A caballo entre la calma y el fragor

Constituye uno de los municipios más poblados de la provincia burgalesa. Su privilegiada situación, colindante con la circunvalación de Burgos, le ha permitido mantener un importante crecimiento durante los últimos años, gracias a su gran oferta de suelo tanto en superficie como en coste.

Villagonzalo Pedernales es una localidad que se encuentra a cuatro kilómetros de la capital y que cuenta con las características propias de cualquier pueblo de la provincia así como con las ventajas de estar prácticamente integrado en la ciudad.

Con un gran catálogo de servicios y actividades además de instalaciones lúdicas y deportivas perfectamente acondicionadas, la localidad es un destacado atractivo tanto para visitantes como para quienes deseen un estilo de vida menos ajetreado y ruidoso. Así, las nuevas construcciones conviven con las edificaciones más rurales de la localidad.

La comarca burgalesa tiene una importante historia y sus primeros pobladores pertenecieron a las tribus de los Turmogos. Villagonzalo fue fundado en el siglo IX por Gonzalo Téllez, conde de Cerezo y Lantarón, como jurisdicción de señorío ejercida por el conde de Villariezo, quien nombraba a su alcalde. En la Alta Edad Media, en torno al siglo X, Villagonzalo se incluía dentro del obispado de Muñó, donde se fundó el monasterio -destinado a hombres y mujeres de San Julián de Pedernales-.

Entre los encantos históricos de Villagonzalo se encuentra el lavadero. En el marco de la estrategia de ‘Conservación y mejora de la arquitectura tradicional’, el Ayuntamiento incluyó el saneamiento del antiguo lavadero público, elemento que no quieren dejar en el olvido cuando durante años ha sido una parte importante del desarrollo de la vida cotidiana de los moradores de Villagonzalo.

A nivel arquitectónico, destaca la Casa Consistorial dado que se trata de un noble edificio de dos alturas y un altillo de coronación, donde está ubicado el escudo del municipio en relieve de piedra.El edificio, que está catalogado en las Normas Subsidiarias Municipales de Villagonzalo Pedernales con Protección Estructural, tiene fechada su construcción en el año 1906.

Su estilo arquitectónico se denomina como ‘ferroviario’ y en tiempos remotos, albergó en la parte izquierda del edificio, la casa del Médico para la que se disponía de puerta independiente.

Sin embargo, hace catorce años se llevó a cabo una reforma integral del edificio con el fin de modernizarlo y adecuarlo a las necesidades del municipio.

La recuperación de elementos de la arquitectura tradicional han dado lugar, además, a la recuperación de los espacios abiertos en los que se encuadran, dando como resultado un perfecto marco de reunión y de charla, en el que los visitantes y turistas del pueblo puedan imaginar el roce de las ropas con la piedra de la pila.

Por otra parte, señalar que Villagonzalo cuenta con doce yacimientos arqueológicos inventariados, abarcando estos enclaves un espectro cronológico que comprende, prácticamente sin interrupción, desde el Paleolítico Inferior-Medio hasta la Edad Contemporánea, siendo muy representativos los lugares de aprovisionamiento y transformación del sílex.

Así las cosas, el patrono de la localidad es San Vicente, festividad que se trasladó por causas climatológicas del 22 de enero al segundo domingo de septiembre. Sin embargo, desde el fin de semana que le precede, Villagonzalo ya se prepara para sus fiestas mayores con una paella popular en el parque de Prado Villa, al que gratuitamente tiene acceso todo aquel que se acerca.

Los actos se alargan hasta el lunes del segundo domingo, completándose estos días con varias actuaciones para mayores y pequeños, el pregón, la proclamación de las reinas, festival de danzas o batallas de gaseosas sin olvidar las verbenas, uno de los grandes atractivos para las jornadas nocturnas. Para que todo se celebre como es debido, el Ayuntamiento como institución organizadora, cuenta con la colaboración de diversas asociaciones así como de vecinos de la localidad.

En cuanto a la gastronomía no hay mucho que destacar dado que productos como la morcilla, el queso fresco o el lechazo son los que predominan en esta parte del territorio burgalés.