El Correo de Burgos

SOCIEDAD

Un legado para los excluidos

El testamento de José Blanco Ojeda se cumple 40 años después para dejar 90.000 euros que se repartirán entre Cáritas, Proyecto Hombre, Fundación Lesmes y Banco de Alimentos

Daniel de la Rosa, Blanca Subiñas, Fernando Arce, Manuel Fuentes, Miguel Santos y Jorge Simón.-ISRAEL L. MURILLO

Daniel de la Rosa, Blanca Subiñas, Fernando Arce, Manuel Fuentes, Miguel Santos y Jorge Simón.-ISRAEL L. MURILLO

Publicado por
M. R.
Burgos

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Generoso, altruista y muy religioso. Es lo poco que se sabe de José Blanco Ojeda, pero describe con precisión su legado. Se sabe eso y que antes de morir en 1979 dejó un cuarto de su herencia para los «pobres» de Burgos. Y no ha sido 40 años después, después de diversas peripecias administrativas, con incendio de por medio incluido, cuando esas personas desfavorecidas podrán beneficiarse de su generosidad.

En concreto, este altruista burgalés donará 98.000 euros a cuatro ONG: Cáritas, Banco de Alimentos, Fundación Lesmes y Proyecto Hombre. Esta es la decisión que ha adoptado la junta de calificación y distribución, un inusual instrumento que recoge el Código Civil en su artículo 749, presidida por la jueza decana, Blanca Subiñas, e integrada por el alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa; el párroco de la Iglesia San Gil Abad, Fernando Arce; el letrado del Colegio de Abogados, Cipriano Pampliega, y el notario Juan Manuel de Palacios.

El origen de este proceso tan largo en el tiempo se debe a que, por una parte, se eligió una figura administrativa de la que prácticamente no hay constancia en estos últimos años, ni en Burgos ni enCastilla y León, según explicó la juez decana de Burgos, Blanca Subiñas. Y por otra, a que lo que dejó este hombre en herencia para que se repartiera entre los más desfavorecidos eran dos pisos «con rentas antiguas» con unos inquilinos que «tenían unos derechos que había respetar».

En su día, los que precedieron en sus cargos a los miembros actuales de la junta de junta de calificación y reparto, «el metálico que había se repartió entre los pobres de Burgos». Y solo quedaban estos dos pisos que después de «muchas dificultades administrativas planteadas por el carácter un poco excepcional de este tipo de junta para distribuir los bienes entre los más pobres de la ciudad». Una junta que se ha enfrentado, entre otras dificultades, a que no se le reconocían derechos de personalidad jurídica, lo que suponía un problema para llevar a cabo cualquier tramitación. «Hasta para disponer de cualquier cantidad de la cuenta era un problema burocrático con la entidad bancaria, porque en realidad nosotros no somos propietarios de los bienes, somos unos administradores transitorios».Si los obstáculos administrativos eran pocos, la materialización económica de esta herencia se encontró con más obstáculos, como el incendio que afectó gravemente al Palacio de Justicia en diciembre del año 2005. Un fuego que, precisamente, se originó en el Decanato de Burgos, donde se guardaba la documentación en el archivo de la institución judicial.

Al final, estos dos bienes, ubicados en la plaza Huerto del Rey, «hemos conseguido convertirlos en dinero». para darles el destino que este burgalés quería. Los miembros de la Junta acordaron que este dinero se podía destinar a Cáritas, Proyecto Hombre, Fundación Lesmes y Banco de Alimentos por asociaciones sin ánimo de lucro que «representan todos los sectores de la sociedad». Hay un activo de 95.000 euros, aproximadamente. Habrá un pequeño remanente en la cuenta que se destinará también a los desfavorecidos.

De los dos pisos, uno se vendió al quedarse el inquilino con el derecho de subrogación y el otro «salió a retracto, de los derechos de adquisición preferente para el inquilino». El resto de la herencia, las otras tres cuartas partes, las dejó al Arzobispado de Burgos, a las hermanitas de los pobres y a «obras en sufragio de su alma».

Viudo y sin hijos

Pocos datos han trascendido de quién era José Blanco Ojeda. Se sabe que en el momento de hacer el testamento era viudo, porque si no «no se podría haber hecho esta disposición», y sin hijos y no tenia familiares muy directos. El párroco de San Gil aseguró que se han intentado recabar referencias entre feligreses más mayores pero «no les consta». Lo que se sí se ha podido saber es que era alguien «generoso, altruista y muy religioso». De su actividad profesional tampoco se ha podido saber mucho. Solo que era licenciado en Derecho y estaba colegiado como abogado aunque no ejercía, por lo que una hipótesis que se maneja es que «tenía un gran patrimonio, por lo que dedicaría a gestionarlo».Los representantes de las asociaciones que recibirán este dinero agradecieron el gesto de José Blanco Ojeda. El responsable de Proyecto Hombre, Manuel Fuentes, explicó que «la generosidad» de personas como Blanco hacen que «organizaciones como la nuestra logren sus objetivos». El responsable de Fundación Lesmes, Miguel Santos, comentó que este dinero les permitirá seguir volcados en un programa de inserción social para menores infractores, del que el pasado año hicieron una segunda fase, con la colaboración de tres concesionarios para talleres de pintura y chapa, con«una salida importante al mercado laboral». El director de Cáritas, Jorge Simón, indicó que este dinero servirá para seguir adelante con sus programas para ayudar a personas excluidas. A su vez, recordó que existe la figura del legado solidario para aquellas personas que quieran dejar dinero para los más desfavorecidos.

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