«Visibilización y prevención» como principales armas contra el suicidio

La Plaza Mayor de Burgos acogió ayer la celebración, a nivel de Castilla y León, del Día Mundial de la Salud Mental. «Este año, bajo el lema ‘Conecta con la vida’, tenemos como objetivo el abordaje del suicidio como un problema de salud pública que debe ser tratado desde todas las áreas, pero específicamente mejorando la prevención, el diagnóstico, el tratamiento y la continuidad de los cuidados, concretamente en la población con problemas de salud metal», detalló la presidenta de la Federación de Salud Mental de Castilla y León, Elena Briongos. El acto reunió a más de 700 personas, procedentes de todas las provincia de la comunidad autónoma. Este incluyó la lectura de un manifiesto por parte del movimiento asociativo.Cada año en el mundo se suicidan 800.000 personas según dato de la ONS. En España, en 2017, fueron más de 3.600 las personas que lo hicieron, de las cuales 219 residían en Castilla y León. «El suicidio representa la principal causa de muerte externa en España».La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, estuvo presente y quiso dejar claro que «el suicidio es una lacra social y sanitaria, que nos puede llegar a afectar a cualquier persona. Y por ello es necesario una lucha por la visibilización de estos sucesos». Además, Casado señalo que «la buena noticia de estos casos es que son vulnerables. Es decir, son reversibles si se actúa desde la prevención. Tenemos que estar atentos desde la sociedad y desde el sector sanitario, para saber detectar las señales de alarma de estas personas».Desde 2016, «se empezó a trabajar en determinadas actividades para mejorar la coordinación entre los médicos de atención primaria y los servicios de salud mental. Para ello existen unos protocolos que se están desarrollando y que tiene que estar implantados en todas y cada una de las provincias», explicó Casado. Dentro de los protocolos se estipula, por ejemplo, que «cuando se detecte a una persona con alto riesgo de suicidio, el paciente tiene que poder acceder a una consulta de salud mental en los siete días siguientes».A esto se suma, que en el próximo mes «se iniciará un programa de formación dirigido a los profesionales que tienen que atender a los pacientes en primera instancia y son lo que tienen que determinar que alguien se encuentra en riesgo», explicó Casado. Relacionado con esta lucha, «también se ha incluido en la cartera de servicios de atención primaria un apartado para la atención de personas con depresión».El alcalde de la ciudad, Daniel de la Rosa, también dirigió unas palabras a los asistentes afirmando «la necesidad de la prevención y la sensibilización con respecto al suicidio. Desde las instituciones, tenemos que hacer pedagogía con nuestros ciudadanos para luchar contra la estigmatización que todavía existe con respecto al suicidio». También recordó que desde el Ayuntamiento «se trabaja con la Asociación pro Salud Mental de Burgos (Prosame) mediante un convenio de cooperación de más de 50.000 euros». La asociación presta ayuda «a más de 100 familias en Burgos y más de 400 personas las que luchan día a día». De la Rosa expresó «que el verdadero reto es la sensibilización. Este problema vive con nosotros y tenemos que plantarle cara».Durante el acto y la lectura del manifiesto también estuvieron presentes el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, Roberto Saiz, la presidenta de Prosame, María Jesús Murillo, y el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico.