29 pueblos vuelven a votar en una jornada electoral sin incidentes

12 horas de espera más lo que dura el recuento. Dentro de lo que cabe, el escrutinio es mucho más ágil en los pueblos, aunque la jornada electoral de ayer en tres municipios (Campolara, Torregalindo y Zael) y 26 pedanías de la provincia se hizo igual de larga para los miembros de las mesas que regresaron a sus puestos tras el vacío de poder registrado el pasado 26 de mayo. No obstante, muchos vecinos de los pueblos donde se ha vuelto a votar se acostaron sin saber el nombre del primer edil, ya que la Subdelegación del Gobierno dará a conocer los resultados hoy por la mañana al no disponer de un programa informático para el escrutinio.La jornada transcurrió sin incidentes en toda la provincia. También en Estépar, donde los miembros de la mesa (Juan, Jesús y Javi) aguardaban la llegada de los 52 vecinos censados con derecho a voto de Arenillas de Muñó. «Es un deber y hay que cumplir», señalaba Jesús a sabiendas de que les tocaría apurar hasta última hora aunque «hay personas que no vendrán».A las 12 de la mañana, tan solo ocho empadronados habían depositado su papeleta. Las últimas en hacerlo por aquel entonces eran Marisa y Yolanda en compañía de sus madres. Ambas tenían «clarísimo» que debían acudir a la cita. Más que nada porque el pueblo necesita un regidor pedáneo que luche por «reactivar» la localidad y «darle vidilla», apuntaba Marisa. En la misma línea, Yolanda justificaba su decisión amparándose en las «mejoras básicas» que se necesitan, empezando por el asfaltado de las calles porque «está imposible».«Que las cosas no empeoren porque bastante feas están ya». Con esta declaración de intenciones, Yolanda hacía un llamamiento a combatir la «despoblación» en el medio rural por muy «complicado» que pueda parecer revertir esta tendencia. Marisa, por su parte, instaba a las administraciones a que «se pongan las pilas». En este sentido, la figura del alcalde pedáneo es importante para ejercer presión en la medida de sus posibilidades.En la misma sala, escuchando sus reivindicaciones, se encontraba el interventor y cabeza de lista por el PSOE, Roberto Rodríguez. «Me presento para echar una mano al pueblo», reconocía el joven candidato, «apolítico» y completamente «nuevo en esto», consciente de que Arenillas necesita mejorar su sistema de alcantarillado y disponer de una mayor cobertura sanitaria, dado que en la actualidad «tenemos dos días a la semana y si necesitas algo tienes que ir a Burgos o venir a Estépar».Ni estaba ni se esperaba al rival de Rodríguez en las urnas. Ignacio Leiva, paracaidista de Vox en la localidad, no pudo votar por su formación al no estar empadronado en la pedanía. «Han presentado candidaturas para sacar escaños y levantar su partido», confesaba el representante socialista sin entrar a valorar esta decisión estratégica porque lo único que le interesa es «solucionar los problemas del pueblo y santas pascuas».Con tan solo un voto, Vox obtendrá uno de los tres ediles de la Junta Vecinal de Arenillas. Se daba por hecho que el candidato local lograría hacerse con el bastón de mando y que Natalia Rodríguez se convertiría en la segunda de abordo del PSOE. «Lo normal sería que la gente no vote al otro candidato porque no tiene nada que ver con el pueblo, pero nunca se sabe», esgrimía Roberto Rodríguez.La irrupción de Vox en el panorama político provincial, empezando por el Ayuntamiento capitalino, ha dado alas a la formación de cara a expandir su presencia en el territorio. Con 12 listas frente a la decena de ‘populares’ y socialistas, respectivamente, el partido de Santiago Abascal optó por incluir como suplentes en la Junta Electoral de Zona de Burgos a sus principales representantes locales:Fernando Martínez-Acitores en Barrio Panizares, Ignacio Sicilia en Castañares, Ángel Martín en Cañizar de Amaya y Javier Martínez en San Martín de Humada. Por su parte, Ciudadanos registró candidaturas en seis localidades e Imagina Burgos en una. Entretanto, ocho pedanías pasarán a ser controladas por sus municipios al no consolidarse lista alguna.Para hacer frente al «llamamiento lanzado por aquellos que no querían que se ejerciera el voto», Martínez-Acitores se desplazó hasta Campolara dispuesto a «arropar» a los vecinos que acudieron a las urnas para apostar por «cualquiera de las candidaturas presentadas». Según informaba Vox a través de sus redes sociales, la jornada fue «tranquila» y predominó el «buen ambiente».«Tapan la pintada y al día siguiente vuelve a aparecer»Los vecinos de Estépar ya se han acostumbrado a ver la pintada de enormes dimensiones en favor de Vox, junto a una bandera rojigualda, en el edificio abandonado en el que antaño se ubicaba una oficina de Caja de Burgos. «Lleva muchísimo tiempo», señala Natalia Rodríguez, número 2 del PSOE por Arenillas de Muñó. Según ha podido comprobar en varias ocasiones, «la tapan y al día siguiente vuelve a aparecer». La última vez, la pared del inmueble se mantuvo intacta «una o dos noches». Además, «hace poco la han vuelto a remarcar para que resalte».