Miles de almas inundan el cementerio de recuerdos

Pocas fechas más son tan emotivas como el Día de Todos los Santos donde miles de burgaleses se dan cita en el cementerio de San José para cumplir con el rito ancestral de visitar a sus familiares o amigos que descansan en paz.

El paseo central se convirtió en un auténtico desfile de gente al igual que el resto del camposanto con el ánimo de rendir un merecido homenaje a sus más allegados.

Unos rezaban y pasaban el paño para adecentar la imagen de las tumbas mientras que otros prefirieron permanecer quietos y en silencio. Eso sí, con paraguas en mano pues el cielo amenazó ayer de manera constante. Unas cuantas gotas fueron más que suficientes para que muchos se pusieran a cubierto hasta que no escampara.

Aun así, tanto la vía central como los numerosos patios con los que cuenta el camposanto lucían mejor que nunca. Flores de todos los tamaños y colores proporcionaban una pizca de color en un día que para muchos es más bien grisáceo.

Sin embargo, la peregrinación no paró de crecer según pasaban las horas de por la mañana, la franja horaria preferida por los burgaleses.

Para gestionar la avalancha, la Policía Local y voluntarios de ProtecciónCivil actuaron conjuntamente para reforzar la seguridad y gestionar los accesos.

Es por esto que se habilitó un carril específico para los conductores que desde la glorieta Félix Rodríguez de la Fuente se dirigían al cementerio y así también, evitar tráficos cruzados.

Por otra parte, el Ayuntamiento de Burgos estableció varias líneas especiales de autobús desde diferentes puntos de la ciudad para facilitar le llegada al cementerio. Antonio y Carmen, vecinos de toda la vida de Gamonal, agradecen el gesto pues no disponen de coche con el que poder desplazarse por lo que este tipo de servicios «nos viene muy bien». En referencia al estado del cementerio, comentaron que lucía «buen aspecto».

Mientras tanto, Alejandra -era la primera vez que acudía al camposanto- y apuntó que hay diversos aspectos a mejorar como ampliar el espacio en el que poder tirar las flores marchitas pues es un día en el que mucha gente «trae las nuevas y tira las viejas», lo que provoca que se acumulen los desechos en los contenedores generando una «mala imagen» y un olor un tanto «desagradable».

Quienes también están hasta arriba son las floristerías, que durante estos días experimentaron una gran carga de trabajo. Respecto a otros años, el vicepresidente de la Asociación de Floristas y Jardineros de Burgos, David Ruiz, comentó que los compradores «se han espaciado más en el tiempo», algo que desde el sector agradecen pues así evitan el «atracón» de los últimos dos días.

Por «tradición y durabilidad» la flor preferida de los burgaleses ha sido el clavel para el Día de Todos los Santos aunque los más innovadores apostaron por «composiciones de plantas». El gladiolo y el crisantemo fueron las otras variedades que más se dejaron ver en el camposanto.

En cuanto a la amplitud temporal que comentó Ruiz, detalló que este hecho no significa que incrementaran las ventas pues detalló que han descendido aunque de manera muy «ligera».

En esta línea añadió que cada vez más los burgaleses recurren a la incineración por lo que las ventas disminuyen. Y es que de los fallecimientos que se producen en el último año el 50% son incineraciones, según expresó Ruiz. Aun así, en el sector no existe «temor» ante esta situación pues el negocio «no va a desaparecer».

Sin embargo, a ojos del vicepresidente hay otras cuestiones en las que sí hay que establecer una «regulación». Se refiere a los puestos ambulantes que estos días se divisan es diversos puntos de la ciudad.

En este sentido,Ruiz comentó que actualmente «no tienen ningún sentido» que se les permita establecerse en lugares tan céntricos de la ciudad como la Plaza de España especialmente cuando «el 90% son floristerías de Zaragoza y Melgar».

Así la cosas, anima al Ayuntamiento «a que tome cartas en el asunto» dado que este tipo de actuaciones «están totalmente obsoletas».