El Correo de Burgos

El pleno de la incertidumbre

Quienes llegan por primera vez asumen el reto con «ilusión» y la «inseguridad de qué va a pasar»; quienes vuelven lo hacen con «ganas de aportar y desarrollar mi labor»; y quienes se ven estos momentos entre la nostalgia y el estupor de la situación

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Hoy todo vuelve a empezar en el Ayuntamiento de Burgos. La zona noble del Consistorio se vuelve a engalanar para vivir el pleno de constitución entre la alegría de los familiares y la expectación de periodistas y vecinos. Los primeros vivirán el momento en directo, mirando cara a cara a los 27 concejales electos, 15 vivirán la firma del acta de concejal por primera vez. Los segundos, relegados al sótano desde donde podrán realizar su trabajo siendo testigos por una pantalla. Los terceros desde el salón de su casa, o en la plaza del Consistorio ya que se emitirá vía streaming en la web municipal.De estreno

JOSUÉ TEMIÑO. Es un día de estreno para el concejal número nueve del Partido Socialista. Con sus 33 años integrará la mesa de edad al ser el más joven en tomar posesión de su acta de concejal. Temiño ha bautizado esta cita, a su pesar, como «el pleno de la incertidumbre porque no sabemos cuántos candidatos a la alcaldía se van a presentar, y con las negociaciones en este trío que se ha formado no sabemos qué va a pasar». Pero reconoce que tratará de vivir el momento con «templanza» porque aún cree «imposible que un partido con cinco concejales pueda gobernar la ciudad» y que ese mismo partido «ni siquiera se haya querido sentar con el PSOE a hablar, la formación elegida por los ciudadanos, me parece cuanto menos prepotente». Otra sensación que aflora en el sentir de Temiño es «resignación porque hemos hecho un programa que nos hubiera gustado llevarlo a cabo en función de la confianza que nos dio la mayoría de los burgaleses y no lo podremos llevar a cabo como hubiéramos querido, en el gobierno, por este pacto de la vergüenza».MARÍA ISABEL BRINGAS. Ha visitado en muchas ocasiones el Ayuntamiento de Burgos como representante de la Asociación Afalvi y como responsable de la Unipec. Hoy se estrena en el Consistorio y lo hace como la jefa en los primeros compases. Será la presidenta de la mesa de edad y lo afronta con «nervios porque todo es nuevo para mí, pero con ilusión de trabajar por la ciudad». Todo apunta que puede ser un pleno movido, donde parece que todo y nada está decidido y es algo que sorprende a la propia Bringas. «Esta situación de no saber qué va a pasar me parece un tanto extraña y la verdad llena de inseguridad» aunque respecto al proceder de los ediles entiende que será normal «todos están mentalizados de lo que hay que hacer». Asume esta responsabilidad al mismo tiempo que mantiene reuniones con el Claustro de la Unipec, algo que no abandonará porque «hay sido 32 años de mi vida y mi condición para entrar en la lista fue compaginarlo con mi trabajo». Sobre su labor en la mesa de edad entiende que es «de trámite porque todo está estructurado, hay un protocolo a seguir y luego los que salgan serán los protagonistas, no yo».De vuelta

ROSARIO PÉREZ PARDO. De los 27 concejales 12 repiten en el Consistorio, pero hay una que vuelve tras una legislatura sin pisar el salón de plenos como concejal. Lo hace por otro partido, entre 2011 y 2015 fue edil de Upyd y hoy lo es por Ciudadanos, y en «una situación muy diferente». Recuerda que sus cuatro años con la formación morada «trabajábamos con la sensación de que el rodillo de la mayoría absoluta del PP nos tumbaba todo por venir de la oposición como casi siempre sucedía». Hoy vuelve a la política desde la formación naranja, es su número dos, y es consciente que «ahora la sensación es mejor porque tenemos un programa muy ambicioso y ejecutable con medidas en industria, cultura y deporte ambiciosas que ayudarán a hacer una ciudad mejor». Consciente del papel que juega Ciudadanos apela por un lado a «una legislatura de consenso porque más allá de las diferencias en los ejes fundamentales de la ciudad hay muchos proyectos coincidentes y deberíamos aunar voluntades». En cuanto a áreas que le gustaría tratar entiende que «soy una persona polivalente y en el Ayuntamiento hay técnicos sobrada mente preparados que te ayudan en el día a día» aunque reconoce que Cultura, Deportes o Servicios Sociales le interesan en especial por su profesión. Por eso afronta el pleno de hoy con «ilusión y ganas porque me gusta la política y siempre me han dicho que los primeros cuatro años son para aprender y los siguiente para desarrollar tu labor, estuve una legislatura fuera y ahora puedo aportar».Los que se van

