Cs advierte que no se ha licitado la compra de 5 buses prevista para 2019

La renovación de la flota de autobuses urbanos difícilmente podrá seguir la programación diseñada en 2016, tras el acuerdo alcanzado por PP y PSOE, tal y como alerta el grupo municipal de Ciudadanos. La programación recoge la adquisición de cinco nuevos autobuses urbanos en 2019, cinco más en 2020 y otros cinco vehículos en 2021. De esta forma, en el año 2022 la ciudad contaría con 62 autobuses, de los cuales la mitad habrían sido adquirido a través de renting (sistema de alquiler).Así, a lo largo de esta anualidad debiera realizarse la licitación de los 5 nuevos autobuses correspondiente al año 2019, si bien los vehículos no llegarían hasta el próximo año. Sin embargo, el portavoz de la formación naranja, Vicente Marañón, advierte que «a estas alturas del año no se ha realizado la licitación para la adquisición de esos cinco primeros vehículos y dudamos que vaya a hacerse este año, como se recoge en la programación de renovación».En cualquier caso, el concejal naranja señala que «la apuesta por la compra no tuvo ningún motivo razonado frente a otras fórmulas de adquisición. La decisión, asegura, se basó en que el anterior contrato de renting no había funcionado según lo esperado, pero la realidad es que no se realizó ningún análisis comparativo de cual de las tres opciones nos interesaba más, si la compra, el renting o el leasing».En este sentido, Marañón apunta que «la decisión responde a un PP que el mandato anterior se encontraba en minoría y necesitaba los votos del PSOE, cediendo así a sus reclamaciones».Por otra parte, el edil de Ciudadanos critica que, antes de realizar cualquier adquisició «no se haya hecho un análisis de las necesidades de capacidad de la flota», para saber si «en una línea conviene tener un tipo de autobús u otro, con más o menos capacidad». Esta «falta de conocimiento de las necesidades de los usuarios» dan como resultado que «nos encontremos con rutas por las que circula un autobús artículado- el más grande de los tres modelos que transitan por la capital burgalesa- cuando no es necesario ya sea porque no tiene la suficiente demanda o por la propia capacidad de la calle».Aunque el por entonces concejal de Movilidad, Jorge Berzosa, ponía de manifiesto días antes de que acabara el mandato que sería necesario sumar cinco autobuses más a los 15 previstos en tres años para dar respuesta al nuevo mapa de líneas, Marañón considera que «podría ponerse en marcha con los autobuses que hay actualmente operando sin necesidad de contar con los nuevos vehículos», pero «el problema es que no contamos con los suficientes conductores si atendemos al razonamiento del mapa de rutas ideado por PP y PSOE».Sobre este asunto, Marañón se muestra de nuevo crítico. «No es lógico que el nuevo mapa de autobuses esté diseñado por dos concejales, para eso están las empresas especializadas y, por supuesto, los técnicos. ¿Quién nos dice que ese mapa de rutas no puede ser operativo con los conductores actuales cambiando, por ejemplo, la frecuencia de una ruta?».Marañón lamenta que «algo tan importante» para una ciudad como la conexión de su transporte público «no haya sido realizado por profesionales» y reitera la «incapacidad del concejal de Movilidad para poner en marcha el mapa por su falta de experiencia y de conocimiento en el ámbito».