El Correo de Burgos

SOCIEDAD

Proyecto Rubare ya levanta el complejo de la isla de Idwji

Edifican un orfanato para cien niños de 0 a 5 años y un la Escuela de Primaria con una aportación de la Junta de Castilla y León

Las obras del orfanato del proyecto Rubare en la isla de Idwji del Congo.

Las obras del orfanato del proyecto Rubare en la isla de Idwji del Congo.

Burgos

Creado:

Actualizado:

El proyecto de la Isla Idwji (Congo) empieza a tomar forma. Ya se han levantado las paredes de los primeros módulos del Orfanato que recibirá a un centenar de niños de entre cero y cinco años y tendrá también un centro infantil para los hijos de las madres que se formarán en la Escuela de Primaria. «Parece raro que niñas de 12 a 14 años tengan que empezar a estudiar Primaria, pero es que su situación en esta isla es tremendamente vulnerable», relata el responsable de la ONG burgalesa Proyecto Rubare, Tomás Martínez.Las niñas de zonas rurales del Congo viven en una situación de vulnerabilidad tal que si quedan embarazadas sin tener marido, ya sea por relaciones consentidas o por violación, se convierten en un estigma para sus familias. Ellas son vistas como las únicas culpables de la situación y la tradición en la zona es abandonarlas en la isla de Idwji. Allí «se buscan la vida para salir adelante o deambulan con sus niños en brazos porque cuando quedan embarazadas son abandonadas allí a su suerte», explica. El objetivo de Proyecto Rubare, que desarrolla el complejo en la Isla de Paz a través de la Fundación Kiwu-Jambo (uniendo el nombre de la región donde se desarrollan los proyectos de la organización y hola en suajili), es dar formación a estas jóvenes marcadas por una tradición patriarcal incomprensible en el mundo occidental pero también a sus hijos o a aquellos niños que han sido abandonados.«El objetivo es dar formación y una profesión a esas mujeres jóvenes». Para ello el complejo de la Isla de Idwji está formado por un Orfanato, una Escuela Infantil y una Residencia donde puedan vivir estas chicas y los niños huérfanos. La obra que está más avanzada es la del Orfanato donde atenderán a 100 niños. Se han edificado dos módulos, en los próximos días se instalará la techumbre. «Se hace por módulos para ir empezando con el proyecto, la necesidad es mucha y los fondos no llegan para todo el proyecto, pero podemos ir haciéndolo así e ir añadiendo conforme recibimos el apoyo», relatan desde Proyecto Rubare. Este proyecto cuenta con 13.000 euros concedidos por la Diputación Provincial de Burgos y 10.000 que aporta la propia ONG.La construcción de la Escuela Infantil también ha arrancado. En ella esperan dar formación a 100 niñas y jóvenes madres y a 100 niños. Esta instalación también se organiza en módulos para poder ampliar si fuera necesario y se tuvieran fondos para ello. Este proyecto tiene financiación de la Junta de Castilla y León, 137.000 euros, que se dividen para la edificación y el resto para realizar acciones de sensibilización entre la población y el primer año de actividad. «Sabemos que al inicio la instalación será deficitaria, pero buscamos crear en la zona un centro de desarrollo como el de Rubare que pueda sustentar el proyecto». Lamentan desde Rubare que las subvenciones a proyectos de cooperación del Ayuntamiento salieron tarde. Si otros años se publicaban en abril este año no han salido hasta octubre. «Estamos a la espera de conocer si tenemos la subvención del Ayuntamiento de Burgos para arrancar la obra de la Residencia», señala Martínez. Este espacio permitirá a las niñas madres tener una habitación con sus hijos donde vivir. «Mientras ellas están estudiando y formándose los pequeños acuden al centro infantil del orfanato, de esta manera facilitamos su desarrollo personal y profesional sin que perjudique el desarrollo de los pequeños», destaca Martínez. Esta residencia contará con dos zonas diferenciadas por sexos.El objetivo de la ONG Burgalesa es que la Escuela de Primaria pueda empezar a recibir a los primeros alumnos en septiembre del próximo año. «Para entonces queremos contar también con una parte del Orfanato de la Residencia para realizar la labor completa de acompañamiento y formación que perseguimos con el proyecto», destacan desde Rubare.La construcción del complejo ha resultado ser un auténtico revulsivo para la isla donde «conviven 300.000 personas, tiene 80 kilómetros de largo y 25 de ancho, pero no hay ni una ferretería donde comprar un tornillo, todo llega por barca», rememora Martínez. De ahí que acercar el material para la construcción sea complicado. El material llega en barca y son los trabajadores quienes lo suben hasta la zona de construcción. Esta construcción, que se une a unas cabañas para los voluntarios, emplea a 92 personas «hombres y mujeres porque ellas quieren trabajar y ganar su dinero» pero también incide en otros 40 puestos de trabajo indirectos cortar piedra, hacer ladrillos etc.

tracking