Medio Ambiente trabaja en un software de registro para los puntos limpios

Desde que se crearon en el año 2000, el Ayuntamiento burgalés ha gestionado los puntos limpios a través de convenios con empresas de reinserción social y entidades del mismo carácter como Fundación Lesmes. El más reciente arrancaba en el año 2012 y tenía una duración de dos años más dos de prórroga. Así las cosas, el 30 de noviembre de 2016 finalizaba el contrato y «desde ese momento no se ha vuelto a poner en marcha uno nuevo», tal y como explica el concejal de Medio Ambiente, Josué Temiño.Actualmente la capital burgalesa cuenta con dos puntos domiciliarios- punto limpio norte-, que se encuentra ubicado en la avenida Islas Baleares, junto al HUBU, y el punto limpio sur, en el barrio de San Pedro y San Felices. Desde ese año 2016, la labor de la empresa que gestiona los puntos limpios domiciliarios se abona a través de reconocimiento extrajudicial de crédito de forma trimestral. Antes de que finalizara este contrato, el Servicio de Medio Ambiente informó al equipo de Gobierno sobre la necesidad de realizar diversas mejoras e inversiones en estos espacios, atendiendo a la normativa vigente para sacar a licitación un nuevo contrato.Con estas premisas, el servicio creó un borrador de pliego que con la puesta en marcha de la nueva Ley de Contratos de junio de 2018 tuvo que revocarse. Ahora, el nuevo documento, además de incorporar las medidas de mejora debe ajustarse a la normativa vigente.De las tres medidas ya se han puesto en marcha dos de ellas. En la tercera, aún pendiente, el servicio de Medio Ambiente «está trabajando actualmente». Supone la puesta en marcha de un programa informático que «permita registrar la entrada y salida de residuos, saber qué cantidad entra y sale y quién hace esa entrega o la recogida», comenta Temiño, quien recuerda que actualmente «este proceso se desarrolla de forma manual».Este software, que «mejoría la trazabilidad de los puntos limpios», se está desarrollando junto al servicio de Informática del Consistorio burgalés y previsiblemente estará listo «antes de que finalice el año». El concejal no quiere hablar de fechas concretas porque, además de desarrollar el programa, hay que poner solución a algunos contratiempos como que «los recintos cuenten con red wifi para garantizar que todo funcione de manera adecuada», cuestión de la que se encarga Ingeniería Industrial.En lo que se refiere a la medidas ya desarrolladas, la primera se ha centrado en la «instalación de elementos de información como paneles o señalización en los puntos limpios», apunta el concejal socialista. La segunda medida, también implementada, ha sido «el arreglo de la báscula, así como la impermeabilización y recogida de los derrames del espacio de almacenamiento de residuos peligrosos». Aunque el objetivo es mejorar el rendimiento y la gestión de los espacio, el concejal señala que «actualmente los puntos limpios funcionan bien».Puntos industrialesOtro cantar son los puntos limpios industriales, ubicados en los polígonos de Pentasa y Villalonquéjar. «Los empresarios han denunciado que los fines de semana, aprovechando que la actividad de los polígonos baja, muchos tiran en esos puntos limpios diversos residuos como escombros de obra o muebles», comenta el concejal.Con el objetivo de poner solución a esta problemática que «daña la imagen de los espacios industriales y que tiene un coste extra para el Ayuntamiento», el concejal de Medio Ambiente mantendrá la próxima semana una reunión los empresarios de ambos polígonos porque «la suciedad es evidente». Al margen de la cita, el edil apunta que «desde el Ayuntamiento queremos trabajar de forma conjunta también con Policía Local para incrementar la vigilancia en estos puntos los fines de semana».El socialista lamenta que «no se haga un uso razonable de esto espacios» aprovechando que «no cuentan con vigilancia». Y es que «aunque estos puntos funcionan con una tarjeta inteligente, algunas personas se cuelan, tanto para dejar residuos que no deben estar ahí como pinturas o incluso amianto, como para robar chatarra». Precisamente con la redacción del nuevo pliego, el edil señala que «deberemos valorar la posibilidad de que estos espacios cuenten con vigilancia».