El Correo de Burgos

COMERCIO / LABORAL

Los sindicatos denuncian la «brecha salarial» en el sector del comercio

CCOO y UGT vuelven a exigir la unificación de los cuatro convenios vigentes y la patronal se enroca en su negativa porque supondría una «pérdida de competitividad»

Más de un centenar de empleados de comercios burgaleses desfilaron ayer por la calle Vitoria para expresar su descontento con la patronal y dejar claro que irán a la huelga.-SANTI OTERO

Más de un centenar de empleados de comercios burgaleses desfilaron ayer por la calle Vitoria para expresar su descontento con la patronal y dejar claro que irán a la huelga.-SANTI OTERO

Burgos

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Unificación de los cuatro convenios o huelga. Los sindicatos no están dispuestos a ceder ni un palmo ante la Federación de Empresarios de Comercio (FEC) de Burgos. Se podrán negociar otros aspectos, pero la patronal debe garantizar que los empleados del sector «ganen lo mismo y tengan las mismas condiciones». De lo contrario, lo más probable es que el calendario de parones (7, 23, 24, 30 y 31 de diciembre) previsto por Comisiones Obreras y UGT se amplíe a partir del año que viene.Las dos organizaciones salieron ayer a la calle para defender una reivindicación «justa y necesaria». Sobre todo porque se trata de un sector copado «mayoritariamente por mujeres» que sufre una «brecha salarial pura y dura». Esa es, a juicio del secretario de Acción Sindical de CCOO, Luis Sáez, la principal «peculiaridad» que diferencia a los cuatro convenios vigentes en materia de comercio. También cambian las fórmulas de venta, pero por lo demás son «exactamente iguales» en lo relativo a su «articulado».Así respondía Sáez al comunicado emitido por la FEC horas antes de la concentración, que reunió a cerca de un centenar de empleados en la plaza del Cid. Según la patronal, la unificación exigida por los sindicatos se rechazó por «unanimidad» porque las diferencias salariales en cada uno de los cuatro sectores obedecen a una serie de «características diferenciadas» de acuerdo a la «estrategia» de venta, la «especialización», los «márgenes comerciales» o las necesidades «específicas» para la «atención al público».«Eso es falso, están engañando a los empresarios de Burgos», prosiguió el representante de Comisiones mientras dejaba claro que los «subsectores» del comercio se rigen, en el fondo, por los mismos parámetros. Por su parte, el secretario de Organización de UGT, Luis Gutiérrez, remarcó que la unificación de convenios ya se ha llevado a cabo «en el resto de provincias de nuestra Comunidad» y en la «mayoría» de territorios de otras regiones del país.En su comunicado, la FEC también expresaba su preocupación por la «pérdida de competitividad de muchos comercios»si finalmente se aprobase la creación de un solo convenio. «La competitividad no la perdemos los trabajadores, la pierde el sector», replicaba Sáez al recordar que el problema reside fundamentalmente en «internet y las ventas online». «Antes se quejaban de que eran los centros comerciales los que les quitaban venta», esgrimió con la intención de recalcar que los empleados no solo «no tenemos la culpa», sino que además «nuestros salarios no son para cerrar las tiendas».Por mucho que las grandes superficies y las plataformas digitales ejerzan una competencia cada vez más feroz, para Gutiérrez es «incuestionable» que «el sector gana dinero». De hecho, «la proporción entre beneficios y lo que gastan en nóminas es abrumadoramente ínfima».Lo que está claro, cristalino más bien, es que el origen del conflicto se halla en el factor salarial. Si hablamos de escalas dentro de un mismo sector «tampoco son tan grandes», apuntó el secretario de Acción Social de CCOO mientras precisaba que la cantidad en cuestión rondaría los «70 euros». Sobre este apartado, por ahora, «ningún problema». Si la patronal cede y aprueba la unificación de convenios, la equiparación se alcanzará «poco a poco». Tal y como está el patio, los sindicatos mantienen esa aspiración aunque no la exijan de manera inmediata.Las comparaciones son odiosas, máxime cuando «Burgos antes era un referente en el comercio»y ahora sus trabajadores se sitúan «en el montón» mientras pierden poder adquisitivo. Partiendo de esta reflexión, Gutiérrez y Sáez recordaron que la subida salarial de los dependientes burgaleses durante la última década asciende a 55 euros mientras que en otras provincias el incremento es mayor. En Palencia, por ejemplo, el aumento en el mismo periodo de tiempo se sitúa en «220 euros» de media.Al margen de la cantidad en sí, los sindicatos volvieron a denunciar el desequilibrio entre la subida del IPC durante los últimos 10 años (12,5%) y el incremento de los salarios (4,9%). «El que tiene que pagar el pato es el trabajador», lamentó el secretario de Organización de UGT convencido de que las plantillas de los establecimientos comerciales en Burgos -sobre todo las «trabajadoras» con «familias monoparentales»- difícilmente podrán «soportar otros cuatro años con una subida tan ridícula del 0,5% a cambio de quitar la incapacidad transitoria». Es decir, el complemento por baja.Otro de los frentes abiertos a la hora de negociar es la regulación de los domingos en los que las tiendas, por tratarse de fechas señaladas, abren sus puertas al público. Sobre este apartado, Sáez instó a poner negro sobre blanco para que la patronal determine en un documento normativo -previo acuerdo con los sindicatos, claro está- cómo se compensaría a los empleados o a cuánto ascendería su remuneración por dichas jornadas.El diagnóstico de los sindicatos en este sentido, con las negociaciones en punto muerto porque ninguna de las partes parece dispuesta a ceder, es que la patronal hace gala de una «infamia» que afecta en la provincia a más de 4.000 trabajadores vinculados a alguno de los cuatro convenios.Nadie se ha levantado definitivamente de la mesa. La FEC ya ha mostrado su «total disposición para negociar el resto del condicionado de cada uno de los convenios». Al mismo tiempo, la entidad trata de hacer ver a los sindicatos que «ha apostado siempre por el mantenimiento del empleo de calidad» y se compromete a alcanzar las tablas salariales «más altas»de Castilla y León siempre y cuando se analicen los convenios por separado.De momento, la primera jornada de huelga arranca este sábado y el acercamiento, al menos esta semana, parece imposible. Los sindicatos no aceptan un ‘no’ por respuesta. Si nada cambia, Sáez seguirá pensando que «la única medalla que se puede poner los empresarios de Burgos o la patronal es la de miserables porque han llevado al sector y a los trabajadores a la ruina».

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