El Correo de Burgos

JUICIO DEL CASO ARANDINA / VISTO PARA SENTENCIA

«Si no hubiera entrado en casa, no hubiera pasado nada de esto»

‘Lucho’ sostiene que se trata de una «denuncia falsa» y Raúl Calvo tuvo que «salir del juicio porque no podía» / Las defensas insisten en el desconocimiento de la edad en caso de condena

De izquierda a derecha, Víctor Rodríguez ‘Viti’, Carlos Cuadrado ‘Lucho’ y Raúl Calvo; ayer, junto a los abogados Rafael Uriarte y Olga Navarro.-ISRAEL L. MURILLO

De izquierda a derecha, Víctor Rodríguez ‘Viti’, Carlos Cuadrado ‘Lucho’ y Raúl Calvo; ayer, junto a los abogados Rafael Uriarte y Olga Navarro.-ISRAEL L. MURILLO

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LORETO VELÁZQUEZ / DIEGO SANTAMARÍA / Burgos
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Volvieron a defender su inocencia una vez elevadas las conclusiones definitivas y, acto seguido, dieron la cara ante los medios a su salida de la Audiencia Provincial. Con el juicio visto para sentencia, los exfutbolistas de la Arandina acusados de cometer una presunta agresión sexual a una menor de edad no ocultaron su «miedo» a una sentencia cuyas penas máximas oscilan entre los 39 y 43 años de cárcel. A la espera del veredicto, Víctor Rodríguez ‘Viti’, Carlos Cuadrado ‘Lucho’ y Raúl Calvo apelaron a la «justicia» porque, según su versión, nada de lo relatado por la niña ocurrió el día de autos en el piso que los tres compartían en el centro de la capital ribereña.«¿De qué voy a estar arrepentido? De que entrara en casa quizás. Si no hubiera entrado en casa, no hubiera pasado nada de esto», manifestaba ‘Viti’, con una «sensación muy rara» desde que la menor interpuso la denuncia, mientras insistía en que tanto él como sus excompañeros se han visto envueltos en un «despropósito» fruto de un «cúmulo de mentiras». «Por más que lo pienso, no le veo sentido a la denuncia», insistió antes de repetir lo que ya ha declarado hasta la saciedad: «No he hecho nada a nadie, igual que ellos».«Igual que pedimos justicia para la gente que es culpable, también pedimos justicia para la gente que es inocente», subrayó ‘Lucho’ con la esperanza de que el Tribunal y la opinión pública tengan en cuenta que se trata de una «denuncia falsa». Partiendo de esta base, apuntó que «estos dos años y los tres meses que permanecimos en prisión han sido un infierno para nosotros».Visiblemente nervioso y sobrepasado por las circunstancias salía de los juzgados Raúl Calvo. Con la voz entrecortada, se limitó a reiterar su inocencia y sus ansias de «justicia». Debido a su estado anímico, su abogada, Olga Navarro, tomó la palabra por él. «Está muy nervioso. Ha tenido que salir del juicio porque no podía», detalló tratando de tranquilizarle porque «todas las pruebas están a nuestro favor».Amparándose en el hecho de que «no hay pruebas de cargo sino de descargo», Navarro tachó de «barbaridad» las peticiones del Ministerio Fiscal y de las acusaciones. A su juicio, la denuncia de la menor es una «gran patraña» y los tres imputados se han convertido en «conejillos de indias». «Están muy afectados, les han destrozado la vida y espero que no se la destrocen más», apostillaba minutos después mientras caminaba, junto a su cliente, por el paseo de la Audiencia.Como en el resto de sesiones, todas las partes expresaron su satisfacción al término de la vista. «No hay pruebas», sentenciaba el abogado de ‘Viti’, Rafael Uriarte, sin ocultar su preocupación porque al final, cuando hicieron uso de su turno de palabra, los jugadores «se han derrumbado un poco» pese a ser «inocentes en conciencia». En lo que respecta a las penas solicitadas por la Fiscalía y las acusaciones, consideró que «mantenerlo y no enmendarlo» obedece a una «rutina absurda y cruel» que carece de «fundamento» porque «los alegatos no se han apoyado con las pruebas que realmente han salido», sino con una serie de «reflejos» que fueron «colocados a la fuerza». Así las cosas, no le cabe la menor duda de que «la defensa ha sido bastante más eficaz».Para la abogada de la denunciante, Patricia Ortiz Estévez, concluye un juicio complicado y duro para la adolescente y su familia. «Salimos satisfechos, deseando que salga la sentencia cuanto antes para que la niña esté lo más tranquila». Por su parte, el letrado de la Fundación Clara Campoamor, Luis Antonio Calvo, justificó la petición de 43 años y ocho meses de cárcel porque sigue creyendo que se produjo una agresión sexual continuada, grupal y probada. «Estoy convencido de que son culpables de los hechos denunciados y, en este sentido, esperamos una sentencia que les declare culpables porque entendemos que es lo justo».EximentesEn las conclusiones finales, las defensas mantuvieron la petición de absolución al entender que no hubo delito y, por tanto, no puede existir ni autor ni cooperador del mismo. No en vano, han registrado una modificación para que, en caso de condena, se tengan en cuenta los atenuantes de desconocimiento del delito y la edad de la víctima.En el caso de Raúl Calvo, dado que el test de madurez que realizó el equipo psicosocial del juzgado de Aranda apuntaba a que el joven tiene una edad mental equiparable a la de la víctima, su defensa añade como atenuante el artículo 183 quarter del Código Penal, donde se especifica que «el consentimiento libre del menor de 16 años excluirá la responsabilidad penal» por los delitos previstos «cuando el autor sea una persona próxima al menor por edad y grado de desarrollo y madurez».Móviles «paralizados» durante la presunta agresión«La inactividad de los móviles en el periodo de la agresión», aseguraba ayer el letrado de la asociación Clara Campoamor, «es un elemento fundamental que ratifica lo declarado por la víctima». Y es que según Luis Antonio Calvo, «los informes de la Policía Científica nos dicen que los cuatro teléfonos estuvieron paralizados» cuando se produjo la presunta agresión. En su opinión, eso «significa que pasó algo», máxime cuando en los «periodos posterior y anterior» todos usaban «continuamente» sus móviles.El resultado del volcado de los móviles, del que dio cuenta este periódico en febrero de 2018, reveló la ausencia de actividad entre las 20:10 horas y las 21:15 horas, a excepción del vídeo musical que grabó la menor y de una búsqueda de ‘Lucho’ en páginas porno sobre las 20.45. El último registro de terminales -a expensas de Instagram y otras redes sociales- desvinculaba a ‘Viti’ y Raúl Calvo.No obstante, ‘Viti’ conservaba en su móvil dos imágenes de la menor «sin intención» en las que aparecía con pantalones vaqueros y sentada en un banco. Se desconoce cómo llegaron a su móvil y si se las envió ‘Lucho’ u otra persona. En el caso de Raúl Calvo, el cribado de los teléfonos no reflejaba ningún vínculo, ni telefónico ni virtual, con la denunciante. Lo que sí se descubrió fue la relación -al menos de amistad- entre la adolescente y ‘Lucho’, que poseía fotos suyas ropa interior. Por otro lado, los mensajes y llamadas que intercambiaron fueron borrados por ambos, no se sabe si de forma accidental o premeditada.El primer informe policial sobre los terminales despejó pocas dudas. El análisis arrojaba, eso, sí un dato relevante: la reacción de ‘Lucho’ después de que la psicopedagoga de la niña le advirtiese que era menor y que le había contado «una serie de circunstancias sexuales feas» con los futbolistas. Aunque el joven se limitó a asegurar que no sabía nada, tras colgar realizó una serie de búsquedas en internet relacionadas con abusos y delitos de carácter sexual.

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