La impartición del primer curso de Relaciones Laborales pende de un hilo

El Colegio de Graduados Sociales de Burgos instaba ayer al presidente del patronato de la escuela de Relaciones Laborales, Javier Lacalle, a convocar una reunión del ente para evitar que la Universidad de Burgos no imparta el próximo curso, el primer año del grado, tal y como temen. Una situación de la que hacen responsable al propio Lacalle y a su «falta de interés con este asunto».Pero no todo está perdido y es que el colegio no descarta que se puedan ofertar plazas aún «a través de un trámite de urgencia» y «siempre y cuando el patronato de la escuela se reúna antes de que finalice el mes- en junio los alumnos de bachillerato harán la prueba de acceso a la universidad- para aprobar su impartición en la UBU y posteriormente remitir la solicitud a la consejería de Educación», tal y como apuntó el decano del Colegio de Graduados Sociales, Benito Sáiz, quien recordó que «una ciudad tan industrializada como Burgos, no puede permitirse perder un grado como este, con la gran demanda de profesionales del sector que hay».Actualmente en la escuela se imparten los cursos de tercero y cuarto mientras que en la Universidad de Burgos se imparten primero y segundo. Sin embargo y tras las dos sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, «nos encontramos con que la UBU no puede matricular a alumnos para el curso 2019/2020 y tampoco la escuela si el patronato no lo decide» por lo que «el próximo curso, el grado se quedaría sin alumnos de primero».Aunque «todas la personas con las que nos hemos entrevistado nos han asegurado que harán lo posible por evitar esta situación, la realidad es muy distinta y nadie ha hecho nada», señaló el decano.La falta de implicación del primer edil en esta situación molesta al colegio, más aún «cuando la extinción de la escuela y la incorporación aprobada por el Pleno del Ayuntamiento fue anulada por sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) al considerar que debe hacerlo el patronato y no el Pleno municipal». Poco después, una segunda sentencia impedía a la Universidad impartir el grado, por lo que solo el patronato tiene potestad para desbloquear esta situación «con su disolución», pero «se sigue sin hacer nada».En este sentido, el decano apuntaba que tras mantener una amplia ronda de entrevistas con diversas figuras el ámbito, educativo, político y empresarial,«nos ha sido imposible entrevistarnos con Lacalle, no nos ha querido recibir y nos ha remitido al consejero de Educación». Sáiz añadió que aunque la escuela «se encuentra en un proceso de extinción» desde hace un tiempo, hizo hincapié en la importancia de impartir este grado en la capital burgalesa. «No nos sirve decir que este año no se ofrezca porque es muy complicado volver a convencer a los alumnos de que este grado merece la pena. Eso confiando en que se ofrezca el año que viene», aseveró.Precisamente horas después de la rueda de prensa que ofrecía el colegio de graduados sociales, el Ayuntamiento de Burgos enviaba a los medios de comunicación una convocatoria que recoge la reunión del patronato de la escuela el próximo 30 de mayo. Entre los puntos del orden del día, la sesión abordará la situación de la escuela y los posibles acuerdos a adoptar.Concurso fin de carreraPor segundo año consecutivo el colegio premiará los mejores trabajos fin de grado de Relaciones Laborales con el apoyo del Banco Sabadell. Así, el mejor trabajo recibirá 300 euros y un año de colegiación gratis; el segundo, un años de colegiación y un lote de libros y el tercero, un diploma y un año de colegiación.