Nadie ha llamado a Vox: «Somos tres grupos desunidos, no hay un bloque»

Tranquilo y satisfecho abandonaba Ángel Martín el despacho del nuevo alcalde, Daniel de la Rosa. Llegaba el turno ayer de los grupos municipales con menor representación en la ronda de contactos con el regidor socialista, del que el portavoz de Vox destacó su «actitud franca y sincera». «Sabe que estamos en las antípodas ideológicamente pero también sabe que venimos a trabajar por la ciudad y por lo tanto en los temas en los que en este sentido podamos coincidir nos vamos a entender», subrayaba, para considerar que, en su opinión, este «espíritu de colaboración es con el que hay que comenzar esta nueva etapa», cuyos detalles prácticos ya comenzaron a abordar ayer.Esa será la postura de Vox: la de «oposición correcta que velará por la ciudad». «Al menos, de momento. Y más adelante, ya veremos», añadía para recordar que, siempre en caso de cerrar un acuerdo a tres bandas con PP y Cs, la suma de concejales tendría mayoría y sus movimientos «toda la legitimidad».

Sin embargo, no tuvo tan buenas palabras hacia los que serán estos cuatro años sus compañeros de bancada en el Pleno, a los que instaba a «sentarse a hablar cuanto antes para ver cómo vamos a trabajar antes de hacerlo sobre una moción de censura» que, de momento, tendrá que esperar.Y es que, según Martín, tanto PP como Cs «cometen el mismo error que antes de la investidura». Para empezar todavía no le han llamado, ni a él ni a nadie de su formación. Algo que tras lo ocurrido el sábado podría servir para recomponer una relación cuya ruptura desembocaba en la llegada a la Alcaldía del PSOE. «Pues no, nadie ha contactado conmigo hasta el momento pero confío en que en los próximos días podamos iniciar un diálogo que sirva para marcar una línea de oposición conjunta. Ahora mismo somos tres grupos desunidos, ni siquiera somos el bloque de centroderecha del que algunos hablan», explicaba.Agrava la situación el empeño de PP y Ciudadanos por anunciar medidas para las que requieren el respaldo de Vox sin contar con ellos. «En eso ya caía Javier Maroto durante la mañana del sábado, cuando, recién elegido Daniel de la Rosa, anunciaba una moción de censura. ¿Es que el Partido Popular no tiene portavoz en Burgos?», se preguntaba Martín.

Tampoco les gusta el afán de Vicente Marañón por autoproclamarse candidato. «Ese será el último paso. Insisto, primero hay que hablar de trabajo y hacerlo, eso sí, en igualdad de condiciones y con respeto», añadía.Así, consideraba Martín que «entre PP y Ciudadanos pocos reproches se pueden hacer». Reparte de hecho la culpa de lo sucedido entre ambos por igual ya que «los dos daban por hecho nuestro apoyo a su pacto» de manera incondicional. Reconoce, eso sí, que «el mayor bloqueo lo ejerció Ciudadanos al proponer líneas rojas inasumibles».

Y es que, explicaba, el planteamiento era el de un gobierno municipal de la formación naranja que ofrecía «una suerte de dádivas a Vox». «Y no, no podíamos aceptar ese punto de partida. Los burgaleses nos han otorgado un peso determinado y es el que debemos tener. Nos corresponde estar en ese posible gobierno en la medida que en el nos colocan los más de 6.000 votos obtenidos en las pasadas elecciones», indicaba.