El Correo de Burgos

Acogedor y punto clave desde la antigüedad

Ubicado en «un paraje espectacular», cuenta con un gran puente romano que salva el río Arlanza

Los vecinos de Tordómar participan en una actividad en el interior de la iglesia de Santa Cruz de la villa burgalesa.-ECB

Los vecinos de Tordómar participan en una actividad en el interior de la iglesia de Santa Cruz de la villa burgalesa.-ECB

Publicado por
SANDRA PALACIOS
Burgos

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«Enclavado en la ribera del Arlanza» y perteneciente a la comarca que lleva el mismo nombre, Tordómar es un «paraje espectacular que cuenta con un buen número de paseos y rutas en bici que permiten estar en contacto con la naturaleza y con una arquitectura excepcional», comenta Inmaculada Sierra, alcaldesa de la localidad. El municipio con «carácter de acogida», en palabras de Sierra, ha sido un lugar de paso a lo largo de la historia.Parte del patrimonio que conserva la villa pertenece al período romano. Una muestra de ello son los restos de la calzada romana, la Vía Aquitania. Cuando Roma ocupó la península, eligió Clunia como capital de su amplio «conventus» y para poder enlazar todas las ciudades construyó una amplia red de vías de comunicación. Tordómar forma parte de esta importante red, que enlaza Clunia con los límites de Galicia.La villa próxima a localidades como Lerma, Villahoz o Santa María del Campo y a una distancia de 38 kilómetros de la capital, conserva como emblema un puente de la época romana compuesto por 22 arcos de medio punto que sortea el Arlanza en ese tramo. Al sur de esta construcción permanecen dos miliarios del siglo I. Columnas cilíndricas de granito que en la antigüedad señalaban las distancias y se situaban a las orillas de las calzadas. Mientras que uno de ellos informaba de las 34 millas de camino que quedaban para llegar a Clunia, el otro preserva una inscripción en la que aparece el nombre del emperador Trajano, quien ordenó la construcción del puente. Por otro lado, la villa también cuenta con una pequeña fuente, una alcantarilla con tres arcos y escudos en casas nobles.Las referencias escritas de Tordómar se encuentran en el siglo X. En los albores de este siglo ya se habían instalado las vanguardias castellanas en las riberas del Arlanza, y de inmediato llegan a repoblar estas nuevas tierras cubiertas de bosque en su mayoría. Años más tarde, entre los siglos XIII y XVI, el municipio fue repoblado por mozárabes y prueba de ello, es la construcción de la iglesia de Santa Cruz de Tordómar, iglesia con un altar y retablo impresionante que cuenta con una arquitectura exterior característica de una torre fortaleza.El interior del edificio guarda el retablo mayor y la capilla de la familia noble del lugar, los Carrillo. Este monumento, debido a las diferentes reformas que ha sufrido, abarca varios estilos que van desde el románico hasta el barroco.La historia sitúa en la villa a figuras como Juana ‘La loca’ o el Cura Merino. La primera transitó Tordómar durante su vagar por las tierras castellanas tras la muerte de su marido Felipe ‘el Hermoso’. Y siglos después, el Cura Merino habitaría estas tierras en plena Guerra de la Independencia contra el ejército francés.En Tordómar, «lo aunamos absolutamente todo», declara su alcaldesa. Y es que la villa ofrece al visitante un paraje ideal para pasear por sus calles, contemplar su arquitectura popular o disfrutar de la naturaleza que lo rodea.Los cerca de 400 habitantes del municipio viven principalmente de la agricultura, y en menor medida de la ganadería, albañilería y carpintería. Disfrutan como el resto de la provincia de Burgos de platos típicos como la morcilla, el lechazo y el queso fresco y cuentan con una importante producción de huevos gracias a las diversas granjas aledañas.Para los amantes de la naturaleza, Tordómar ofrece numerosas rutas y caminos que unen la localidad con los pueblos de la comarca. También pueden disfrutar de la recogida de setas durante la temporada, pescar en el río Arlanza, o directamente disfrutar de la naturaleza o practicar deporte.Los turistas que prefieran el senderismo, no deben olvidar una de las rutas más bonitas que discurre por la ribera del río. Esta vincula el antiguo poblado romano -cerca de Villahoz- con el puente de Talamanca y el de Tordómar. Las hermosas vistas de los campos de girasoles y la fauna, en la que abundan águilas y corzos, también son aspectos a destacar.Sierra señala el carácter acogedor del pueblo, pero también «una arquitectura, naturaleza e instalaciones deportivas excepcionales entre las que destacan el frontón o las piscinas municipales».Precisamente las actividades deportivas protagonizarán la semana anterior a las fiestas. Las festejos patronales en honor a San Agustín tendrán su día grande el 28 de agosto y ocuparán la última semana del mes con actividades de todo tipo.Por otro lado, el día 25 de agosto tendrá lugar la tradicional ‘Cata de vino de Arlanza’. En esta edición, la número vigésimo octava, participan más de medio centenar de vinos rosados, blancos y tintos y contará con un jurado de enólogos para una cita que cada año muestra «mayor competitividad». Posteriormente los participantes disfrutarán de un almuerzo con productos típicos del cerdo acompañados de vino. La ‘Cata de vino de Arlanza’, «cada vez gana más aceptos y tiene más visitas de toda la comarca», declara Sierra.El martes 27 de agosto se inaugurarán las fiestas patronales con la presentación de las reinas, iniciando una semana en la que habrá distintos eventos para todas las edades. Algunos de ellos serán concursos de disfraces, diversas actuaciones musicales, una de ellas de música folk, una batucada, juegos infantiles o la tradicional paella popular. Tampoco faltarán las noches de orquestas que este año serán el miércoles 28 de agosto, el viernes 30 y el sábado 31.La alcaldesa anima a todo aquel que quiera a acudir a la localidad. «No somos un pueblo muy grande pero todo lo que podamos hacer por el que nos visita, lo hacemos con mucho gusto».El municipio que ha reparado recientemente la escalera y el muro de la plaza plantea un proyecto a largo plazo en la antigua casa parroquial, «en el que caben muchas posibilidades». La localidad se plantea, además, trabajar con la Asociación para el desarrollo de la Comarca del Arlanza (Adecoar).

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