Junio cierra con la menor cifra de desempleados de la década

Un 5,12% menos de desempleados en la provincia de Burgos. Los datos del Servicio Público de Empleo reflejan en la provincia la existencia de 16.622 desempleados. Es el mejor junio de la última década y se acerca a los niveles de 2006, antes de la crisis en el que se rozaba el pleno empleo, esta cifra se situaba en 11.517.

No es nuevo que las cifras en junio bajen a nivel mensual. Lo ha hecho incluso durante los peores años de la crisis, pero todos los meses de junio, cuando empiezan a impulsarse el empleo en servicios por las fechas veraniegas y las sustituciones en vacaciones, desde hace cinco años también se reduce la comparativa interanual. Este año hay un 5,12% menos de desempleo que en junio de 2018 y un 5,5% menos de paro que el mes pasado.

Lejos queda el pico de 31.827 parados en la provincia de Burgos que se registraban en junio de 2013, el pico de este mes donde el inicio del verano propicia un mayor movimiento del mercado laboral. En esta mejora todos los sectores han bajado el número de desempleados inscritos en el paro. De esta manera, en servicios se ha pasado de los 19.620 parados en junio de 2018 a los 11.306 de este año. También baja Industria de 2.350 hace un año a 2.211 de ayer. También se reduce el desempleo en construcción que alcanza los 1.115 parados cuando hace un año eran 1.292. En agricultura se ha pasado de 842 parados a 765.

«Nos acercamos a las cifras de paro endémico, baja el paro una vez más y en prácticamente todos los sectores pero es cierto que el ritmo de la reducción del paro se ha ralentizado ya no estamos en niveles del 10% o del 14% interanual aunque se sigue contratando», explica la secretaria general de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Burgos, Emiliana Molero. Apunta que el resto de indicadores han bajado su reducción como la afiliación a la seguridad social que es inferior a la del año pasado, la contratación indefinida que baja, y el número de autónomos que cae en más de 300 y la reducción del paro que baja, por primera vez en los últimos meses, de la cifra de 1.000 desempleados menos.

Datos buenos también para los sindicatos, pero más allá de los números advierten matices. De esta manera el secretario provincial de CCOO, Ángel Citores, considera que «se recupera empleo de años atrás, pero se hace con contratos de mala calidad, temporales y de jornada parcial». Denuncian desde CCOO que un tercio de la contratación indefinida es parcial y «no es por decisión de los trabajadores, es lo que ofrecen los empresarios». Para el secretario provincial de UGT, Pablo Dionisio Fraile, «llevamos un año recuperando el empleo, pero éste es engañoso, un espejismo que se basa en los contratos temporales por meses o días, especialmente en el sector servicios, porque con la ley actual el mercado laboral es poco exigente para los empleadores», sentencia.

Percepciones que se dejan sentir en las cifras de contratación. Así, en el mes de junio se han registrado 14.284 contratos, un 5,55% más que en junio del año pasado, pero de ellos solo 1.153 son indefinidos, un 3% menos que hace un año. La contratación temporal, en cambio, se dispara con un incremento interanual del 6,38% al pasar de 12.343 contratos temporales en junio del año pasado a los 13.131 registrados el mes pasado. En el cómputo global del año se han firmado 68.035 contratos de trabajo de los que solo 6.019 eran indefinidos.

Brecha de género

El paro en la provincia de Burgos sigue teniendo rostro de mujer. Seis de cada diez desempleados es una mujer lo que se traduce en 9.930 paradas frente a los 6.692 desempleados. Cuando más se unieron las líneas de desempleo de mujeres y hombres fue en junio de 2012 cuando ellas eran 14.946 paradas y ellos 14.383 desempleados. Con la tendencia a la baja del desempleo y el inicio de recuperación del mercado laboral ellos lo han abandonado a un ritmo más rápido que ellas y ahora solo cuatro de cada 10 parados es un hombre. Aunque para Molero es «un buen dato que el porcentaje de reducción en mujeres sea más alto que en hombres, pero, sobre todo, que en menores de 25 años ellas están cambiando la tendencia». Refleja que el comportamiento en el empleo de las nuevas generaciones donde el paro en ellas es del 47,7% frente al 54% de ellos, «nos permite tener una visión optimista porque se incorporan al mercado de trabajo al mismo ritmo que ellos y esperamos que se puedan ir corrigiendo estas diferencias».

Para las centrales sindicales el problema es que Burgos no ofrece buenas oportunidades de empleo a la mujer. «Hay una carencia total de oportunidades para ellas, que solo pueden alcanzar empleo en sector servicios, de jornadas incompletas por imposición y no por decisión propia y en constantes sustituciones», señala Fraile.