El Correo de Burgos

MUNICIPAL

El Ayuntamiento tratará de «flexibilizar» la ordenanza de terrazas en base a las alegaciones

Los hosteleros quieren evitar la pérdida de un «tercio de aforo» por el «acotamiento de distancias»

El alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, y el concejal de Licencias, Daniel Garabito, se reunieron ayer con representantes de la Federación de Hostelería.-RAÚL G. OCHOA

El alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, y el concejal de Licencias, Daniel Garabito, se reunieron ayer con representantes de la Federación de Hostelería.-RAÚL G. OCHOA

Burgos

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La nueva ordenanza de terrazas preocupa, y mucho, a la Federación de Hostelería de Burgos. La normativa presenta una serie de restricciones que a su juicio pueden afectar considerablemente a sus negocios, de ahí el registro de más de un centenar de alegaciones que ya han empezado a valorarse de forma conjunta por los representantes del sector, el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, y el concejal de Licencias, Daniel Garabito. La última reunión se produjo precisamente ayer y fue «plenamente satisfactoria», tal y como reconocía Fernando de la Varga, vocal de la entidad.El acercamiento de posturas marcó la tónica del encuentro. El principal «problema», según manifestaron los hosteleros, es el «acotamiento de distancias» a la hora de garantizar una separación concreta de farolas y lugares de paso. Dicha limitación, expuso De la Varga, puede provocar la pérdida de «un tercio de aforo». En respuesta a dicha inquietud por parte del sector, Garabito aseguró que cabría la posibilidad de «matizar» este apartado de la ordenanza, en función de la alegación presentada, para «flexibilizar algún extremo».El presidente de la Federación, Enrique Mata, volvió a defender la introducción de cambios significativos en una normativa «muy restrictiva» que ha generado «muchas preocupaciones» entre los profesionales de la hostelería con licencia de terraza. Y al igual que De la Varga, tampoco pasó por alto la inquietud latente de las distancias, dado que «desaparecerían muchas sillas y muchas mesas». Una vez recogido el guante, los técnicos del Ayuntamiento se encargarán de estudiar su petición para ver si puede encajar en la futura ordenanza.Aunque la Corporación pretende mantener el «espíritu» de la ordenanza de terrazas, Garabito se mostró partidario de «revisar» jurídica y técnicamente las alegaciones para consolidar una normativa «consensuada»y «estable en el tiempo». Para ello, también se reunirá próximamente con otros colectivos que han presentado sus respectivas peticiones. De esta forma, se tratará de alcanzar una «solución» que «satisfaga a todas las partes».No hubo tiempo para hablar de otros asuntos, ni de la ordenanza de ruidos ni de los eventos gastronómicos que plantea la Federación. De hecho, los hosteleros reanudarán la toma de contacto con el Ayuntamiento dentro de un par de semanas. Por ahora, la cordialidad parece imperar. De la Varga celebró que se trata de un «acercamiento bastante positivo». Garabito, por su parte, agradeció que el sector no acudiese «exclusivamente a velar por sus intereses».

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