Cae una banda de traficantes por el crimen de Miranda

Burgos

 La investigación de la Policía Nacional para resolver la ejecución en Miranda de Ebro de un guardián de la droga de una organización criminal acabo unida a una operación iniciada por la Guardia Civil en Segovia meses atrás contra una red de tráfico de estupefacientes de ámbito nacional detectada en esa ciudad. Conjuntamente ambos cuerpos han sido capaces de desarticular completamente esta organización criminal radicada en Madrid y se han conseguido clausurar tres puntos de distribución y venta de droga en Segovia, Miranda de Ebro y Leganés.En una operación especialmente discreta, diseñada para evitar las filtraciones, los dos cuerpos policiales fueron avanzando desde los primeros días tras la ejecución del vecino de Miranda, F.J.M.G., un varón de 60 años. Su cadáver se halló junto al Ebro, en la laguna de Montañana, el 6 de mayo. A los pocos días, los agentes encargados del caso encauzaron las investigaciones sobre las circunstancias del crimen pero se silenciaron los detalles para evitar interferencias en las pesquisas. Silencio en la Guardia Civil de Segovia y mutismo en la Policía Nacional de Burgos, la Operación Resurgir estaba en marcha.Lo confirmó el comisario jefe provincial de Operaciones de la Policía Nacional en Burgos, Félix López Rivera, quien argumentó que se extremó deliberadamente la cautela en la investigación, mientras que en Miranda, «una localidad pequeña», corría la voz de que todo el mundo sabía quién era el asesino menos la Policía Nacional y la Guardia Civil. Pero no era así, el objetivo de proceder así era no comprometer la operación antidroga iniciada en Segovia. José Luis Ramírez destacó, además, las fuertes medidas que empleaban los miembros de la organización, se incrementaron a raíz del asesinato de Miranda, con el que «la última fase de la operación el trabajo fue tremendo», teniendo que pedir todavía más efectivos de agentes para poder controlar a los miembros y lograr el objetivo de desarticular todos los escalones de la banda.En declaraciones ayer en Segovia que recoge Ical, el teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Segovia, José Luis Ramírez, comentó que extremaban las medidas en los desplazamientos y en sus medios de comunicarse, obligando a la Guardia Civil a «realizar un esfuerzo tecnológico» para emplear todos los medios para descifras sus métodos de ocultación de llamadas y el uso de plataformas de mensajerías. La banda también utilizada a menores de edad en los coches donde viajaba la droga para intentar despistar, usando un alto grado de sofisticación en el método de ocultamiento.Según avanzó la investigación fueron detenidos en Miranda cuatro hombres y tres mujeres, familiares entre sí, y vecinos del número 4 de la calle Rioja, en el que residía el hombre asesinado, quien, según explicó Ramírez era el encargado de la custodia de la droga en la localidad burgalesa y fue el móvil del crimen fue una pelea entre los miembros de la propia organización, como pudieron comprobar en las conversaciones de los teléfonos móviles. Cinco personas están en prisión, uno de ellos como autor del asesinato.El responsable de la Guardia Civil de Segovia detalló la crueldad de este suceso, ya que tras dispararle con un arma de fuego, que no pudo recuperar, «le dejaron morir durante muchas horas» y luego «lo llevaron al río». El cuerpo apareció maniatado. Ramírez destacó la excelente colaboración entre las dos investigaciones para evitar cualquier filtración.Operativo coordinado

De forma paralela al esclarecimiento del asesinato, se daban pasos en el apartado de tráfico de drogas, confirmado el miembro de la organización que viajaba a Colombia y que iba a traer una importante cantidad de droga. El 24 de mayo, se localizó en el aeropuerto de Madrid a un viajero que llevaba oculta en dobles fondos de maletas, casi 11,4 kilos de extrema pureza.

El siguiente paso fue justo un mes después, con registros simultáneos en Madrid y Segovia, los días 24 y 25 junio, con una amplio y llamativo despliegue de medios en varios barrios de la capital. Mientras que en Leganés se detuvo a una persona en la vía pública y a otra en un domicilio, que era el laboratorio donde se cocinaba la droga para «multiplicar por dos, tres o cuatro», señaló la delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín.Por su parte, José Luis Ramírez apuntó que los dos grandes operativos desarrollados en Segovia, con apenas unos días de diferencia, por Policía Nacional y Guardia Civil, formaban parte de la misma investigación, pero ambos cuerpos llevaban sus investigaciones y controles de los puntos de distribución y venta.

Finalmente la Operación Resurgir ha permitido desarticular completamente la organización criminal, con la detención de 23 españoles, y la clausura de tres puntos de distribución y venta de droga, especialmente cocaína colombiana de gran pureza, que tenía su sede en Leganés y se extendía por Segovia y Miranda. En su fase final se realizaron 13 registros con la incautación de cerca de 13 kilos de cocaína de gran pureza, procedente de Colombia, con un valor aproximado de 760.000 euros; 48 gramos de anfetamina y dos de metanfetamina; varias dosis de hachís para la venta; 7.000 euros en metálicos y cinco vehículos de gama media y alta.