Lacalle, dispuesto a dar un paso atrás para no entorpecer el pacto en Burgos

FELIPE RAMOS / RICARDO Gª URETA / VALLADOLIDLos Ayuntamientos de Burgos, Palencia y Aranda de Duero o, lo que es lo mismo, los alcaldes Javier Lacalle, Alfonso Polanco yRaquel, González, respectivamente, más el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico, son los que ven su cargo peligrar tras el veto de Ciudadanos a que repitan por llevar más de ocho años en el cargo y la aceptación de esta exigencia por parte del PP de Castilla y León, allí donde necesiten pactar con la formación naranja para gobernar.Y el primero en dar un paso al frente es Javier Lacalle. El alcalde de Burgos está dispuesto a renunciar a ser alcalde y que sea otro el «candidato a liderar el gobierno de la mayoría de centro derecha» en la capital burgalesa, si en el transcurso de las negociaciones que ha iniciado ya con Ciudadanos en Burgos llega el momento de «dar un paso atrás».El regidor en funciones y vicesecretario general del PPCyL ya le ha comunicado al presidente autonómico del PP, Alfonso Fernández Mañueco, y a sus interlocutores en Ciudadanos que él «no será un problema» que impida realizar el «gran objetivo» de trasladar la voluntad mayoritaria del electorado burgalés a un gobierno amparado por las tres fuerzas del centro derecha. A mayores, su predisposición facilita el acuerdo regional que persigue Mañueco. Conviene recordar que Lacalle ya tiene un puesto asegurado en el Senado, donde fue elegido las pasadas generales del 28 de abril.El propio Lacalle conducirá la negociación para cerrar ese pacto tanto con Cs como con Vox, con quienes se ha citado hoy en el Ayuntamiento burgalés para mantener una primera toma de contacto. Lacalle advierte que sólo dará el «paso atrás» en el caso de que se firme un acuerdo de investidura encabezado por un candidato del Partido Popular, con la incorporación de Ciudadanos en un bipartito y al menos el respaldo explícito VOX. La negociación gira ahora sobre Vox. Su vicepresidente Javier Martínez explica a este periódico que están a la espera de «ver qué nos cuentan primero antes de pedir nada».La número tres de la lista, Carolina Blasco, sería la candidata alternativa a Lacalle si se confirma un pacto a tres que dé la alcaldía al PP, con lo que se saltaría a César Rico, quien curiosamente es el número dos en la lista municipal.Hasta el momento, sólo Lacalle da un paso al frente y reconoce haber hablado con Mañueco, algo que el propio presidente autonómico del PP reconoce haber hecho con todo los afectados por el veto de los mandatos, pero prefiere dejarlo en el ámbito interno del partido. «Como presidente regional del partido he hablado con muchísimas personas en los últimos días y semanas. Con presidentes provinciales y con responsables políticos del partido en Castilla y León.La realidad es que Ciudadanos y PP están dispuesto a negociar las alcaldías de Palencia, Aranda y Burgos, pero en todos ellas tienen que hacer contando con el voto de la ultraderecha de Vox. Y cabe recordar que Cs no se sienta en una negociación con Vox.No así en la Diputación de Burgos, donde ‘populares’ y la formación naranja suman para alcanzar la mayoría absoluta de la institución provincial. Eso sí, sin César Rico como presidente, si se mantiene este veto.Aranda

En el caso de Aranda, el PP es pesimista por dos razones: el veto a Raquel Fernández por sus 8 años en el cargo y las pegas de Cs en sentarse a hablar con Vox. De momento, en publico guardan silencio a la espera de un pacto a nivel nacional o regional que aclare qué sucederá.El PSOE de Aranda sostiene que está dispuesto a luchar por defender su oportunidad de gobernar como fuerza más votada. Lo hace a sabiendas de que las dudas que despierta el PP a nivel autonómico en Ciudadanos les puede abrir esta y otras puertas. «Desde luego que lo vamos a intentar», asegura la cabeza de lista, Mar Alcalde.Vox ya pide en Palencia

Mientras, en Palencia Vox mueve ficha y ya plantea un documento de negociación con propuestas para PP y Ciudadanos, a fin de propiciar un gobierno liberal-conservador de coalición en la ciudad, entre las tres formaciones sin líneas rojas para la negociación, según informa Ical.En este texto, que integra un gran número de iniciativas, la formación reclama ya la asignación de la Concejalía de Promoción y Desarrollo para «trabajar de forma directa por nuestra ciudad en la puesta en marcha de los innovadores proyectos que planteamos», explican.Tras revisar los programas de las otras dos formaciones, desde Vox afirmaron no haber observado nada que contradiga los valores y principios de su programa y, por ende, consideran que pueden comprometer su apoyo para un gobierno estable los próximos años.Con respecto de la Concejalía que proponen en el documento, el objetivo es desarrollar iniciativas que contribuyan a incrementar el asentamiento de población y a generar actividad económica de iniciativa privada. Todo ello, explicaron, rechazando la dedicación exclusiva que implica el área para destinar esa inversión a generar iniciativas dentro de ella.En dicho texto, Vox recalca que los palentinos, dos semanas después de las elecciones, se preguntan que están haciendo los partidos liberales-conservadores a los que otorgaron la mayoría y, por ello, optan por tomar la iniciativa en la negociación «aún conscientes de nuestra limitada representación».