Doble víctima de una estafa

Ferretería Sobrinos está siendo una doble víctima de una estafa. A la impotencia de haber sufrido la suplantación de su cuenta de ‘seller’ (vendedor) en Amazon el pasado mes de junio para estafar a potenciales compradores se une el hecho de que seis meses después este negocio burgalés no puede acceder a su cuenta hasta que Amazon no arregle el problema.

Una situación que genera impotencia e indignación a partes iguales a la gerente de Ferretería Sobrinos,Ana Redondo. Impotencia porque, como explica, «llamas a Amazon y no te dan respuestas por ningún lado, simplemente te dicen que están trabajando en ello y que no vuelva a llamar». E indignación porque en estos seis meses no ha podido utilizar esta cuenta al tenerla inutilizada Amazon, con el correspondiente perjuicio económico para el negocio, que lleva 8 años vendiendo con buenos resultados a través de esta plataforma.

Redondo cuenta que hasta ese día de junio «nunca habíamos tenido ningún problema, de hecho fuimos de los primeros en hacernos ‘sellers’ de Amazon». El gigante de la venta por internet actúa como un intermediario.«Yo tengo mi almacén, tengo unas claves en una plataforma de Amazon y subo mis artículos al precio que considero», relata la gerente de Ferretería Sobrinos.

Cuando el comprador accede a la página de Amazon puede ver quién vende el producto por quiere plantear alguna duda al vendedor sobre las características del producto. Amazon manda una orden de pedido, «el cliente paga a Amazon y Amazon me paga a mí». Hasta ahí, todo normal. Sin embargo, el 17 de junio fue a entrar a su cuenta «y no pude, el usuario no existía». Estuvo todo el día intentando buscar una solución. Trató de contactar con Amazon, que «en atención al cliente funciona muy bien pero no para el vendedor».

Tras mucho insistir, Redondo consiguió que un trabajador de Amazon le pudiera arreglar el problema para acceder a la plataforma. Al entrar vio que «tenía 300.000 euros en productos y 20.000 pedidos pendientes».Habían suplantado la cuenta de FerreteríaSobrinos, en la que habían puesto a la venta artículos como motos o electrodomésticos u ordenadores a precios bajos.«Subieron masivamente esos artículos a unos precios inferiores para la compra rápida y vendieron 300.000 euros a mi nombre». Redondo apunta que «afortunadamente» no es le dio tiempo a cambiar la forma de pago una vez elegido el producto, ya que Amazon tiene unos «procesos bastante más seguros, no se puede cambiar la forma de pago así como así».Los suplantadores no se quedaron ahí, ya que mandaron «cliente por cliente» un mensaje para decirles que la plataforma de pago no funcionaba, por lo que si querían recibir su pedido debían ingresar el dinero a dos cuentas, una en el Reino Unido y otra en Alemania. Y en ese punto, el cliente que ingresaba el dinero ya había caído en la estafa. Ferretería Sobrinos presentó una denuncia en la comisaría de Policía, aunque los delitos informáticos de este tipo son muy difíciles de resolver, a lo que se añade que «los seguros no se hacen cargo».Plataforma

Redondo asegura que ha recibido muchos mensajes de otros vendedores que les ha pasado lo mismo. Por eso cree que es necesario impulsar una asociación o una plataforma que vele los intereses de los vendedores ante Amazon, ya que «no hay legislación» que regule la relación entre los vendedores y Amazon. «En otros países hay asociaciones de Amazon sellers y en España no», explica Redondo.