Mahou-San Miguel invierte 6,9 millones en modernizar el proceso de producción

La planta de Mahou-San Miguel de Burgos invirtió el pasado año 6,9 millones de euros en la modernización de la los sistemas de producción. Un proceso en el que el mayor desembolso se destinó a la renovación completa de la línea de barril, con una inversión de 6,5 millones, así como el cambio del 50% de la de vidrio no retornable. Este esfuerzo inversor supone un 13,1% más que en el anterior ejercicio.

Estos fueron dos de los principales hitos durante el pasado ejercicio, según explicó el director de la planta en Burgos, César Rodríguez. Sobre la línea de barril, Rodríguez explicó que la renovación se puso inició en marzo del pasado año y concluyó en noviembre. Se trata de una renovación íntegra de una línea que tenía 38 años.

Estos cambios se realizan en un contexto en el que «la demanda de la hostelería requiere más producción». En este sentido, el director de la planta de Burgos indicó que en los últimos diez años la factoría ubicada en el polígono Gamonal haya aumentado en un 50% el número de referencias relacionadas con la cerveza y más de 90 agrupaciones distintas.En barril, la producción permite una gran versatilidad con la nueva línea. Versatilidad que se consigue con las«diversas colaboraciones» que hay con otras áreas.

La planta de Burgos ha invertido en 33,05 millones de euros en los últimos diez años en la mejora de las instalaciones con el objetivo de asegurar la competitividad y la sostenibilidad. En los últimos diez años, la planta de Burgos ha elaborado más de 18 millones de hectolitros de cerveza, con un incremento del número de recetas. Se han pasado de las 10 del pasado año a las 20 que se elaboran en la actualidad, envasadas en 10 formatos diferentes. La planta tiene una capacidad de producción de 2,2 millones de hectolitros.

De hecho, la sostenibilidad, la industria 4.0, el sistema de excelencia y las inversiones industriales son las cuatro bases sobre las que se sostiene el proyecto industrial de la planta burgalesa. Respecto a la sostenibilidad, Rodríguez incidió en que en el caso del consumo de agua se ha conseguido reducir hasta en un 11% en los dos últimos años, lo que sitúa este dato a la planta de Burgos «cerca de las mejores cervezas a nivel europeo». Del mismo modo, el consumo energético se ha reducido en un 14%. Hay que recordar que Mahou-San Miguel ha firmado un acuerdo de colaboración con Veralia que, a través de una inversión de 2 millones de euros busca aprovechar la energía residual del vidrio fundido para emplearla en la elaboración de la cerveza, en lugar del gas natural, lo que hace que se reduzca su consumo un 60%.

La digitalización, o industria 4.0, es la parte que «nos permite trabajar de manera más ágil» y tener un seguimiento de todo el proceso productivo de la planta.Esta evolución hacia la digitalización hace que los perfiles de los empleados haya cambiado, lo que requiere «perfiles nuevos». Algo que en Burgos sí se encuentra, ya que desde hace hacer tres años se mantienen acuerdos de colaboración con la Universidad de Burgos, lo que permite la realización de prácticas, así como a través de la bolsa de empleo. Pero el director de planta de Burgos también quiso destacar el esfuerzo que ha realizado la plantilla por la adaptación de los cambios que plantea la digitalización, hasta el punto que trabajadores que están muy cerca de la jubilación han sabido adaptarse y forman a los nuevos empleados y a los de prácticas.

En la actualidad, la planta de Burgos emplea a 150 personas de forma directa y da empleo a otras 70 de forma indirecta.Desde 2015 ha destinado más de 42 millones a proveedores burgaleses.