El Correo de Burgos

EXPOSICIÓN / 'PINTURAS 2015-2019'

Un lustro de historias cotidianas

Luis Alberto Portilla presenta un resumen de su obra de los últimos cinco años / Asegura haber disfrutado más que nunca

El pintor Luis Alberto Portilla posa con una de sus obras.-RAÚL G. OCHOA

El pintor Luis Alberto Portilla posa con una de sus obras.-RAÚL G. OCHOA

Publicado por
PAULA GIL
Burgos

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Aunque es más conocido por la abstracción, Luis Alberto Portilla presenta una muestra figurativa en la que recoge algunas de las obras que ha realizado desde su última exposición en el Arco de Santa María. Y es que un lustro es tiempo más que suficiente para que el artista se recree y presente una serie de imágenes en las que juega con contrastes de luz y sombra. En cuanto a la paleta cromática no hay predominancia puesto que el paisaje «es el que manda». Sólo el título evoca una idea de lo que el visitante se encuentra.

‘Pinturas 2015-2019’ es una colección para disfrutar en la que la figura humana es la protagonista dando continuidad al proyecto ‘Gente importante’ iniciado en 2012 en el que la gente aparece de forma anónima como protagonista para contar historias cotidianas.

Con una imagen «bastante realista», Portilla apunta que en estos cuadros es «bastante fiel a la realidad» aunque en la abstracción sí que se decanta por los colores cálidos, según explicó.

Trasladar a los espectadores al lugar de la imagen y que sientan esa sensación de bienestar es uno de los objetivos del artista con estas obras. Busca que se detengan y sean conscientes de que las personas plasmadas sobre el papel son «como tú o como yo».

Todo empieza con una cámara de fotos y un pintor que dispara a todo lo que ve, pues quien sabe lo que puede sacar de esa instantánea. De esta manera, personas captadas por casualidad, Portilla las dota de importancia a través de sus pinceles.

Ahora mismo, ambos proyectos los da por finalizados dado que son «números redondos» pues es consciente que volver a la capital burgalesa para exponer en un lugar tan emblemático como el Arco de Santa María supone «recuperar» las diversas pinturas que han ido viajando a su lado a lugares tan diferentes como Torrelavega, Palencia, Villadiego, Potes o Cantabria, entre otros.

Su relación con la figuración comienza en el instante en el que decide participar en concursos de pintura rápida. Es entonces cuando las características del certamen le «exigieron» utilizar «todos los recursos de la pintura clásica» y recuperar así la visión inmediata de lo que tienes delante».

Algo muy diferente a lo que él estaba acostumbrado, dado que con la abstracción es el artista el que «imagina e intuye desde un mundo interior ausente de la realidad».

Afirma que este último periodo de su carrera ha sido el más sereno y del que más ha disfrutado. Explica que esto se debe a que la pintura figurativa «no te exige nada más que ponerte delante del motivo y recrear pintando». Agradece que no le exija ningún tipo de «esfuerzo intelectual» y que le permita escapar del análisis de poemas que realizó en anteriores ocasiones para sus obras más íntimas.

De cara al futuro, ni siquiera el propio Portilla sabe lo que este le depara aunque confiesa que en su mente acecha el proyecto de realizar «cuadros grandes» de carácter abstracto.

Aunque «depende», matiza el artista, pues «si me cansa y atormenta mucho» puede que lo deje a un lado. «No tengo una meta», concluyó el pintor.

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