semilla para seguir avanzando en el proyecto. En junio se conocerá el proyecto ganador que recibirá una inyección económica de 9.000 euros para nutrir su proyecto. La idea de esta burgalesa de más de 60 se ha elegido entre más de 70 ideas, de las que se han preseleccionado cinco por su originalidad y su foco de emprendimiento

Las reuniones in situ arrancaron ayer, en al Asociación Hechos. Le seguirán otras tres reuniones más hasta lograr, a finales de junio, la entrega del proyecto. «Yo tengo una forma de pensar diferente, mi prioridad son las personas, pero en la empresa debe ser el beneficio aunque el final último es el mismo, empoderar a los jóvenes con más dificultades pero esa visión empresarial es la que me falta», reconoce Rosa. Quien también espera conocer un poco más de los entresijos del marketing digital que tantos buenos resultados le ha dado a Pompeii. «Yo en temas de redes sociales nada y sé te da mucha visibilidad y es muy necesario», explica.

Para Garrastazu la experiencia también es enriquecedora. «Me aporta primero su experiencia en un proyecto como el de la asociación que me parece increíble pero también sus principios, sus valores porque al final el estar con una empresa desde los 22 años te hace tener una mentalidad muy práctica y aplicar esos valores sociales a la empresa es algo muy necesario», apunta.

En este poco más de un mes que les queda trabajarán para que el proyecto sea viable, que logre que los chicos encuentren un hueco en el mercado laboral pero no temporal sino para quedarse.