GLORIA BAÑERES. Hace cuatro años entraba en el Ayuntamiento. Y es consciente que un pleno de constitución puede ser de todo menos tranquilo. En 2015 las presiones por formar gobierno de un lado y de otro le llevaron a presentarse candidata. Por el camino perdieron uno de los cuatro concejales con los que había entrado Ciudadanos. En aquel momento dejaron gobernar a la lista más votada. Y hoy ve la víspera de la sesión plenaria con la tranquilidad de quien es ajena, pero con la incertidumbre de las decisiones de un partido que sigue defendiendo. «Todos los escenarios están abiertos y puede cambiar de un bando a otro el resultado si bien esto no es lo ideal». Considera que «la mayoría del PSOE es muy holgada, con cuatro concejales más debería ser la opción natural porque con nosotros se podría tener una mayoría de la estabilidad con dos formaciones de centro y nosotros haciendo un marcaje directo para que se certifique el cambio». Pero lamenta que «los acontecimientos y lo acordado en nuestro partido a nivel nacional con el PP como socio preferente nos han puesto en una tesitura muy difícil en Burgos». Dificultad que ve en un pacto a tres, uno de ellos la ultraderecha que «siempre hemos dicho que no íbamos a contar» y con un PP que aceptan a Marañón como alcalde, pero no el Gobierno. Es consciente que «gobernar una ciudad de 180.000 habitantes con cinco concejales es imposible».ANTONIO FERNÁNDEZ SANTOS. Quien no se sentará en la parte izquierda del salón de plenos, como lo ha hecho desde el año 1999, será Fernández Santos. Vive estos momentos previos sin la tensión de las reuniones que no llegan pero con «nostalgia y un poco el añorar algo que ha sido una constante en tu vida durante 20 años». Aunque a renglón seguido afirma que «con lo que va a pasar casi me alegro de no estar por no vivir la llegada de la ultraderecha que antes estaban, pero camuflados, y porque todo indica que se va a perpetrar una actuación denigrante, que va a alterar la voluntad popular y que perjudicará a la ciudad». Puntualiza que se deja de lado a una formación que ha ganado cuatro concejales hasta sumar once, por otras dos que tienen siete y cinco y que para sumar necesitan a la ultraderecha. Pero lo que más le indigna es que «esta tropelía la haya decidido un tal Espejo, diputado de Barcelona, desde Madrid que no habrá pisado Burgos en su vida». Recuerda a Ciudadanos que «ha vendido Burgos por lo más rastrero de la política que es el reparto de puestos»; al PSOE que «deben contar y recordar esta tropelía»; a los burgaleses que «no olviden, que tomen nota»; y a quienes piden mirar atrás con la legislatura de Olivares (PSOE-IU-TC) les recuerda que «había un concejal de diferencia entre PP y PSOE y todas las formaciones habían formulado su interés por un cambio desde el principio, prácticamente no se negoció nada». Recuerda a Marañón que «el PP no va a trabajar para Ciudadanos, le votará a alcalde, pero luego le dejará tirado».SALVADOR DE FORONDA. Ha llevado los designios de la Hacienda municipal, entre otras áreas, durante ocho años y ayer vivió su último día en el Ayuntamiento firmado cuatro mesas de contratación y despidiéndose de los trabajadores de las áreas que ha gestionado. No quiere entrar en los futuribles que hoy se concretarán «cuando no estás en la negociación lo mejor es no opinar». Pero sí recuerda su labor de gestión de ocho años «me voy con todo lo que tenía en mente resuelto y con la satisfacción del trabajo realizado». Señala que no se ha dado cuenta hasta su salida del afecto de la gente. «Me voy con ilusión y me siento muy querido, la gente ha reconocido mi labor y con eso me quedo». Asegura que las dos legislaturas que ha vivido como concejal han sido satisfactorias, pero con momentos «difíciles porque nos tocó lidiar con una crisis muy dura» y se enorgullece de «haber llevado su labor más con criterio empresarial y financiero que político y de poner todo en orden». Sobre si volverá a tentarle la política municipal ni si, ni no: «Ahora estoy de salida, no puedes decir no volveré, pero uno no sabe que va a hacer mañana».

A partir de hoy, arranca la legislatura 2019-23, en un pleno lleno de incertidumbre y con todo por contar.

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