Los concesionarios piden a la Junta ayudas a la compra de coches como en otras regiones

Burgos

La delegación regional de la patronal que integra las asociaciones de concesionarios oficiales de las marcas automovilísticas y de maquinaria agrícola, Faconauto, planteará al consejero de Fomento y Medio Ambiente la conveniencia de la implantación en Castilla y León de ayudas a la adquisición de vehículos similares a las que están funcionando «con mucho éxito» en comunidades limítrofes.

El modelo que plantea Faconauto se asemeja al Plan Renove que se aplica en el País Vasco donde se conceden 2.000 euros para la compra de un vehículo con motor de combustión y 3.000 si se trata de uno eléctrico a condición de achatarrar un vehículo a cambio. A este programa, la administración vasca destina cinco millones de euros para cubrir las ayudas para la compra estimada de unos 2.300 coches nuevos. La patronal de los concesionarios burgaleses argumenta que este tipo de planes dinamizan el mercado como prueba el hecho de que en el País Vasco se ha elevado las ventas un 21% desde su implantación, según el vicepresidente de la Asociación de Concesionarios de Automóviles de Burgos (Aconauto), Fernando de Santiago.En el caso de la comunidad gallega se destina 1,1 millones de euros a un plan Renove similar que beneficiará a los compradores de cerca de 2.000 vehículos que retiren un automóvil de más de 10 años aportando una ayuda de 1.000 o 1.500 euros en función de las emisiones. La mayor parte de esos fondos va destinada a los particulares y este plan incorpora el requisito de que la compra no podrá superar los 40.000 euros, por lo que se excluye a los vehículos de gamas altas.

Aplicar en Castilla y León un plan semejante facilitaría la retirada de las carreteras de un gran número de vehículos con más de 10 años, recalca Andrés, habida cuenta de que el parque móvil de la Comunidad está entre los más viejos del país.Situación preocupante

Los concesionarios burgaleses ponderan la importancia de incorporar este tipo de estímulos mediante ayudas a la compra para activar un mercado que en el canal de particulares acumula un descenso de ventas entre el 12 y el 14%, el doble que e promedio nacional, según los cálculos del presidente burgalés de Aconauto, Fernando Andrés. Las empresas de automoción burgalesas viven una «situación preocupante» pero no alarmante porque consideran que a lo largo del año podrán compensar el nivel de ventas. Siempre y cuando no se produzca un nuevo vuelco en el mercado propiciado por las declaraciones de «políticos que no están a la altura» de los ciudadanos, en palabras del tesorero burgalés de Aconauto, Julián Alonso. Andrés reprochó, en la misma línea, que se han creado «situaciones de angustia» en clientes que «han paralizado o cambiado la venta» al escuchar declaraciones del Gobierno poniendo fecha de caducidad al vehículo diesel.«No saben de lo que hablan», recalca Alonso, apoyado por De Santiago que lamenta que se «está demonizando al diesel», cuando las marcas es muy posible que los vuelvan a relanzar para cumplir con el nuevo objetivo europeo que limita las emisiones medias de la gama de cada fabricante por debajo de los 95 gramos de CO2, cuestión a la que favorecen los diesel modernos que emiten menos gases que los motores de gasolina. Esa circunstancia traerá nuevas ofertas y descuentos de las marcas hasta final de año, anticipó.El vicepresidente de Aconauto Burgos vaticina que hasta 2040 convivirán las diferentes tecnologías, lo que es una suerte para el comprador, según Julián Alonso, ya que le permite encontrar la modalidad que mejor encaje con cada cliente. En ese sentido, la patronal de los concesionarios de Burgos animó a los compradores a dejarse asesorar por los profesionales del sector en función de sus necesidades.Más información en la edición impresa